El Kremlin criticó el viernes el lanzamiento de un misil balístico de emplazamiento terrestre realizado por Estados Unidos la víspera, al afirmar que esto prueba una vez más que Washington buscó deliberadamente abandonar el Tratado sobre misiles de corto y mediano alcance (INF). «Hemos dicho en diversas ocasiones que EE.UU. se preparó para violar los […]
El Kremlin criticó el viernes el lanzamiento de un misil balístico de emplazamiento terrestre realizado por Estados Unidos la víspera, al afirmar que esto prueba una vez más que Washington buscó deliberadamente abandonar el Tratado sobre misiles de corto y mediano alcance (INF).
«Hemos dicho en diversas ocasiones que EE.UU. se preparó para violar los términos del Tratado INF. Esta prueba confirma elocuentemente que el Tratado fue cancelado por iniciativa estadounidense», señaló el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Peskov añadió que no podía «comentar de algún modo» este lanzamiento «desde el punto de vista técnico y de las características tácticas del misil».
El Pentágono anunció la víspera el lanzamiento de un misil balístico que impactó a más de 500 kilómetros, una prueba que hubiese estado prohibida bajo el tratado INF, del que el presidente, Donald Trump, retiró a Estados Unidos en agosto.
Se trata del segundo test de un misil con estas características que realiza el Pentágono tras la salida del Tratado.
El primero fue con un misil de crucero, también desde California, el pasado 19 de agosto, pocos días después de abandonar el tratado.
El tratado fue suscrito por EE.UU. y Rusia (entonces la Unión Soviética) en 1987 y estipulaba la destrucción por parte de los firmantes de los misiles balísticos y de crucero lanzados desde tierra de corto y mediano alcance, es decir, con rangos de entre 500 y 5.500 kilómetros.
Washington se retiró del tratado después de denunciar la negativa de Moscú de destruir un misil de crucero Novator 9M729 (SSC-8, según la clasificación de la OTAN) que, según EE.UU., viola las condiciones del pacto al tener un alcance de más de 500 kilómetros.
Rusia, por su parte, ha acusado a Estados Unidos de poner en peligro la seguridad de Europa y el sistema mundial de control de armamento por su salida del tratado, el primero de desarme de la Guerra Fría.