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Entrevista a Miguel Urbano, histórico comunista portugués

«El capitalismo no tiene soluciones para salvar su monstruoso proyecto, su agonía será lenta»

Fuentes: Boltxe kolektiboa

Realmente ha sido un privilegio para Boltxe haber conocido a Miguel Urbano. No hace falta ninguna presentación de este veterano comunista portugués, colaborador de decenas de sitios webs, intelectual y militante antifascista. No podíamos desaprovechar la oportunidad de plantearle algunas cuestiones y preguntas, y con ellas os dejamos. B- Miguel, para empezar, como militante comunista […]

Realmente ha sido un privilegio para Boltxe haber conocido a Miguel Urbano. No hace falta ninguna presentación de este veterano comunista portugués, colaborador de decenas de sitios webs, intelectual y militante antifascista. No podíamos desaprovechar la oportunidad de plantearle algunas cuestiones y preguntas, y con ellas os dejamos.

B- Miguel, para empezar, como militante comunista portugués nos gustaría que nos hicieses una pequeña radiografía de tu país y nos hablases del impacto de la crisis capitalista en Portugal

M- La Revolución del 25 de abril de 1974 fue un acontecimiento histórico. El derrumbe del fascismo permitió al pueblo portugués realizar avances revolucionarios superiores a todos los ocurridos en Europa occidental desde la Comuna de Paris.

Las conquistas de la revolución democrática y nacional fueron posibles por la alianza del pueblo con el Movimiento de las Fuerzas Armadas-MFA, la vanguardia militar que concibió y ejecutó el golpe del 25 de abril.

El período revolucionario fue desafortunadamente breve. El Partido Socialista, bajo el liderazgo de Mario Soares, al sembrar la división en el MFA, cambio la relación de fuerzas, creando condiciones para la contra-revolución con el golpe de 25 de noviembre de 1975.

Transcurridos 40 años Portugal tiene uno de los gobiernos más reaccionarios de la Unión Europea, tutelado por la canciller Merkel y el imperialismo estadounidense. Portugal es hoy una dictadura de la burguesía con fachada democrática.

B- Esta crisis capitalista de que hablábamos y que afecta a toda Europa y al resto del mundo debería hacer reaccionar a la clase obrera pero pensamos que no lo ha hecho lo suficientemente ¿A que crees que es debido?

M- Las condiciones objetivas son favorables en muchos países europeos para un ascenso de la lucha de masas. Pero no existen las subjetivas.

El control hegemónico de los media por el gran capital financiero manipula la conciencia de las grandes mayorías, promoviendo la alienación. La mentira es transformada en verdad y guerras imperiales genocidas son presentadas como acciones humanitarias en defensa de la democracia y la libertad. No olvideis que han atribuido el Nobel de la Paz a Obama, el presidente de EEUU cuya política exterior belicista amenaza la humanidad.

B- Otra de las consecuencias de estos periodos de crisis es la aparición del fascismo y el nazismo ¿Piensas que estas odiosas tendencias pueden renacer con fuerza y llevarnos a la situación del os años 40 del siglo pasado?

M- El ascenso del fascismo en Europa (y también en EEEU) es una peligrosa realidad. En las próximas elecciones para el Parlamento Europeo decenas de escaños serán conquistados por los partidos de extrema derecha de Reino Unido, Holanda, Francia, Austria, Dinamarca, Grecia y Suecia.

Aprovechando la desesperación y frustración de las víctimas de las políticas neoliberales, dirigentes de partidos fascistas, como la francesa Marine le Pen cambiaron el discurso y ahora critican el imperialismo americano y el FMI y responsabilizan al liberalismo ortodoxo de la crisis. Consiguen incluso captar los votos de muchos trabajadores explotados por el sistema.

El gobierno Obama y la CIA cumplieron un papel decisivo en los acontecimientos de Ucrania. El golpe que desencadenó la violencia en Kiev fue preparado por los EEUU. Ahora Washington se esfuerza por crear situaciones explosivas en el este de Ucrania mayoritariamente ruso-parlante. Putin y las televisiones rusas ya presentaron pruebas de la infiltración en la región de centenas de mercenarios de las organizaciones Blackwater (ahora rebautizada Academi) y Greystone. Ambas siembran el terrorismo de Donetsk a Lugansk, cometiendo crímenes que los media occidentales atribuyen a las milicias rusófonas.

No creo, sin embargo, que el actual repunte del fascismo pueda llevarnos a una situación como la anterior a la II Guerra Mundial. Entonces Hitler fue apoyado por el gran capital alemán, inglés, americano. El contexto histórico es diferente. Hoy las transnacionales utilizan el fascismo y el terrorismo (en Siria por ejemplo) como aliados. Pero lo mantienen bajo relativo control.

B- Una pelea imprescindible de analizar, los derechos nacionales de los pueblos sin estado, no en vano hemos coincidido en Galiza en las Jornadas Independentistas Galegas… ¿Qué valoración haces de las actuales luchas de los pueblos por la autodeterminación y la independencia?

M- Posteriormente a la segunda guerra mundial los imperios coloniales enfrentaron luchas de liberación nacional que cambiaron el mapa del mundo, sobre todo en África y Asia. En algunas, como la de Argelia y Vietnam, la lucha armada fue determinante para la derrota de las potencias opresoras. La victoria del pueblo vietnamita y la defensa heroica de la Revolución Cubana son marcos que señalaron el inicio de la decadencia de la hegemonía mundial de EEUU. La solidaridad de la Unión Soviética con los pueblos que combatían por la independencia contribuyó decisivamente – caso de las colonias portuguesas- para el fin de la era colonial.

La desaparición de la URSS y la transformación de Rusia en un país capitalista fue una tragedia para la humanidad que permitió al imperialismo estadounidense desarrollar una estrategia de dominación mundial, invadiendo y ocupando países del ex-Tercer Mundo en guerras de saqueo. Eso ocurrió en Iraq, Afganistán, Libia, hoy colonias de nuevo tipo. En algunos casos el instrumento de agresión fue la OTAN con la complicidad de los aliados europeos.

Diferente es la situación de pueblos sin estado que luchan hace siglos por la autodeterminación y la independencia. En esa situación se encuentran los kurdos, los palestinos y las naciones oprimidas por el Estado Español: Galicia, Euskal Herria y Cataluña…

Los kurdos, más de 20 millones, son hoy minorías importantes en Turquía, Iraq e Irán y hay comunidades suyas también en Siria y Armenia.

El imperialismo, que en 1918 se comprometió a crear un Kurdistán independiente, no cumplió la promesa y está hoy interesado en mantener los kurdos divididos. En lo que concierne a las naciones oprimidas de España soy obviamente solidario con su derecho a la autodeterminación y la independencia.

B-Hablando de Heuskal Herria, ¿qué piensas desde Portugal de la lucha por el socialismo y la independencia del pueblo vasco?

M- Es una lucha heroica y difícil que acompaño con emoción, condenando con firmeza todas las formas de represión que se abaten sobre vuestro pueblo y la hipocresía de los partidos del sistema al negarse a un diálogo que abra puertas a una solución que responda a las aspiraciones de la nación vasca.

B-Y del estado actual de la lucha de clases en América Latina con Venezuela, Bolivia, Ecuador, Brasil, Argentina…

M- Destruir la Revolución bolivariana es hoy el objetivo prioritario para Washington en América Latina. Una campaña de desinformación mundial presenta Venezuela como un país al borde del caos y de la bancarrota, que reprime manifestaciones pacíficas de la oposición y persigue la «prensa democrática».

Esa campaña deturpa groseramente la realidad.

La responsabilidad por la violencia callejera es del sector fascista de la oposición. No hay en Sudamérica un gobierno más democrático que el venezolano. Gracias a la revolución bolivariana el analfabetismo fue eliminado, la expectativa de vida subió enormemente, millones de venezolanos tuvieron acceso a la salud, a alimentos subsidiados y a las universidades.

Obviamente, la muerte prematura de un revolucionario carismático como Hugo Chavez es fuente de grandes problemas. El Partido Socialista Unido de Venezuela no es el instrumento político revolucionario imaginado por Chavez. Pero las enormes dificultades que la Revolución enfrenta en vez de generar pesimismo exigen un refuerzo de la solidaridad internacionalista.

La defensa de La Revolución Bolivariana es hoy un deber revolucionario. Su derrota tendría graves consecuencias para Los gobiernos progresistas de Evo Morales en Bolivia o de Rafael Correa en Ecuador; amenazaría incluso la continuidad de la revolución cubana.

Relativamente a Brasil y Argentina, el modelo de neo-desarrollismo de los gobiernos de Dilma Roussef y Cristina Kirchner es bien tolerado por los EEUU. Las transnacionales no fueron afectadas por sus políticas asistencialistas. El ex tupamaro Mujica, en Uruguay, es una decepción. Los elogios que acaba de recibir de Obama en su visita a Washington son esclarecedores.

Nada hay que esperar de positivo de los gobiernos de México, del Perú, de Colombia y de Chile, alineados en lo fundamental con la estrategia de los EEUU para la Región.

En Colombia, sin embargo, la heroica lucha de las FARC, ya con más de medio siglo, prosigue como desafío al imperialismo. Con excepción de Israel, ningún otro país recibe «ayuda» militar tan grande. Gracias a ella, la oligarquía colombiana puede mantener un ejército de 500 000 hombres, pero ni así consigue eliminar la heroica guerrilla comunista creada por Manuel Marulanda

B-Vamos terminando y queremos preguntarte algo sobre el marxismo y la lucha por el socialismo. Tras las derrotas de los años 90 con la caída de la URSS y la vuelta al capitalismo del este europea, 25 años después ¿Cómo valoras la actualidad del marxismo-leninismo y si piensas que se están dando respuestas adecuadas a las luchas de los pueblos?

M- La tesis del fin de la Historia de Francis Fukuyama fue rápidamente desmentida. El liberalismo, que sería la ideología definitiva, está desacreditado, acumulando derrota sobre derrota. La implantación del capitalismo en Rusia fue apresuradamente interpretada como prólogo a la muerte del comunismo.

¿Y qué vemos? La crisis mundial demostró que el capitalismo atraviesa una crisis estructural para la cual busca solución en guerras de saqueo. Al contrario, asistimos a un explosivo renacimiento del marxismo. Se multiplican los congresos sobre el pensamiento y la obra de Marx.

En Francia -un ejemplo- el curso sobre Marx en la Sorbonne, del filósofo y historiador Jean Salem, es uno éxito absoluto, acompañado en Internet por más de 30 000 personas.

El marxismo que manifiesta tanta vitalidad es creador, dinámico, como lo concibió Marx, un instrumento revolucionario indispensable para la comprensión del mundo del siglo XXI y a la elaboración de las formas de lucha contra el capitalismo actual, muy diferente del que inspiró El Capital.

Pero hoy como entonces la alternativa al capitalismo es el socialismo.

Las lecciones de la derrota de la Unión Soviética traen entre otras la certeza de que no surgirá en data predecible un modelo único de socialismo.

En los últimos años surgieron obras muy importantes de filósofos marxistas revolucionarios como el italiano Domenico Losurdo y el francés Georges Labica (recientemente fallecido).

Todos coinciden con Marx en la conclusión de que es indispensable destruir completamente el estado burgués cuando se toma el poder. El desenlace sangriento de la experiencia chilena confirmó la imposibilidad de utilizar el estado creado por la burguesía para imponer un sistema incompatible con sus objetivos. Lo que está ocurriendo en Venezuela también demuestra que la llamada «vía pacífica» al socialismo es una tesis romántica.

Mas la destrucción del aparato del estado burgués no resuelve el problema de la función y naturaleza del estado proletario socialista.

Losurdo plantea concretamente una cuestión teórica que me parece fundamental sobre la transición del capitalismo a una sociedad adulta, humanizada, sin exploradores ni explotados.

No critica la tesis marxista de la extinción del estado. Pero llama la atención para las respuestas que la Historia dio en sociedades en las cuales partidos comunistas, tomado el poder, iniciaron la construcción del socialismo como fase transitoria, rumbo al comunismo.

No hubo una sola de esas experiencias en que el nuevo estado, instalado por el Partido sobre las ruinas del estado burgués pre-existente, haya empezado a perder protagonismo. Al contrario. Se fortaleció continuamente . Eso ocurrió concretamente en la Unión Soviética y en Cuba.

No creo que los errores y deviaciones cometidos por los dos Partidos – y fueron muchos y graves- sean la causa determinante de la no reducción del papel y dimensión del estado socialista.

La explicación del fenómeno social, político y económico, la encuentro en el hombre, la resistencia del ser humano a transformarse aunque en beneficio propio.

La humanidad realizó conquistas maravillosas en la ciencia y la técnica. La vida es hoy totalmente diferente de lo que era en la Atenas de Pericles. Mas el hombre del siglo XXI no es ni mejor ni más inteligente de lo que eran Aristóteles o Platón.

El homo sapiens actual en sus virtudes y vicios no difiere mucho en la capacidad de amar, sentir, luchar del ateniense del siglo V a.c o del ciudadano de Jerusalén contemporáneo de Jesús.

El hombre nuevo es por ahora utópico.

El surgimiento rapidísimo de millones de hombres viejos, con todos los estigmas del capitalismo en la Rusia de Yeltsin requiere reflexión.

La transición del socialismo al comunismo será muchísimo más lenta que lo admitido por Marx.

B- Terminamos Miguel, Rosa Luxemburgo hablo de socialismo o barbarie, tenemos claro que acertó de lleno con la disyuntiva que se le planteaba a la humanidad ¿Crees que la humanidad será capaz de huir de esa barbarie llamada capitalismo y será capaz de construir el socialismo por el que tanta gente ha luchado y dado la vida?

M- De mi respuesta anterior, podría inferirse, camaradas de Boltxe, que soy pesimista. Pero sería errónea tal conclusión. Soy al contario optimista. La advertencia de Rosa Luxemburgo sobre la antinomia socialismo o barbarie no perdió actualidad.

Está en manos de la Humanidad optar por su continuación o extinción. Veo como ingenua la convicción de que las revoluciones futuras serán obra de movimientos sociales. El espontaneismo no hace historia profunda. La lucha de clases es hoy, como siempre lo fue, el motor de la Historia. Y al partido revolucionario de nuevo tipo cabe liderarla como vanguardia.

Por el momento, como afirmé antes, no están creadas las condiciones subjetivas para revoluciones socialistas en países centrales.

Pero el capitalismo no tiene soluciones para salvar su monstruoso proyecto. Su agonía será lenta, sin data en el calendario.

Hay que ser paciente. La marea sube. Y la convergencia de muchas luchas en muchos países será fatal para el capitalismo.

Pues nada más, un gusto haberte conocido, un orgullo para nosotros el que nos hayas respondido a esta tanda de preguntas y agradecerte también esos textos que tanta claridad aportan en esta época de oscuridad neoliberal. Eskerrik asko!

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