Uno de los axiomas primeros que formalizó la geopolítica veneciana y que pasó luego a Amsterdam y Londres es que: El Poder no se muestra. En la última reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se dio una estrategia de suma cero, en que hubo conveniencias geopolíticas mientras se negociaban intereses económicos. Las votaciones […]
Uno de los axiomas primeros que formalizó la geopolítica veneciana y que pasó luego a Amsterdam y Londres es que: El Poder no se muestra. En la última reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se dio una estrategia de suma cero, en que hubo conveniencias geopolíticas mientras se negociaban intereses económicos. Las votaciones de sus miembros respecto de Irán hacen visibles las relaciones de poder que van configurando el sistema multipolar mundial.
Desde hace más de treinta años, Estados Unidos es uno de los principales impulsores en mantener un alto nivel de conflictividad con Irán. En el Consejo de Seguridad, Inglaterra y Francia son sus aliados ideológicos y socios históricos en el sistema capitalista. En cambio Rusia, intenta reconfigurarse como potencia mundial capitalista después de la caída de la URSS, y China busca emerger como potencia capitalista al menos en lo económico. Si estos dos países no hubieran votado a favor en la cuarta ronda de sanciones contra Irán, en presencia de la postura contraria dada por Brasil (país que comienza a comportarse como potencia en el nuevo sistema de naciones) y Turquía (el ex imperio Otomano), se hubieran definido al menos en el plano de seguridad, dentro del concepto del BRIC (con India otra potencia regional naciente) (1). Pero los intereses de China y Rusia con Estados Unidos, pesaron más que con Brasil, India e Irán.
En la reunión del Consejo de Seguridad se dio un juego de suma cero entre los 5 miembros permanentes. Si para Rusia una de las consecuencias de su voto a favor fue ceder, al seguir demorando la venta a Irán del sistema misilístico defensivo S-300, fue a cambio de que Washington haya levantado la prohibición de comercio de armas para varias compañías rusas, para la empresa estatal Rosoboronexport así como las sanciones a sus institutos técnico-científicos. Por su parte si Beijing también otorgó, será a costa de que existen negociaciones hoy no evidentes que benefician sus intereses. China es un país de baja productividad respecto de los industrializados, pero con la ventaja de un bajo costo laboral. Ha sobrevivido históricamente con grandes masas de trabajadores y de población con un ingreso medio per cápita muy inferior al de Occidente. Para avanzar en su influencia global y regional como potencia, busca capitalizar una relación estratégica internacional favorable, manteniendo el crecimiento de su economía (casi exponencial) y la estabilidad política interna.
Es que en el mundo multipolar habrá potencias mayores y menores. Las primeras globales, las segundas regionales con grados de libertad restringidos por las otras. En el Consejo de Seguridad se marcaron relaciones de fuerzas, y también territorio.
La mediación de Brasil y Turquía en el programa nuclear con fines pacíficos de Irán, estaba teniendo éxito justo en ‘la boca del lobo’ de la superpotencia militar y su gendarme en Oriente Medio, Israel. Era un buena oportunidad pero dentro de la concepción del BRIC. Sin embargo, la capacidad de presión y negociación de Washington con Rusia y China, excedió los cálculos de la política exterior de Brasilia.
Entró en juego un principio que no es original de la ideología del Proyecto para el Nuevo Siglo Americano de los 90’s, sino que simplemente lo explicita: ‘…Nuestro primer objetivo es evitar que emerja un rival’.
Este es un axioma básico para la supervivencia de las potencias imperialistas y neocolonialistas, y fue aplicado por Estados Unidos pero también por Rusia y China que al votar en concomitancia con aquél y sus aliados europeos reajustaron entre sí sus relaciones de fuerza. A pesar de que Obama en manera no pública, habría dado el visto bueno para el acuerdo tripartito logrado por Brasil con Irán, la gestión constituye en el fondo una injerencia inaceptable para Washington en una de sus zonas ‘calientes’ de influencia, y su éxito mostraría un debilitamiento en el liderazgo global que sigue pretendiendo.
Actualmente Irán se aproxima a un capitalismo de Estado, nacional en el sentido que busca autodeterminación en la defensa de sus intereses y por consiguiente confronta con aquellos de Estados Unidos y sus socios, como la libre disponibilidad energética que demandan en la región. Con el gobierno de la Revolución Islámica, Irán podría llegar a surgir regionalmente como país de peso central por fuera del eje occidental, su influencia local choca directamente con la de Washington que busca que el ‘peligroso’ ejemplo no cunda para otros países en desarrollo, aunque muy distinta podría ser la perspectiva desde China y Rusia. Salvando las diferencias, otro ejemplo único para el mundo es el de Cuba que muestra que un país, peor aún una isla bloqueada, puede sobrevivir haciendo frente a Estados Unidos y sin éste.
Subyacente a las desavenencias religiosas, el gobierno iraní tiene un nivel de conflictividad con buena parte de las élites de poder económico y las clases medias y acomodadas partidarias de Washington y otrora del occidentalismo del Sha Reza Pahlevi. Obama admitió que ‘…En medio de la Guerra Fría, Estados Unidos desempeñó un papel en el derrocamiento de un gobierno iraní elegido democráticamente’ (2). Se refería al golpe que en 1953 organizó la CIA volteando al gobierno de Mossadegh que había nacionalizado el petróleo, y que dio paso a 25 años de régimen militarizado del Sha abriendo el país al saqueo de Estados Unidos e Inglaterra en medio del enriquecimiento de las élites locales y la miseria para la población. En 1979, el régimen servil se desplomó por la lucha de la mayoría del pueblo organizado, que derivó hacia el movimiento liderado por el Ayatollah Jomeini. La Casa Blanca busca desde entonces un ‘cambio de régimen ‘, para que Irán no solo retorne a una era de exacción y dependencia similar a la del Sha pero dando espacio a Israel, sino que cristalice una transformación ideológica y cultural profunda de su sociedad hacia el capitalismo liberal de mercado occidental. En la medida que los intereses de un país confronten con los intereses estratégicos, económicos e ideológicos de Estados Unidos y afecten el capitalismo global que motoriza, será el grado en que demonice a su gobierno. Mel Zelaya, el recientemente derribado presidente de Honduras denunció públicamente que su derrocamiento fue por obra del Pentágono, la oligarquía local y los líderes de su partido Liberal, (a lo que habría que agregar la componente militar interna en connivencia con el Pentágono). Un mecanismo similar en este caso Irán-adaptado de división, desestabilización y guerra interna, está en marcha en el país persa desde hace años, por obra de una combinación del poder externo (CIA, MI6) con el poder económico (apoyado por sectores de la burguesía y el estudiantado iraní occidentalizado) y parte del poder político (oposición reformista).
Los votos de China y especialmente de Rusia a favor de las sanciones, tienen como un corolario que el sistema militar de defensa iraní no alcance superioridad respecto de la fuerza ofensiva de Israel, y al mismo tiempo lo deja sobrexpuesto a un despliegue militar estadounidense desde decenas de sus enclaves en Irak, Afganistán, Turquía y Península Arábiga. Por otro lado, disminuye la probabilidad de un ataque unilateral por parte del sionismo extremista de Israel, manteniendo el nivel de conflictividad regional adecuado para sus aspiraciones expansionistas sobre Palestina, y para que la latente apertura de un nuevo frente de guerra con Irán probablemente en forma indirecta por medio de Israel, no llegue a una escalada militar en todo Oriente Medio que impactaría en el mundo entero, y ocurra en el momento oportuno sin debilitar las operaciones del Pentágono y la OTAN en la invasión a Afganistán ni las maniobras para la otra guerra, la ‘segunda’ de Corea.
Los votos de Brasil y Turquía contra las sanciones a Irán, favorecieron a Rusia y China en la suma cero con Estados Unidos, para sus ‘desconcertantes’ votos a favor. La política exterior de Itamaraty como potencia emergente pagó un ‘derecho de piso’ en la arena de los pesos pesados…
Notas:
1) BRIC: Brasil, Rusia, India, China
2) Universidad Islámica de Al-Azhar, El Cairo, 4/6/09
Fuente: http://www.argenpress.info/2010/06/el-consejo-de-seguridad-de-la-onu-marco.html