«..si bien mi gobierno acatará los fallos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y del Tribunal Constitucional, no permanecerá impasible ante el desafío de la subversión.» Alejandro Toledo, diario La República, 07-11.Es vox populi que la Administración Toledo es una de las más antipopulares de la historia peruana. Continuando con la aplicación del modelo […]
«..si bien mi gobierno acatará los fallos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y del Tribunal Constitucional, no permanecerá impasible ante el desafío de la subversión.»
Alejandro Toledo, diario La República, 07-11.
Es vox populi que la Administración Toledo es una de las más antipopulares de la historia peruana. Continuando con la aplicación del modelo neoliberal-capitalista, las demandas del pueblo trabajador peruano son la última rueda del coche. Frente a tal situación, la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) ha convocado a una movilización nacional contra el modelo fondomonetarista para el 25 de noviembre. El gobierno responde apelando al método del terror, al estilo Bush, haciendo una cortina de humo del juicio civil a Abimael Guzmán con el objetivo de disipar la crisis política y social.
Un gobierno y un sistema político en crisis que apela al «terrorismo», estilo Bush, para mantenerse en el poder.
«Las instituciones en el Perú, que duda cabe, viven una seria crisis de credibilidad. Esta es evidente en la política, donde, a pesar de tener ciertos logros macroeconómicos, el presidente ha vuelto a bajar por debajo del 10% de apoyo, según una encuesta reciente», declara Nelson Manrique, sociólogo y analista político peruano (diario Perú21, 31-09).
Y esto es cierto. Al igual que en el tristemente recordado gobierno Gonista, Toledo sigue sus mismos pasos al aplicar un modelo que ha fracasado en toda la región. En este sentido privatizó el gas de Camisea y la hidroeléctrica Las Bambas, en Apurímac. Ahora intenta privatizar el agua, las pensiones, lo que queda de PetroPerú, etc.
Pero esto es posible gracias al aval que ha tenido por parte de los partidos políticos sistémicos en el Congreso como la Alianza Popular por la Revolución Americana (APRA), Unidad Nacional (UN), etc.; quienes fueron parte de la aplicación de leyes pro-imperialistas de la Casa de Pizarro.
Para entender la situación, vale la pena citar nuevamente a Nelson Manrique: «Hasta hace algún tiempo algunos reductos, como la Iglesia y la prensa, parecían estar relativamente a salvo de la crisis. Pero también ellos se han visto amenazados por los acontecimientos recientes. El tema de las cartas fraguadas contra el cardenal Cipriani (compinche de la dictadura), llevadas al Vaticano por el señor Olivera (actual embajador del Perú en España, y líder del Frente Independiente Moralizador, aliado del oficialismo), puso a la luz los enfrentamientos entre prelados de la Iglesia que han mellado la imagen de armonía que proyectaba la jerarquía eclesiástica. Aunque la situación no reviste la gravedad de lo que sucede en otras instituciones, la evolución de los acontecimientos es en sí preocupante.»–. Luego continúa: «En el caso de la prensa, los enfrentamientos que durante las últimas semanas han protagonizado algunos de los más importantes periodistas políticos de la televisión,
lejos de incrementar la credibilidad de alguno, han afectado la de todos. Según las encuestas de opinión, tres cuarta partes de los peruanos consideran hoy que los periodistas manipulan la información política.».
Es debido a esta crisis social y política que atraviesa el gobierno que este se ve en la necesidad de apelar al terrorismo, estilo Bush. En este sentido supo aprovechar bien el juicio público a Abimael Guzmán, líder de Sendero Luminoso, el día 05 de noviembre.
El día del juicio a Abimael.
«Fue un espectáculo, antes que un juicio público. Un show que despintó a la justicia y puso en evidencia que Abimael Guzmán intentará utilizar su proceso público para repetir sus trasnochadas ideas maoístas y sacar provecho para sus fines terroristas…» redacta el periódico La República el 06 de noviembre. Luego continúa, «La primera audiencia del juicio a Guzmán y la cúpula de Sendero Luminoso fue suspendida a los 65 minutos de haber comenzado, luego de que los terroristas empezaron a lanzar arengas a favor de la lucha armada» (Al mismo tiempo en Yurimaguas se realizaba un levantamiento popular contra el gobierno de Toledo por la construcción de una carretera. Sin embargo, para la prensa burguesa peruana que se jacta de «veraz» brillo por su ausencia esta noticia, tan o mas relevante que el juicio a Abimael. De este modo muestra elocuentemente el carácter político de clase de este periodismo falaz, mezquino y capitalista).
De manera «coincidente», horas antes del inicio del juicio, la ciudad de Aucayacu, en Tingo María, amaneció con trapos rojos con la hoz y el martillo colocados presuntamente por seguidores de Abimael Guzmán.
Del mismo modo, en la noche del jueves y en la alejada ciudad selvática de Tabalosos, en San Martín, una supuesta columna senderista, de aproximadamente treinta hombres armados, tomó por breves minutos la Plaza de Armas. En su presentación ante la prensa en traje de presidiario, Guzmán aprovechó para lanzar un encendido discurso en el que, entre otras cosas, señaló que su captura era solo un «recodo en el camino» (La República, 06-11).
Al siguiente día el Ejecutivo dio un Mensaje a la Nación: «No puedo permanecer indiferente ante el bochornoso espectáculo ofrecido por los cabecillas terroristas que desafiaron al Poder Judicial y ofendieron la memoria del pueblo», esgrimió el mandatario. Luego añadió: «Si bien mi gobierno acatará los fallos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y del Tribunal Constitucional, no permanecerá impasible ante el desafío de la subversión» mostrando así postura de mano dura «antiterrorista».
Entre las medidas a tomar, está la realización de juicios sumarios, firmeza y «cadena perpetua para los cabecillas terroristas»,etc.
Durante los días posteriores, los titulares de los periódicos tratan el tema del juicio a Guzmán y el «terrorismo». Al día siguiente, Alan García, el genocida, ha planteado al fujimontesinismo y la clase dominante peruana la necesidad de la «unidad antiterrorista».
Lo cierto es que Sendero Luminoso trata de aprovechar el juicio para construir su organización, pero con una estrategia diferente: la libertad de sus presos y llegar al poder a través del parlamento. Buena parte de sus huestes se encuentran en la cárcel todavía. Y la fracción «Proseguir», al igual que la de Abimael Guzmán, siguen la línea de la «solución política», dentro del marco del Acuerdo de Paz, firmado por el líder maoísta con la dictadura fujimorista.
Pero tras la cortina, las excusas para argumentar que las protestas están infiltradas por «terroristas» y así reprimirlas, justifican el encarcelamiento de dirigentes populares, como los de Ilave, del Sindicato de Maestros, de los Frentes de Defensa de Yurimaguas, estudiantes, etc. Otro ejemplo claro es la sentencia a diez años de prisión a Nelson Palomino, dirigente cocalero, por movilizar a sus bases. Y el objetivo es disipar la corrupción, que involucra al Presidente y a su familia; y la crisis económica intrínseca, que envuelve a su Gobierno represor.
La situación económica y el presupuesto para el 2005.
La actividad productiva en el Perú aumentó un 4,41% entre enero y septiembre pasados, respecto al mismo período del 2003, según un informe del Instituto Nacional de Estadística e Informática INEI). Este incremento de la producción fue de 4,05 por ciento en los últimos doce meses, debido a una mayor demanda exterior de productos textiles y mineros. A esto hay que agregar la creación del Impuesto a las Transacciones Financieras (ITF) y la de otros impuestos como el Impuesto Selectivo al Consumo y el Extraordinario de Solidaridad (esta política tributaria esta diseñada por el Toledismo y el FMI, con el objetivo de ajustar a los trabajadores y frenar el déficit fiscal).
Este crecimiento se vio reflejado en el aumento del presupuesto general de la República para el 2005. El presupuesto llega a 49 387 millones de nuevos soles. La distribución seria la siguiente: 77.5% para el gobierno nacional; mientras que el 15:7% sería para los gobiernos regionales y el 6.8% para los locales (el endeudamiento externo fijado para el 2005 asciende a US $2 mil 650 millones como máximo. Para el caso del endeudamiento interno será de S/. 3 mil 866 millones como máximo).
Sin embargo, este crecimiento no «chorrea» a los pobres bolsillos de la clase trabajadora y se concentra en las manos de los capitalistas y burócratas peruanos y extranjeros, recordemos que la minera Yanacocha ha subido en tales circunstancias, el 40% de sus utilidades, por ejemplo.
Por otro lado, el 54% de la población continúa siendo pobre, mientras el hambre aumenta en 9%. En Lima (con nueve millones de habitantes), la planilla salarial ha caído drásticamente. A nivel nacional, el sector agrario registró una caída de 2.6%, respecto al mismo periodo del año pasado. La ilegítima deuda externa aumentó de 19 000 millones en 1990 a más de 30 000 millones en el 2004, absorbiendo el 27% del presupuesto nacional para el 2005. Cada año se incorporan al mercado del desempleo 380 000 jóvenes peruanos (según el INEI).
Todo esto, aunado a la ya no tan reciente baja del dólar a nivel mundial, ha generado una inflación del 10%, incidiendo en un aumento del precio de los productos básicos entre el 5 y 10%.
Son estas y otras razones, como la construcción de carreteras en la selva o la erradicación forzosa de la hoja de coca en la sierra, que han conllevado a nuevos conflictos sociales en todo el Perú. En Puno, en los enfrentamientos de la quincena de Octubre tres cocaleros fueron muertos producto de la represión. En Yurimaguas, sucedió un levantamiento social que obligó al Gobierno a declarar en «Estado de Sitio» el departamento. Actualmente hay cerca de cinco departamentos bajo estado de sitio. Además, se han realizado movilizaciones y paros contundentes en Arequipa, Tacna, Lambayeque, etc. contra el alza de los combustibles.
La CGTP convoca a una movilización nacional mientras sigue en el Acuerdo Nacional.
Toda esta convulsión social que se vive en el país, ha logrado que las bases de la CGTP presionen a su dirección para que convoque a una movilización nacional para el 25 noviembre contra el modelo neoliberal. Una jornada de protesta con la estrategia de seguir en el Acuerdo Nacional, financiado por el Imperialismo, y pedir a Toledo que solucione la crisis social.
Lo cual es completamente contraproducente, porque solicitarle a Toledo que de respuesta al problema social es como pedirle a Bush que haga la paz. La administración Toledo está atada de pies y manos al Imperialismo. Es este último el que lo sostiene.
La Perspectiva.
Lo cierto es que la mano que le da la dirección nacional de la CGTP a Toledo (al participar del Acuerdo Nacional y así sostenerlo en el poder) en cualquier momento se puede caer. Por un lado, porque los destapes de corrupción capitalista van a continuar y es probable que por allí salga el vladivideo de Toledo. Y por otro lado, porque este gobierno necesita 8 000 millones de soles, aproximadamente, para poder solucionar las demandas sociales. Sin embargo, su carácter pro-imperialista le hace privilegiar sus compromisos con el FMI como el pago de la colonizadora deuda externa, la privatización de nuestras empresas eléctricas, la política de erradicación forzosa de la hoja de coca, etc., que lo único que logrará es echar más leña al fuego, como ya lo viene haciendo.
Por lo tanto, la perspectiva es que la lucha de clases continuará en ascenso con nuevos levantamientos y rebeliones populares (como la del glorioso pueblo de Bambamarca que paró a la transnacional minera Yanacocha o el de Yurimaguas en la Selva), que son los temblores que avizoran el gran terremoto que puede sacudir al Perú, la región andina, Latinoamérica y el mundo.
Cesar Zelada es militante de la organización Fuerza de Izquierda Socialista, coordinador de la Campaña Internacional Manos Fuera de Venezuela y prisionero político en Bolivia.