La visita del presidente venezolano Hugo Chávez al quinto Foro Social Mundial (FSM), al que llegó en el último día de trabajos como la figura más destacada de América Latina, tuvo un carácter histórico pues el presidente de la República Bolivariana de Venezuela se manifestó aquí abiertamente por el socialismo e hizo hincapié en que […]
La visita del presidente venezolano Hugo Chávez al quinto Foro Social Mundial (FSM), al que llegó en el último día de trabajos como la figura más destacada de América Latina, tuvo un carácter histórico pues el presidente de la República Bolivariana de Venezuela se manifestó aquí abiertamente por el socialismo e hizo hincapié en que hay una nueva correlación de fuerzas en América Latina y en el mundo, y que Estados Unidos ya no puede imponer su voluntad.
La visita relámpago de Chávez a Porto Alegre estuvo precedida de una gran expectación, pues desde hace días fue anunciado por decenas de carteles que aparecieron por toda la ciudad, y no obstante que en el Comité Internacional del FSM se manifestaron algunas reticencias, su carta de principios lo permite, pues establece que el foro »es un espacio abierto de encuentro» (artículo 1) y »un proceso permanente de búsqueda y construcción de alternativas» (artículo 2) que »reúne y articula a entidades y movimientos de la sociedad civil» (artículo 5) y que, »abierto a la pluralidad y a la diversidad», no admite »representaciones partidarias ni organizaciones militares», no obstante lo cual podrán ser invitados a participar en él, con carácter personal, »gobernantes y parlamentarios» que asuman los compromisos de la carta (artículo 9).
Chávez Frías fue invitado originalmente por la Central Unica dos Trabalhadores (CUT) y el Movimiento dos Sem-Terra (MST), así como por el Partido Socialismo e Liberdade (PSOL) de la senadora Heloísa Helena y la diputada Luciana Genro, ex militantes del PT, que salieron del partido luego de que aprobó la privatización de la Seguridad Social exigida por Lula.
Lo cierto es que la paradoja es muy clara, pues mientras el presidente brasileño aparece hoy en los diarios como el discípulo disciplinado y varios medios destacan la declaración del Citibank de que Lula es »un ejemplo para el mundo», y todavía se ven en las bardas las pintas que tanto molestaron a Lula: »con Bush y con Lula otro mundo es imposible», el jefe de Estado de Venezuela fue recibido con entusiasmo.
La mayor parte de los rotativos de Brasil, de carácter conservador, se manifestaron por el contrario reticentes ante la visita del presidente de Venezuela, e incluso el influyente O Estado de Sao Paulo le atribuyó en su edición de hoy la intención de convertirse en un nuevo Fidel.
La segunda visita de Hugo Chávez a una reunión del FSM en Porto Alegre comenzó a las 7 de la mañana cuando llegó procedente de Caracas, y casi de inmediato se trasladó a visitar el que es uno de los mayores orgullos del Movimiento de los Trabajadores Rurales sin Tierra (MST) en la laguna del Junco, del municipio de Tapes, a unos 130 kilómetros de Puerto Alegre.
Chávez llegó en helicóptero a este asentamiento de 807 hectáreas creado hace diez años y en el que unas 35 familias producen alimentos según los criterios de la agroecología, en una actitud política que muchos quisieron interpretar de distanciamiento del presidente Lula, sin serlo, pero con quien el MST tiene abiertas diferencias. Desde su llegada Chávez mostró gran simpatía por la experiencia. El importante diario conservador Folha de Sao Paulo advertía sin embargo esta mañana que el enclave considerado »modelo» no lo era tanto, pues un tercio de esas familias, según el diario, le declararon a su enviada Ana Flor que no tenían »condiciones ideales de vida», por lo que se ven obligados a trabajar afuera, en construcciones, plantaciones o granjas.
Responsables gubernamentales declararon sin embargo a varios diarios que, aún y cuando no consideran a ningún asentamiento como »modelo», reconocen que la producción agroecológica de Tapes constituye una experiencia extraordinariamente interesante, y a eso se debe la invitación que Vía Campesina le hiciera a Chávez.
La firma de un protocolo de intenciones para crear la Escuela Latinoamericana de Agro Ecología entre el gobierno venezolano y universidades brasileñas y de la región del Panamá junto con Vía Campesina, fue la culminación de la visita, que se inscribe dentro del proyecto de Chávez de impulsar de manera progresiva la reforma agraria: eliminar los latifundios e incorporar grupos de la población a un aprovechamiento de la tierra más social.
La conferencia de Chávez en el gimnasio del Gigantinho, que llevó el título de »El Sur, Norte de los pueblos», tuvo una concurrencia mucho mayor que la que acudió al acto de Lula, pues el gimnasio del Sport Club Internacional, con un aforo de 15 mil personas, estaba lleno por completo mientras otros tantos, que no pudieron ingresar, escuchaban por altoparlantes en el exterior.
La expectación era mucha y, como el mismo Chávez diría más tarde, fue transmitido por televisión a varios países incluyendo Cuba, pues desde la tarde, reveló, Fidel Castro le había llamado para preguntarle la hora de la transmisión.
El acto, donde también el público abucheó de nuevo a la administración de Lula, pudo sin embargo haber fracasado pues la larga fila para entrar, la espera interminable del orador, el larguísimo programa y luego la intervención de casi dos horas de Chávez, fatigaron a muchos de los asistentes, varios de los cuales optaron por retirarse, sobre todo los del nordeste que no comprenden el español.
El Gigantinho estaba en efervescencia a más de 40 grados centígrados antes de la llegada de Chávez, y un público entusiasta que bailó y cantó con la música de artistas de Uruguay, Perú, Cuba, Argentina, Brasil y Venezuela aplaudió febrilmente cuando el presidente venezolano fue recibido por Sonia Mara, dirigente del MST, que acudió al acto con ocho meses de embarazo. También abucheó al otro coorganizador del acto, Luis Marinho, dirigente de la CUT, central obrera que ha apoyado todas las contrarreformas neoliberales de Lula contra la clase trabajadora, y que en vano trató de hacerse escuchar ante un escándalo ensordecedor que creó un ambiente de tensión.
La dirigente de Vía Campesina, Ana Manuela Chan, y el político gaucho Olivio Dutra (Ministro de las Ciudades) fueron por el contrario escuchados con respeto, aunque el público abucheaba cada mención de Lula. El ambiente era singular.
Hugo Chávez es un dirigente político de nuevo tipo que no se ha comprendido del todo, dijo Ignacio Ramonet, director de Le Monde Diplomatique, en su elogiosa presentación del presidente venezolano. Lo es en primer término, precisó, porque siendo militar es revolucionario, pues es el primer dirigente latinoamericano que le paró los pies a los poderes neoliberales, que detuvo las privatizaciones y que optó por los humildes. En segundo lugar, añadió, porque es un demócrata, porque desde 1998 en que fue electo, nadie se ha sometido tanto a las urnas, hasta llegar al referéndum revocatorio de medio mandato que ganó por knock-out, y además porque en la Venezuela bolivariana todas las libertades se respetan, empezando por las de los oponentes, pues no hay detenidos políticos ni clausura de los medios que mienten. En verdad que en Venezuela han llevado a cabo una campaña calumniosa contra el gobierno legítimo, sin olvidar que alentaron el golpe de Estado del 2 de abril de 2002, que fue detenido por el pueblo que repuso a Chávez en el palacio presidencial. Lo es en tercer lugar, agregó, porque para Chávez no hay contradicción entre democracia y revolución. En cuarto sitio, siguió, porque es un dirigente que busca suprimir la pobreza por una vía que no se había intentado: dándole el poder a los pobres. Y lo es, finalmente, en quinto sitio, concluyó, porque Chávez está cumpliendo el programa que anunció, y no defrauda a los que esperan cambios desde hace siglos.
La conferencia de Hugo Chávez fue una larga disertación que concluyó cerca de las 11 de la noche, y en el curso de la cual el presidente venezolano explicó sus raíces históricas, habló de la actual coyuntura política, detalló su largo proceso de definición política hasta la actualidad y declaró no tener la menor duda de que el camino es el socialismo.
En lo que fue una cátedra en su muy peculiar estilo de oratoria, que avanzó desde lo coloquial hasta el canto y culminó en una emocionada expresión de su opción política, Chávez hizo una definición muy clara de lo que es la situación actual del mundo.
Luego de hacer un repaso de los personajes históricos que lo han influido y que van desde Bolívar, San Martín y José Ignacio Abreu de Lima hasta el Che y Fidel Castro, sin olvidar a Villa y a Zapata, a Luis Carlos Prestes y a Manuela Sáenz, se refirió a la experiencia de gobierno en Venezuela.
Recordó que él mismo se encuentra en un largo proceso que comenzó cuando como militar combatía a la guerrilla, hace más de 40 años. Ahí estaba como combatiente, con las armas en la mano, Alí Rodríguez, quien ha dirigido durante su gobierno Petróleos de Venezuela, se fue a Viena como director general de la OPEP, regresó como ministro de Energía y ahora es el Ministro de Relaciones Exteriores, y al que presentó junto con otros miembros de su gabinete.
Chávez se refirió largamente a la experiencia última del gobierno venezolano y en especial a la Misión Barrio Adentro, que ha buscado redistribuir la riqueza y darle el poder a los pobres.
Los recursos para las nuevas políticas venezolanas, reconoció, vienen del ingreso petrolero, que antes no llegaba al pueblo, y han permitido que, por ejemplo, en 2004 las misiones médicas hayan atendido 50 millones de casos (en un país que tiene 26 millones de habitantes) y de manera completamente gratuita. Porque la salud, la educación, el agua, los servicios públicos no pueden privatizarse. Insistió: no deben entregarse a la voracidad del capital privado. Venezuela es hoy por todo eso un ensayo, pero lo que es un hecho es que el capitalismo no va a trascender, afirmó. Y no va a trascender, porque hay un pueblo que lo va a impedir, concluyó.