«Promover la esperanza en que otro mundo es posible»
Militante político «reconvertido» activamente en el movimiento social, Francisco «Chico» Whitaker fue uno de los co-fundadores del Foro Social Mundial (FSM) de Porto Alegre en 2001. Desde entonces defiende el concepto del FSM como un «espacio abierto», alimentando con su reflexión el debate siempre vigente sobre los desafíos del altermundialismo y los métodos organizativos del mismo. Galardonado con el Premio Nobel alternativo en el 2006, Chico Whitaker visitará Europa en octubre próximo.
P: ¿Un nuevo FSM centralizado a nivel mundial en 2009?
R: Así es. El Consejo Internacional -principal instancia facilitadora del Foro- decidió a fines de mayo en Berlín que esa nueva edición se realice en Belem do Pará, en la región amazónica de Brasil. Ya se ha comenzado a trabajar en su organización.
2009: EL FSM EN EL AMAZONAS
P: ¿Había otros lugares que se presentaban como candidatos? ¿ Por qué de nuevo en Brasil?
R: Existió también la propuesta que se repitiera nuevamente en 2009 en África. Finalmente se decidió que se convoque en Belem de Pará, no tanto por el hecho que sea Brasil sino, sobre todo, por ser un lugar muy significativo de la amplia región amazónica que integra a varios países de la región. Y por lo tanto, portador de un particular valor simbólico en cuanto al tema climático. No significa que el Foro va a ser solamente ambientalista. Pero la realidad ecológica del planeta es tan angustiante que merece un tratamiento particular…La idea es volver en 2010 o 2011 al África y luego pensar seriamente en Asia como continente organizador.
P: ¿Tendrá esa región amazónica la fuerza para realizar un evento mundial?
R: Sin duda. Ya hay numerosos organizaciones y movimientos que han comenzado a reunirse para avanzar en la preparación. Por otra parte, las organizaciones de dicha región tienen ya una rica experiencia en la organización de los Foros Panamazónicos. Y para reforzar los preparativos el Consejo Internacional se realizará su próxima reunión, a fines de octubre, en Belem.
2008: UN FORMATO DISTINTO
P: ¿Que pasará entonces con el FSM en el 2008?
R: Tendrá un formato muy distinto. No será un foro centralizado ni tampoco un evento policéntrico como en el 2006. Está previsto una multiplicación de actividades de todo tipo, en todo el mundo. La idea es convocar para el 26 de enero un día de acción global, para que todas esas iniciativas puedan ser más visibles y el impacto de las mismas sea más efectivo. Por ejemplo, en San Pablo, Brasil, se prepara una gran feria de acciones para cambiar el mundo; en Río de Janeiro un gran festival en la playa; en Cataluña un Foro Social; otro en el Magreb; en Francia se multiplicarán los foros locales…A cada uno según su iniciativa, creatividad y posibilidades.
ESPACIO O MOVIMIENTO
P: ¿Cuáles son los temas conceptuales de fondo que siguen debatiendo los actores del FSM medio año después de concluida la última edición de Nairobi, Kenya?
R: Se continúa dando un debate muy importante, de fondo, que prácticamente existe desde la creación misma del FSM. En torno a la naturaleza del FSM como un espacio abierto – tesis que defiendo con convicción-, o de un movimiento internacional. No faltan voces dentro mismo del Foro que argumentan que * debe levantarse campamento y dejar sitio para nuevos modos de organización global de la resistencia y la transformación*, tal como lo sugiere Walden Bello en un artículo post-Nairobi. Pero muchos actores sociales, organizaciones y redes en general seguimos convencidos del rol del Foro en tanto espacio que sirve para construir nuevos modos de organización global de la resistencia. Con una única limitación: que nadie pretenda imponer su propia visión o concepción a todos los otros actores; ni hablar en nombre de todos los otros participantes; ni exigir que el FSM como tal asuma las posiciones de una parte del mismo.
P: Más allá de este tema esencial, ¿dónde se encuentra, según su valoración, el *gran* desafío actual del FSM?
R: El de conseguir que las grandes mayorías de la población mundial se apropien, se identifiquen, coincidan con el mensaje que nosotros, organizadores y participantes del FSM estamos repitiendo desde el 2001, es decir que otro mundo es posible. Es evidente que las minorías que ostentan el poder no quieren que el mundo cambie. Y es también claro que esas mayorías, quisieran un cambio pero no siempre están persuadidas que ese cambio sea posible.
En ese sentido, hay dos retos fundamentales. Por una parte, mejorar la comunicación del FSM hacia afuera, en cuanto a nuestra fuerza, a la necesidad y a la posibilidad del cambio. Por otra parte, debemos activar la esperanza. Fortalecer el convencimiento del cambio para que otros también crean en él.
P: ¿Sigue siendo optimista, como siempre, en el futuro de este proceso?
R: Sin duda el proceso en marcha *pegó* como se dice popularmente, tiene su impacto. Se va multiplicando en foros nacionales, regionales, locales, temáticos.
En Nairobi, en África, en enero pasado, el FSM permitió que organizaciones de la sociedad civil de todos los países de ese continente pudieran reunirse y encontrarse por primera vez en la historia, para conocerse mejor, intercambiar experiencias, descubrir convergencias. En junio se realizó el primer Foro Social Norteamericano; a fines de agosto uno en Québec y así sucesivamente… Iniciativas similares existen en muchos países, regiones y continentes. La apuesta es de poder organizarlos efectivamente como espacios abiertos, incubadores de nuevas acciones y campañas articuladas a nivel mundial para superar la lógica hegemónica en el mundo que postula el imperio del dinero.