Segunda publicación de la serie de textos de la beca Rosalynn Carter, Salud mental y periodismo
Un esquizofrénico podría estar a su ladoi. Un titular sensacionalistaii, que reduce al individuo a su enfermedad, un texto sin contexto, estigmatizante y que generaliza sobre la supuesta agresividad de todas las personas con esta enfermedad, es un ejemplo claro de lo que se debe evitar al escribir sobre salud mental.
Y estos otros también lo son: Aranzuzu pueblo de bipolaresiii y 50% de los pilotos en Colombia sufrirían de depresióniv, éste último publicado cuando circulaban noticias del avión de Germanwingsv, que se estrelló en los Alpes, y concluían que la causa del accidente fue la depresión del copiloto.
En el caso del avión, Simon Wessely, presidente del Colegio Real de Psiquiatras del Reino Unido (Royal College of Psychiatrists) aseguró que afirmar que la depresión llevó a Andreas Lubitzvi a estrellar el avión «parece ser irresponsable y perjudicial», dado que «muchas personas son diagnosticadas con ese trastorno (…) lo cual no les impide ser profesores, abogados o médicos»vii.
El mayor error es establecer una relación causal entre la enfermedad mental de una persona y una acción dice Lawrence Kutner, psicólogo y director ejecutivo de Stanford Pre-Collegiate Studies, de la Universidad de Stanford.
«Él sufre de esquizofrenia… lo cual hace atacar a su vecino; hay muchas personas con esquizofrenia que no actúan violentamente. Ella se mató debido a su depresión, etcétera (…) es tan fácil simplificar, reducir, que los reporteros y editores lo hacen todo el tiempo», asegura.
Sin embargo, los medios pueden, y deben, jugar un papel importante en la reducción del daño a quienes tienen alguna enfermedad mental y no son tratados efectiva y humanamente.
«En muchas partes del mundo, la enfermedad mental sigue siendo vista como un déficit personal, un fracaso religioso, como una maldición», insiste Kutner.
Por ello es necesario informar con exactitud, incluir el contexto cultural y tratar temas como la culpa y la vergüenza sobre los cuales no se habla. «El problema es la pobre calidad al reportar la cual tiende a reforzar el estigma. Como consecuencia de esto, personas que necesitan ayuda se sienten avergonzadas (…) tal vez sientan culpables por su enfermedad mental, tal vez crean que nada se pueda hace (…) y son caricaturizadas como personas locas o chifladas, esto tiene profundas implicaciones en políticas públicas», finaliza Kutner.
A pesar de las generalizaciones y los estereotipos, las personas con esquizofrenia y depresión conviven con la enfermedad en diferentes maneras. «Muchos de los que experimentan un problema de salud mental están trabajando, sosteniendo a su familia y tratando de estar mejor», dice Melissa McCoy, consultora de medios y especializada en cobertura periodística en salud mental.
La forma como los medios reportanviii sobre salud mental tiene un enorme impacto en cómo la gente ve este asunto. «Otra falla común es tratar a las personas con enfermedades mentales como si fueran peligrosasix. La mayoría de las personas con enfermedades mentales nunca dañan a nadie, aunque a veces se dañan así mismos», sostiene McCoy.
En Estados Unidos, por citar un ejemplo, la incidencia de crímenes contra personas con enfermedades mentales es más de cuatro veces mayor que en el resto de la población; es decir que son víctimas de violencia y no perpetradoras como insinúan los mediosx.
Por su parte, la Doctora Glenda Wrenn, profesora asistente en psiquiatría y ciencias del comportamiento de la escuela de Medicina Morehouse en Atlanta sostiene que: «Yo creo que el error más común de los periodistas es no estar adecuadamente preparados para representar el tema. Ellos saltan al aspecto sensacionalista de la historia y pierden la oportunidad de abordar asuntos más profundos y apremiantes».
En opinión de Yahira Rossini Guzmán, jefa del área de salud mental de la Facultad de Medicina de la Universidad de La Sabana de Bogotá: «Los medios, en general, sí informan sobre salud mental, pero están muy sesgados hacia ciertos temas; además se relaciona cualquier tipo de enfermedad mental con delitos o con el suicidio y el consumo de sustancias (…).»
En los medios hay temas más representados que otros. «Los más frecuentes son la ansiedad y la depresión, el consumo de sustancias y los suicidios que son llamativos, pero pienso que estos temas se pueden ir desplazando», añade.
Representación de las personas
Al informar sobre salud mental, otras faltas que se cometen son no investigar y caricaturizar a las personas que viven con enfermedades y trastornos mentalesxi.
«Hay muchos expertos en estos campos que pueden proveer una variedad de voces y puntos de vista acerca de las historias. Entender la ciencia detrás de las enfermedades mentales es fundamental para hacer un buen reporte», afirma Arlene Notoro Morgan, asistente, de la Universidad de Temple, Escuela de Medios y Comunicación en Filadelfia.
Además es recomendable consultar varias fuentes y tener mucho cuidado con emitir una opinión personal y definir a la persona según su diagnóstico como ocurre en este texto: «Berenice es una bipolar bien creativa»xii«; emitir opiniones lleva a que la población generalice sobre las enfermedades.
La representación sensacionalista y superficial de las enfermedades hace que cualquier persona que tenga depresión, como ocurrió con la noticia del copiloto de Germanwingsxiii, se convierta en un peligro a pesar de que: «Muchas personas vamos a padecer un episodio depresivo en la vida, pero la gente va a consultar menos por temor a los comentarios», explica Yahira.
Otro aspecto fundamental al abordar la representación de las personas con enfermedades mentales es si es necesario exponerlas o no. La doctora Wrenn, explica que se requiere un permiso por parte de ellas. «Cuando nosotros escribimos sobre nuestros pacientes, hacemos lo necesario para conservar su anonimato, cambiamos los nombres. Es importante proteger la privacidad de las personas y prestar atención adicional cuando se habla de niños».
Los periodistas deben permitir que las personas cuenten su propia historia en sus propias palabras, si quieren hacerlo, y aceptar que alguien más esté presente, cuando ofrecen su testimonio, si eso las hace sentir más seguras.
Además, es necesario entrevistar a expertos psicólogos, psiquiatras, líderes de las comunidades sobre las cuales se está hablando tales como latinos, afrodescendientes, árabes, indígenas, etcétera.
En opinión de Melissa McCoy, hay tanto estigma relacionado con la enfermedad mental que cada persona que se entreviste y ayude a explicar lo que las personas experimentan es útil.
En igual sentido se expresa, Arlene Notoro: «Tener a alguien que dé su identidad y su testimonio agrega validez al relato pero es un tema muy sensible. En cada caso se debe determinar qué tan importante es usarlo, usar fuentes no identificadas, fotos que cubren los rostros o no usarlas definitivamente. Si se está haciendo un vídeo se debe ser muy inteligente al pensar cómo presentar a la persona».
Al informar sobre salud mental también es conveniente hablar de las teorías porque los profesionales en salud mental pueden ayudar al público a entender que ésta no es una falla de la persona y que las enfermedades mentales son tratables.
«Si la violencia causa traumas y las personas afectadas por la violencia desarrollan problemas mentales es un asunto de salud pública. Los problemas mentales deberían ser cubiertos como un problema de salud pública. Deben ser cubiertos no solo en lo individual, sino como un reto para la sociedad», precisa McCoy.
Información rigurosa
Al presentar a las personas es fundamental no hacer daño, no re-victimizar al ser descuidados con el trabajo. Asimismo es esencial incluir fuentes institucionales y no institucionales.
«Es muy importante decir la verdad. Si no conseguimos las voces desde todos los segmentos, no estamos contando toda la historia y sabemos que algunos grupos, por razones, históricas sufren más que otros», añade McCoy.
Se debe tener mucho cuidado con estos temas que son difíciles de entender. Unos años atrás, recuerda Arlene Notoro, leyó una historia acerca de dos adolescentes que se quitaron la vida.
Era una narración casi romántica, comenta. Dos semanas después otros adolescentes de esa comunidad quisieron hacer lo mismo pero, por fortuna, sus padres lo impidieron. «Esa historia estaba bien escrita, bien redactada pero no debió ser publicada nunca porque contribuía al problema», argumenta Montoro.
En este punto, Yahira Rossini insiste en que los medios podrían ayudar a explicar cómo tener una calidad de vida mejor si se piensa en la salud mental. Algunos temas que podrían ser tratados son: «prevención», calidad de sueño, manejo de estrés, sintomatología depresiva y ejemplos positivos sobre personas que se recuperan.
«También creo que es importante que los medios presenten a la audiencia los contextos, buscar la exactitud (…) encontrar mejores formas de comunicar; usar sus habilidades y su disciplina para reportar», agrega Glenda Wrenn.
Por su parte, Bill Lichtenstein, presidente de Lichtenstein Creative Media, Inc. opina que es un desacierto no cubrir la salud mental como se haría con otro asunto o enfermedad.
«Los reporteros se muestran reticentes a hacer preguntas difíciles, a confirmar los datos o poner las historias en contexto (…) una adecuada reportería, en cambio, ayuda a generar conciencia pública y entendimiento para reducir el estigma».
Salud mental y medios en Colombia
La salud mental en Colombia es una parte de nuestra historia a la cual no le prestan atención ni los medios ni sociedad en generalxiv, y esta es una causa, entre otras, por la cual aumenta la sintomatología. Pero no se puede hablar de un país enfermo, esquizofrénico ni hipertenso ni se puede generalizar argumenta Yahira Rossini.
Rosinni también hace un llamado para no estigmatizar, como lo hace este titular: «Enfermos mentales: ¿Una amenaza de seguridad»xv, y a no usar términos médicos para situaciones que no lo son, como ocurre en estos casos: «La relación bipolar de Colombia con Pablo Escobarxvi y «La Arquitectura esquizofrénicaxvii«, por ser esta una terminología humillante para las personas que viven con alguna enfermedad mental.
Entre tanto, Diego Rodríguez, director clínico de Heartland Alliance International (HAI) en Colombia, con presencia en Valle y Chocó, recomienda tener cuidado con los datos estadísticos, ir más allá de los números y darle más valor a lo cualitativo.
Además, opina que se debe reconocer que se ha banalizado la violencia, que nos hemos adaptado al trauma y es momento de sanar, de establecer relaciones sanas.
Por su parte, Daniel Macía, psicólogo y miembro del equipo de Salud mental de Médicos Sin Fronteras, (MSF) en Buenaventura cree que se debe evitar brindar información que confunda a la gente y que hable de «locura».
También sugiere no enfocarse demasiado en el evento traumático y profundizar en el afrontamiento comunitario, visibilizar cómo se recuperan las personas, plantear esa conversación.
En igual sentido se expresa Maritza Villarreal, psicóloga del Ministerio de Salud y Protección Social, quien explica que en Colombia la mayoría de las víctimas no presentan categorías diagnósticas y que es importante presentar los daños psicosociales en contexto y no como algo individual.
Asimismo, Dora Lancheros, psicóloga y directora de la Corporación Avre, que ofrece acompañamiento y atención psicosocial a las víctimas de la violencia política, asegura que la salud mental no es un asunto de locos.
«Lo que sentimos es normal en un contexto anormal (…) Es importante tratar el tema de salud mental como un asunto de interés publico, promover educación en riesgo y contextualizar siempre las experiencias», agrega.
Los medios de comunicación cumplen un papel primordial en los conceptos que las personas tienen con respecto a muchos temas, entre ellos la salud mental.
Por ello, Yahira Rossini asegura que el gran reto que tienen los medios de comunicación, es ayudar a todos, a los médicos, a los psiquiatras, a enseñarles a las personas con argumentos.
Notas:
* Guía en inglés para informar sobre salud mental: Carter Center, Journalism Resource Guide on Behavioral Health: http://www.cartercenter.org/resources/pdfs/health/mental_health/2015-journalism-resource-guide-on-behavioral-health.pdf
* Recomendación para los lectores: revisar los artículos citados donde aparecen algunas explicaciones sobre términos, teorías y ejemplos de errores a evitar al informar sobre salud mental.
i Un esquizofrénico podría estar a su lado. http://www.elespectador.com/noticias/bogota/un-esquizofrenico-podria-estar-su-lado-sin-saber-padece-articulo-591256
ii Dormir al lado de una esquizofrénica.
http://www.las2orillas.co/dormir-al-lado-de-una-esquizofrenica/
iii http://www.elespectador.com/opinion/aranzazu-pueblo-de-bipolares También http://www.soho.com.co/zona-cronica/articulo/aranzazu-el-pueblo-de-los-bipolares/12548
iv http://www.elespectador.com/noticias/actualidad/50-de-los-pilotos-colombia-sufririan-de-depresion-articulo-551923
v http://www.bbc.com/mundo/ultimas_noticias/2015/03/150331_ultnot_germanwings_lufthansa_depresion_lubitz_aw También: http://www.periodistadigital.com/politica/sucesos/2015/03/27/copiloto-germanwings-avion-alpes-novia-investigacion-suicida.shtml
vi No fue la depresión de Andreas Lubitz http://www.elperiodico.com/es/noticias/opinion/fue-depresion-andreas-lubitz-4062309 También: http://astillasderealidad.blogspot.com.co/2015/04/empieza-desmoronarse-la-version-oficial.html
vii https://actualidad.rt.com/actualidad/170615-germanwings-piloto-depresion-lubitz
viii http://noticiasunolaredindependiente.com/2015/06/08/secciones/que-tal-esto/hombre-que-golpea-a-mujeres-en-san-gil-no-puede-ser-judicializado/
ix http://www.taringa.net/posts/noticias/18569494/Piloto-suicida-se-mata-por-estar-deprimido-y-estresado.html
x Carter, Rosalynn. Within our reach, ending the mental health crisis. Page 7.
xi Conceptos de enfermedad y trastorno mental. http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2347662
xii Berenice es una bipolar bien creativa. http://www.eluniversal.com.co/suplementos/facetas/berenice-es-una-bipolar-bien-creativa-170053
xiii http://www.jornada.unam.mx/2015/04/02/mundo/019n1mun
xiv «Hablar del malestar en nuestra cultura no se hace porque nos gusta vivir de nuestros lugares comunes»
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=204130
xv ¿Una amenaza de seguridad? http://www.kienyke.com/historias/enfermos-mentales-esquizofrenia/
xvi http://www.bbc.com/mundo/noticias/2013/12/131129_colombia_pablo_escobar_aniversario_relacion_amor_odio_aw
xvii La Arquitectura esquizofrénica.
http://www.elmalpensante.com/articulo/3192/la_arquitectura_esquizofrenica
Fernanda Sánchez Jaramillo, periodista, maestra en relaciones internacionales y trabajadora comunitaria
@vozdisidente
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.