Los desafíos de la educación para promover la vida en el planeta es el tema a debate en las jornadas del Foro Mundial de Educación con sede en la ciudad brasileña de Porto Alegre. Este espacio cuenta con la participación de representantes de Portugal, Perú, Chile, Bélgica, España, Italia, África, Haití, Uruguay, Bolivia, Argentina y […]
Los desafíos de la educación para promover la vida en el planeta es el tema a debate en las jornadas del Foro Mundial de Educación con sede en la ciudad brasileña de Porto Alegre. Este espacio cuenta con la participación de representantes de Portugal, Perú, Chile, Bélgica, España, Italia, África, Haití, Uruguay, Bolivia, Argentina y el país sede.
Estudiantes, educadoras y educadores han convertido en propio el campus central de la Universidad Federal de Río Grande del Sur para discutir el derecho a la educación en sus relaciones con la justicia ambiental. Mesas de intercambio, seminarios y actividades autogestionadas conforman el programa de este espacio hasta el 29 de enero. Diego, militante de organizaciones de pueblos originarios, afirmó «el debate en relación a la educación no puede prescindir de un horizonte transformador. Debemos construir un modelo de educación no solamente para el mercado de trabajo y el consumo. Precisamos construir desde el ámbito educativo la certeza de que América Latina puede ser una alternativa frente a la crisis capitalista».
La educación tiene que marchar al ritmo de los tiempos y el entorno actual es de gran complejidad. Ese es el mayor reto para quienes asumen la formación de las nuevas generaciones y aspiran a que esta sea un verdadero derecho humano.
Sergio Haddad, del movimiento Ação Educativa (Brasil) formó parte del panel inicial «Crisis capitalista: causas, impacto y consecuencias para el mundo de la educación». En su intervención llamó a que «trabajemos para que el ser humano y el medio ambiente existan en armonía y así construir un modelo realmente sustentable». Para ello es necesario eliminar las desigualdades sociales que se han reforzado ante la crisis civilizatoria y promover valores alternativos al individualismo que separa a las personas y a los pueblos, en lugar de juntarles en la búsqueda de nuevos caminos.
Según Nélida Céspedes (CEAAL, Perú) hay que partir de enfoques interculturales críticos para enfrentar todo tipo de discriminaciones y apostarles a políticas públicas que reflejen los derechos culturales, económicos, sociales y ambientales. Pero esto precisa también cambiar de paradigmas educativos, afirmó. Ante el predominio de la «cultura del sálvese quien pueda, tenemos que conjugar el yo, el tú y el nosotros como un hecho fundamental, inseparable de esta nueva justicia social y ambiental.»
«Tenemos que tener la capacidad de hacernos preguntas, porque en dependencia de ellas será que podremos enfocar las respuestas, qué preguntas nos hacemos los educadores y las educadoras en la escuela formal y en los espacios comunitarios. Qué articulaciones estamos haciendo y profundizando».
La feminista filipina Gigi Francisco también formuló una interrogante al auditorio: «¿Qué sistema queremos tener?», y les invitó a «crear ese sistema a través de nuestras luchas. Hay que volver a aquellos que desafían el sistema vigente y se organizan. Nosotros los educadores y las educadoras tenemos una batalla directa en el capitalismo, tenemos que lograr que la educación sea un impulso a un mundo sostenible.»
En tanto Nélida, resaltó la construcción de pensamientos alternativos por una educación liberadora en el continente. «Nosotros como miembro de los movimientos sociales latinoamericanas pensamos que desde la educación popular tenemos mucho que aportar». Un referente en esa lucha educativa y política se ha librado en las calles y aulas chilenas. Al respecto habló la profesora chilena Silvia Valdivia, «estamos todos trabajando de conjunto para defender la educación y también el planeta que es el único que tenemos. Hoy siento que venir al Foro Social es una oportunidad de mostrar y decir lo que hemos hecho en la defensa de la educación pública.»
La educadora peruana Nélida Céspedes finalmente planteó un modo inspirador de seguir adelante: «en tiempo de gran tensión es bueno que recordemos la necesidad de visibilizar lo imposible, de dar la pelea permanente para tornar lo imposible en lo posible».