Los vecinos de la céntrica y tranquila calle de Liuteranskaya de la capital ucraniana, Kiev, lo conocen de sobra. Cuando el lujoso BMW M6 de color negro corre a 100 kilómetros por hora por el empedrado de esta zona peatonal saben que al volante está el Príncipe . Andrei Yuschenko, de 19 años, el hijo […]
Los vecinos de la céntrica y tranquila calle de Liuteranskaya de la capital ucraniana, Kiev, lo conocen de sobra. Cuando el lujoso BMW M6 de color negro corre a 100 kilómetros por hora por el empedrado de esta zona peatonal saben que al volante está el Príncipe .
Andrei Yuschenko, de 19 años, el hijo mayor del presidente de Ucrania, Viktor Yuschenko, no hace secreto de las riquezas que posee a su edad ni de que le gusta vivir a lo grande. Tiene un ático de 600 metros cuadrados en el centro de Kiev. Frecuenta las boutiques más caras y los clubes y restaurantes exclusivos, no sólo del país, sino del extranjero, cuando sale de noche con los amigos de su mundillo, que incluye modelos e hijos de empresarios ucranianos y de otras nacionalidades.
Un teléfono de 5.000 euros
Andrei lleva un móvil cuyo precio ronda los 5.000 euros. Y, por si fuera poco, es el dueño y señor de los símbolos claves de la reciente revolución naranja ucraniana que en diciembre pasado llevó al poder a su padre por medio de protestas populares contra el fraude electoral. La segunda vuelta de las presidenciales fue anulada y repetida el 26 de diciembre del 2004, con resultado favorable para Yuschenko.
Según explicó esta semana Nikolai Katerinchuk, el responsable del departamento jurídico en el estado electoral de Yuschenko en las últimas elecciones, a Yuschenko hijo le pertenecen los derechos de difusión y comercialización de todos los objetos que lleven marcas registradas de la campaña electoral de Yuschenko padre. Se trata de la consigna Tak (sí en ucraniano), en color naranja, así como los demás símbolos revolucionarios.
«Varias compañías europeas, estadounidenses y canadienses han mostrado interés en adquirir los derechos. Incluso algunos diseñadores de primera fila se pusieron en contacto con nosotros», dijo Katerinchuk, quien añadió que los derechos fueron registrados a nombre de Yuschenko por una razón: «Para evitar que nuestra competencia utilizara nuestros símbolos».
El precio actual de las marcas registradas de la revolución ucraniana se estima en unos 100 millones de euros. Sin embargo, el presidente Yuschenko se ha apresurado a asegurar a sus seguidores que la comercialización de los símbolos revolucionarios no se plantea.
«Asesino a sueldo»
La investigación de la versión digital del diario Ukrainskaya Pravda sobre los ingresos de Andrei levantó las iras de Yuschenko. El presidente llamó al reportero del rotativo responsable de la información, Serguei Leschenko, «asesino a sueldo» y «jeta que no ha trabajado ni un minuto de su vida por la prensa libre». Estas declaraciones, hechas en una rueda de prensa en respuesta a una pregunta sobre el modo de vida de su hijo, han desatado hostilidades entre la prensa y el jefe del Estado.
Lenguaje antidemocrático
Más de 400 periodistas ucranianos enviaron una carta abierta al presidente, al que le exigieron que se disculpase en público ante su colega y contestase a las preguntas que le había hecho sobre los negocios y gastos de su familia. «Usted juró en la plaza de la Independencia defender la libertad de prensa. Le recordamos las declaraciones que hizo entonces: ´Os doy mi palabra de que os rendiré cuentas por cada acto mío. Por cada operación privada, mi familia os rendirá cuentas´», indicó la misiva de la prensa.
Según los periodistas ucranianos, el lenguaje y el tono usado por Yuschenko «no es digno de un líder de un país democrático europeo y demuestra el riesgo del posible deslizamiento del país hacia la censura». El presidente cedió a la presión de la prensa y se disculpó por teléfono ante el periodista. Explicó, además, que la riqueza de su hijo es «totalmente legal», ya que procede de unos «negocios» que tiene Andrei. Además, prometió «tomar medidas» para que su hijo «asiente el juicio».
Para apaciguar los alterados ánimos de los ciudadanos, nada menos que el ministro de Interior de Ucrania. Yuri Lutsenko firmó en directo, en un programa de televisión, un expediente que multa a Yuschenko hijo con cinco euros. ¿La infracción? Conducir sin la documentación necesaria.