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El devenir de ATTAC

Fuentes: Rebelión

Attac (Asociación para la Tasación de las Transacciones financieras para Ayuda al Ciudadano) surgió en un momento en el que casi nadie se atrevía a cuestionar las » bondades » de la globalización neoliberal. Cuando la menor crítica al neoliberalismo era tachada, como mínimo, de insensata. La teoría neoliberal, cuyos rasgos fundamentales habían sido desvelados […]

Attac (Asociación para la Tasación de las Transacciones financieras para Ayuda al Ciudadano) surgió en un momento en el que casi nadie se atrevía a cuestionar las » bondades » de la globalización neoliberal. Cuando la menor crítica al neoliberalismo era tachada, como mínimo, de insensata. La teoría neoliberal, cuyos rasgos fundamentales habían sido desvelados por Pierre Bourdieu ( La esencia del liberalismo ) y Susan George ( Breve historia del neoliberalismo ), se presentaba como la única receta económica posible para asegurar el crecimiento económico universal y, por añadidura, el aumento del nivel de vida general. En definitiva, era la puesta al día del dejar hacer,dejar pasar decimonónico, pero ésta vez extendido no sólo a la pasividad del Estado, sino tambi ‘e9n al silencio del pensamiento crítico y de la opinión social.

El tiempo, las sucesivas crisis financieras provocadas por las políticas neoliberales y el aumento de las desigualdades nacionales y sociales han demostrado que la ideología neoliberal provoca más problemas de los que resuelve. Y no es de extrañar porque el neoliberalismo, al fin y al cabo, no es otra cosa que el recurso de las élites dominantes hipercapitalistas para maximizar el beneficio y con él la propia acumulación de capital.

Attac se propuso, pues, hacer frente a los excesos más escandalosos del capitalismo financiero globalizado. Modestamente. Poniendo chinas en el camino del neoliberalismo. Con propuestas como la Tasa Tobin, dirigida a obstaculizar los movimientos especulativos de capital y, de paso, obtener los recursos para reducir las desigualdades nacionales y sociales de rentas, o la s! upresión de los paraisos fiscales, lugares donde, como dice Jean ine Ziegler en su libro «Los nuevos amos del mundo «,» se ha llegado casi a lograr la simbiosis entre capitales de origen legal y capitales de origen criminal «.

Este fue el principio de Attac. Pero, casi en seguida, se añadieron nuevas iniciativas. Attac participó en la creación del Foro Social Mundial de Porto Alegre ( Brasil ), verdadera réplica del Foro Económico Mundial de Davos ( Suiza ). Y si de este surgieron las consignas e iniciativas a favor de la globalización neoliberal, de aquel partió la estimulante idea de que otro mundo es posible, pensamiento que desafiaba la visión de un único mundo posible neoliberal y que obligaba, a quienes lo compartían, a debatir las medidas y los caminos para alcanzar otro mundo mejor posible, utópico, pero no quimérico.

De Porto Alegre se derivó también la fe en la vía de la democracia participativa, como camino p! ara la construcción de un mundo mejor en todos los rincones del planeta. Y, finalmente, Attac asumió, como propias, la lucha contra la guerra neoimperialista; la defensa del carácter público, estatal, de servicios como la educación, la sanidad y la seguridad social, objetivos permanentes de la agenda privatizadora neoliberal; el rechazo al ALCA ( Área de Libre Comercio de las Américas ), ionstrumento de dominación comercial del capital estadounidense sobre América Latina y la exigencia de una Unión Europea basada no en el objetivo neoliberal de la competitividad, sino en los valores de la cooperación y la solidaridad, fines aparentemente dispersos, pero unidos, casi todos, por el hilo conductor del combate contra el pensamiento único neoliberal.

Ese ha sido, a grandes rasgos, el devenir de Attac antes de alcanzar sus seis años de existencia. Queda por saber si además de querer ser una vacuna contra el virus neoliberal, como la definió Bernard Cassen, uno de sus fundadores, llegará a plantear nuevas iniciativas que, con las del conjunto de movimiento altermundista, acerquen el comienzo de ese otro mundo más justo que la inmensa mayoría de la humanidad reclama.