La 4a edición del Foro Social Europeo (FSE) comenzó el jueves 4 de mayo, en Atenas con una asistencia muy importante de delegados de Europa central y del este. Los dos macro-recintos donde se llevan a cabo todas las actividades vinculadas al FSE, en las afueras de la ciudad y al lado del mar, se […]
La 4a edición del Foro Social Europeo (FSE) comenzó el jueves 4 de mayo, en Atenas con una asistencia muy importante de delegados de Europa central y del este. Los dos macro-recintos donde se llevan a cabo todas las actividades vinculadas al FSE, en las afueras de la ciudad y al lado del mar, se empezaron a llenar de gente.
En total se realizarán 210 seminarios, resultado de un proceso de unificación de más de 900 propuestas, y en el mismo recinto se llevarán a cabo una gran diversidad de conciertos y actividades culturales.
El 3 de mayo, por la noche, en el centro de Atenas se celebró el concierto anti-racista de inauguración del evento, donde los grupos de inmigrantes tuvieron un papel destacado. El FSE ya está en marcha. Un Foro marcado por un perfil militante, donde a diferencia de eventos anteriores, el FSE se ha llevado a cabo sin apoyo institucional ni de las autoridades locales. Una parte importante de la financiación del foro proviene de las contribuciones de los grandes sindicatos y de algún partido de izquierdas. Otro elemento destacado es la voluntad llevar a la práctica, en el mismo Foro, alternativas concretas. Así, la infraestructura informática cuenta, íntegramente, con software libre; los puntos de comida son gestionados por organizaciones de economía solidaria; el sistema de recogida de basura se realiza a partir de criterios de reciclaje; e incluso se ha elaborado una moneda propia para el FSE, aunque su uso no está del todo generalizado.
Los organizadores prevén una asistencia importante de activistas de varios países europeos. Una parte de los asistentes se aloja en los macro-angares anexos al recinto del FSE, con una capacidad para 900 asistentes, y los organizadores ya están buscando nuevas ubicaciones ya que estos han quedado totalmente desbordados.
Posiblemente este Foro será el que contará con una mayor apertura hacia los países del este, donde la vinculación con el FSE era, hasta el momento, más débil. Un ejemplo es la delegación turca que cuenta con más de mil personas. Por el contrario países con mayor tradición de participación en el evento reducirán, previsiblemente, el número de participantes, debido, en parte, al coste del transporte y a la distancia entre estos y Grecia.
Como es habitual, el Foro contará con sus ‘alteregos’. En concreto, están previstos cuatro eventos alternativos, desde los que defienden ‘un pie dentro y un pie fuera’ y que han constituido el Autonomous Playground, al lado de recinto del FSE, hasta los que critican frontalmente la iniciativa como los Espacios Autónomos, los grupos anarquistas y los que organizan los Encuentros Anticapitalistas y Antimperialistas, todos ellos en el centro de la ciudad y en zonas alejadas del Foro.
Aun es pronto para saber cual será el impacto concreto del Foro en la coordinación europea de los movimientos sociales. Mas allá del evento en sí, que como siempre constituye un buen momento de encuentro de activistas de varios países y sirve para dar energía, el reto de los movimientos europeos es avanzar en la articulación continental de las luchas y fortalecer las distintas redes temáticas que en los últimos anos han ido apareciendo.
– Esther Vivas es integrante de SODEPAZ (España)