Entrevista a Mimoun Rahmani, investigador económico marroquí y miembro de ATTAC
Fue el Magreb quien solicitó repetir el lugar. La solidaridad internacional, más que nunca indispensable.
La primavera árabe vive una cierta frustración y retroceso. Con esta perspectiva la próxima edición del Foro Social Mundial que se realizará nuevamente en la capital de Túnez entre el 24 y el 28 de marzo del 2015 redobla su importancia. «Es necesario aumentar el nivel de conciencia de los ciudadanos para movilizar más en contra de las injusticias, de las desigualdades y en favor de la libertad y la dignidad de nuestros pueblos», enfatiza el investigador económico marroquí Mimoun Rahmani, 46 años, miembro activo del Foro Social del Magreb. Rahmani es también un importante analista político y social de la región; militante de ATTAC (movimiento a favor de la aplicación de una Tasa Tobin para sancionar los capitales especulativos internacionales) y miembro del grupo de coordinación del Comité por la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo/ África (CADTM). Entrevista exclusiva.
Pregunta: El FSM se realizará de nuevo en Túnez en la última semana de marzo del año próximo. ¿Por qué repetir el mismo lugar que en 2013? ¿De dónde nació la propuesta?
MR: Sin duda alguna el FSM de Túnez en 2013 fue una de las ediciones de mayor éxito desde su nacimiento en el 2001 en Porto Alegre, Brasil. Y fue el mejor cónclave de esta naturaleza de los que se efectuaron hasta ahora en África (ndr: Kenia y Senegal). El proceso revolucionario y los levantamientos populares que se dieron en diversos países árabes han tenido una gran importancia. Por otra parte, el Consejo Internacional (ndr: instancia facilitadora del FSM), luego de la edición tunecina del 2013 hizo un balance muy positivo. También fue positiva la evaluación que en septiembre del 2013, en Túnez, hiciera el Comité de seguimiento del Foro Social del Magreb. Ambas instancias propusieron reflexionar a las organizaciones de esa zona del norte de África en general y a las tunecinas en particular, sobre una nueva candidatura para el 2015, para recibir por segunda vez consecutiva al FSM. Finalmente, en diciembre del 2013 en Casablanca, el Consejo Internacional tomó la decisión de realizar la edición 2015 en la capital tunecina. Y ahora la preparación de la misma entra en su fase decisiva…
P: ¿Cuál es la visión desde el Magreb de lo que representa el Foro Social Mundial casi quince años después del nacimiento de este nuevo espacio de confluencia de la sociedad civil internacional?
MR: El Foro es un espacio plural y diversificado pero también es un proceso que se desarrolla en el tiempo, con sus altos y bajos. No es un simple evento formal y en el mismo los movimientos sociales constituyen uno de los componentes esenciales de esta dinámica. En ese sentido, su presencia y participación activa es doblemente importante. Por una parte son dichos movimientos los que le fan fuerza al Foro y a su expansión. Por otra parte, es el Foro en sí mismo, en tanto espacio, el que permite a los movimientos sociales de hacer converger sus luchas específicas, rompiendo así el aislamiento de esas experiencias esenciales. Potencializando las articulaciones necesarias para que esas experiencias refuercen una lucha común contra el neoliberalismo y, en una forma general, contra la globalización capitalista. Es decir, una convergencia que tienda a modificar la relación de fuerzas a nivel mundial.
P: Insisto…: ¿el FSM entendido como un espacio abierto y convergente de la sociedad civil mundial?
MR: Pienso que el FSM no debe limitarse a ser » el espacio abierto de reflexión, debate de ideas democráticas, formulación de proposiciones, intercambio de experiencias», tal como lo define su Carta de Principios. Debe también hacer visible las luchas sociales y jugar un rol de catalizador de esas luchas. Si no, no tiene mucha razón de existir. Y de ahí la importancia capital de movilizar más y más a los movimientos sociales tunecinos, magrebíes, africanos y de otras regiones del mundo para esta próxima edición 2015. El éxito del nuevo FSM dependerá, una vez más, de la participación activa de dichos movimientos sociales, de las organizaciones en lucha, de los campesinos y trabajadores, de los estudiantes, de los desempleados, de los jóvenes, de las mujeres, de los excluidos y marginalizados.
P: La dinámica post-primavera árabe en el norte de África vive un cierto retroceso… ¿Cuál es su interpretación sobre esa situación contextual regional en el marco de la cual se realizará el Foro 2015?
MR: Si los levantamientos populares en 2011 lograron tumbar las cabezas de los regímenes en Túnez y Egipto, no lograron sin embargo la derrota de los regímenes mismos. Si permitieron realizar algunos cambios pequeños en otros países árabes como Marruecos, no lograron que se introduzcan cambios políticos y económicos profundos. El proceso revolucionario es largo y necesita tiempo, energía y determinación. Al decir del Che Guevara, «En una revolución se triunfa o se muere». Lamentablemente no se ve en ningún país de la región una fuerza política capaz de conducir un proceso revolucionario. Los gobiernos instalados, electos o impuestos, no promueven políticas para cambios que rompan con el pasado. En otras palabras, se repiten hoy las mismas opciones económicas neoliberales que antes; las mismas políticas públicas; y orientaciones semejantes dictadas por las instituciones financieras internacionales (Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial). En síntesis, se percibe hoy el mismo marco asfixiante o incluso peor, que el que desencadenó los levantamientos populares en la región a partir del 2011. En ese sentido, la nueva edición del Foro Social Mundial a realizarse en nuestra región es más que importante. Es necesaria en la medida en que permitirá, entre otras cosas, elevar el nivel de conciencia de los ciudadanos en la perspectiva de movilizarse más para enfrentar las injusticias y las desigualdades crecientes y a favor de la libertad y la dignidad de los pueblos.
P: Entre el 30 de octubre et le 1 er de noviembre próximos, el Consejo Internacional del FSM, en tanto que instancia facilitadora del mismo, va a realizar un encuentro trascendente para la organización del evento de marzo próximo. Posiblemente defina también los ejes temáticos de Túnez 2015. ¿Desde su perspectiva magrebí, cuáles deberían ser esos contenidos esenciales?
MR: Como el Foro es un espacio muy diverso y como las actividades son auto-gestionadas, seguramente habrá una gran paleta de temáticas a discutir. Sin embargo, el contexto regional e internacional hace que ciertos ejes sean más prioritarios. A nivel regional, en primer lugar, el proceso revolucionario en curso, en particular en Túnez (ya que el mismo fue abortado en Egipto y en otros lugares). El FSM será una buena oportunidad para los movimientos sociales para hacer el balance de esos procesos. Otras temáticas estarán en el orden del día, entre ellas, el Islam político; los conflictos; la guerra y militarización; los derechos humanos y la libre expresión y opinión (teniendo en cuenta la persecución de militantes y activistas en la región) etc.
A nivel internacional, el contexto está profundamente marcado por la continuidad de la crisis global y sus consecuencias para la población tanto en el Norte como en el Sur: austeridad y planes de shock, la deuda, los acuerdos de libre cambio (acuerdo trasatlántico, entre Europa y las naciones del Mediterráneo; acuerdos de relaciones de contrapartes económicas- como el APE- entre la Unión Europea y ciertos países del África del oeste etc.). Y, por supuesto, la temática sensitiva sobre el clima que constituirá un centro de atención trascendente en el FSM 2015. Foro que deberá marcar un escalón importante en la preparación de las movilizaciones internacionales en torno a la Cumbre de la COP21 sobre el clima prevista para fin del 2015 en París .
P: ¿Qué podría hacer la comunidad internacional comprometida para reforzar la presencia de los movimientos sociales de la región magrebí?
MR: La solidaridad internacional es un imperativo. Deberá manifestarse en todo momento, expresando su apoyo a las diferentes luchas de los movimientos contra la injusticia, el racismo, o contra la represión por parte de las autoridades que buscan criminalizar a los movimientos sociales. Y exigir el pleno ejercicio de los derechos fundamentales, entre ellos a favor de la libertad de expresión y opinión. Es a través de este ejercicio solidario entre el Norte y el Sur que se podrá sostener y dar coraje a los movimientos sociales e implicarlos activamente en los Foros Sociales.
Es fundamental la solidaridad con las mujeres víctimas de estafas en los microcréditos en el sur de Marruecos o con las 595 mujeres de la función pública en lucha desde hace 11 meses contra su licenciamiento debido a medidas de austeridad impuestas por el Gobierno greco bajo tutela de las instituciones financieras internacionales y de la Unión Europea. O incluso la solidaridad con los jóvenes desempleados del sur de Túnez que estuvieron al origen mismo de la revolución y que sufren siempre los efectos de las políticas ultra liberales aplicadas por el Gobierno provisorio.
Es este tipo de solidaridad que necesitan los movimientos y que, eventualmente, podrá facilitarles de participar en el FSM 2015. Es importante que los organizadores del FSM aseguren ciertos recursos financieros para apoyar la presencia de estos movimientos e incluso, por qué no, de organizar una caravana que empiece en el sur de Túnez, parando en diferentes ciudades y localidades, para llegar a la capital el día de la apertura, el 24 de marzo. En esa caravana podrían participar delegados de las organizaciones y movimientos sociales del Magreb y a nivel internacional.
Insisto, el gran desafío de esta 2da edición del Foro en Túnez será la capacidad de movilizar y asegurar la presencia de los movimientos sociales.
P: ¿En qué medida las próximas elecciones a realizarse en Túnez el 26 de octubre puede amenazar o complicar la realización del FSM?
MR: El Gobierno tunecino ha expresado su acuerdo para que el FSM se realice en su país. El Comité local de organización está en discusión con las autoridades y el FSM se realizará, al igual que en el 2013, en el cómodo y extenso campus universitario de Al Manar. Pienso que el Gobierno que surgirá de las elecciones legislativas de la última semana de octubre, sea cual fuere su composición, no va querer poner en cuestión la realización del FSM. ¡Que aportará, incluso, ganancias económicas al país! Adicionalmente, estoy convencido que el FSM debe ser considerado como una conquista de los movimientos sociales. Cualquier eventual intento de prohibirlo debería ser enérgicamente condenado por el movimiento altermundialista que debería lanzar una amplia movilización internacional. El espacio del FSM pertenece al movimiento altermundialista en su conjunto quien debe apropiárselo efectivamente.
El FSM, de Túnez en 2015 a Montreal en 2016
Nacido en 2001 en Porto Alegre, Brasil, el Foro Social Mundial se ha realizado hasta ahora cinco veces en ese país sudamericano (2001, 2002 y 2003 y 2005 en Porto Alegre y 2009 en Belém de Para). Dos veces en África subsahariana (en 2007, en Nairobi, y en 2011 en Dakar), una vez en India (Mumbai, 2004) y la última edición en Túnez en 2013. Participaron allí más de 60 mil representantes de 4.500 organizaciones de 128 países. La próxima edición, entre el 24 y el 28 de marzo del 2015 nuevamente es convocada en la capital tunecina. La iniciativa de los organizadores magrebíes va de la mano de una propuesta más amplia denominada Quebec-Túnez, coordinada con la militancia canadiense, y que abarca el proceso del Foro para 2015 y 2016. La misma prevé la realización del FSM siguiente, en agosto 2016, en Montreal, Canadá. Falta todavía la decisión última del Consejo Internacional sobre la iniciativa canadiense.
Colaboración de prensa E-CHANGER/COMUNDO, organización de cooperación solidaria activamente presente en el FSM y co-organizadora de las delegaciones suizas a los FSM.
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