Cuba fue en 1960 el primer país de América Latina en tener relaciones comerciales con China y 60 años después las amplia, en el marco de graves tensiones políticas y económicas con Washington. Los cancilleres de China y Cuba, Wang Yi y Bruno Rodríguez, que acaba de finalizar hoy una visita a Pekín, dijeron en […]
Cuba fue en 1960 el primer país de América Latina en tener relaciones comerciales con China y 60 años después las amplia, en el marco de graves tensiones políticas y económicas con Washington.
Los cancilleres de China y Cuba, Wang Yi y Bruno Rodríguez, que acaba de finalizar hoy una visita a Pekín, dijeron en una declaración conjunta que intercambiaron «puntos de vista sobre la cooperación entre China, Latinoamérica y El Caribe» Wang, citado hoy por la prensa local cubana, expuso que la relación y colaboración del gigante asiático con la región latinoamericana y caribeña «es abierta y transparente» y que «se basa en la igualdad y la ganancia compartida».
Negó «cualquier interés geopolítico allí o pretensiones hegemónicas», según la fuente.
«China, los latinoamericanos y caribeños redoblarán los esfuerzos conjuntos por impulsar el desarrollo y elevar el bienestar socioeconómico de sus pueblos», anunció el diplomático chino.
Por su parte, Rodríguez subrayó que los nexos chino-cubanos «seguirán consolidándose como ejemplo de cooperación sobre la base de la igualdad, el respeto y el beneficio recíproco».
China es el segundo socio comercial de la isla y uno de los principales destinos de sus exportaciones.
Ambos países mantienen «enfrentamientos» con el gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, por distintos motivos. China está involucrada en lo que algunos especialisas califican como una guerra comercial y arancelaria con Washington cada vez mas compleja y Cuba está bajo más sanciones de Estados Unidos en el marco de un grave conflicto bilateral según Washington, por la situación en Venezuela.
China, que apoya a Venezuela, mantiene un creciente intercambio comercial con Latinoamérica, que se incrementó rápidamente, se calcula que en unas 20 veces, en la última década.
El mecanismo central en esas relaciones es la Iniciativa de la Franja y la Ruta. Las autoridades cubanas ya declararon que ven «grandes perspectivas» en esa iniciativa.
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, quien visitó China en noviembre último, lo ratificó en esa ocasión al firmar un mmemorándum descrito como de «cooperación en el marco de la iniciativa» que es descrita como una herencia «en expansión» de la Ruta de la Seda.
Medios del gobierno chino subrayaron que son 18 los países del área, incluyendo Cuba, que ya firmaron acuerdos de cooperación con Pekín en ese contexto.
No obstante, la disputa comercial entre China y Estados Unidos se refleja en las relaciones del país asiático con América Latina, y especialmente con Cuba.
«China dejó claro su rechazo a la obstinación de Estados Unidos de querer sembrar discordias en sus relaciones con América Latina y El Caribe mediante calumnias irresponsables, cargadas de provocación y hasta ofensivas para esa zona» citó el diario Granma en una edición reciente al vocero del ministerio chino de Relaciones Exteriores, Lu Kang.
«China lleva oportunidades (…) a América Latina. Nuestra cooperación es favorable para el desarrollo de las economías y los pueblos de la región», concluyó Kang.(ANSA).