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La embajada de Venezuela exige respeto a la imagen del Presidente Chávez y a las instituciones bolivarianas.

El Salvador: Uso tele-estratégico contra Venezuela, discurso-imagen de la derecha en la campaña electoral

Fuentes: Rebelión

El contexto Con proyectiles mediáticos teledirigidos, la derecha salvadoreña montó desde inicios de este año y en la etapa preelectoral presidencial una campaña de terrorismo en la prensa, radio y televisión, manipulando imágenes sobre el proceso bolivariano venezolano. La legión del terror mediático se compone de tres vectores de poder en el país centroamericano, a […]

El contexto

Con proyectiles mediáticos teledirigidos, la derecha salvadoreña montó desde inicios de este año y en la etapa preelectoral presidencial una campaña de terrorismo en la prensa, radio y televisión, manipulando imágenes sobre el proceso bolivariano venezolano.

La legión del terror mediático se compone de tres vectores de poder en el país centroamericano, a saber, La Prensa Gráfica, Tele-Corporación Salvadoreña (TCS), y El Diario de Hoy, vinculados orgánicamente a la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y a la fundación Fuerza Solidaria, la cual desde Estados Unidos y con sedes locales en Venezuela, Bolivia y El Salvador produce compañas adversas contra el presidente Hugo Chávez Frías.

El pasado 7 de julio, luego de dos días del aniversario de la Independencia venezolana, Fuerza Solidaria patrocinó un millonario video de 25 minutos trasmitido en los canales salvadoreños 2, 4 y 6, denostando, atacando y construyendo una imagen fuera de la realidad sobre la democracia venezolana.

En ese mismo día, los medios impresos señalaron a Venezuela «como el mayor foco de desestabilización en América Latina», vinculando con diestra manipulación a fuerzas políticas y sociales salvadoreñas opositoras al gobierno de derecha el cual mantiene las riendas del Estado desde hace 19 años.

El video de Fuerza Solidaria fue re-trasmitido durante las dos semanas siguientes al tiempo que los medios impresos publicaron una cascada de artículos y reportajes contra con el componente de «advertencia» sobre si un partido de izquierda o cercano a Chávez llegara al poder en las próximas elecciones del año 2009.

Con sofisticada sincronía y calculados efectos desestabilizadores, utilizando imágenes abstraídas y manipuladas del presidente constitucional Chávez con el fin de endemoniar al candidato del FMLN, Mauricio Funes, los medios de comunicación señalados representan el «comando de ataque» de la derecha salvadoreña.

En esta burbuja de manipulación, el candidato de la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), Rodrigo Ávila —un ingeniero de la conspiración formado en el FBI de los Estados Unidos– utiliza con desmesura los símbolos, personajes y actos del gobierno de Venezuela.

A inicios de septiembre y ante militares veteranos de la guerra en El Salvador, el candidato de la derecha llamó al Presidente Chávez tirano. En esa ocasión, sostuvo: «… Aprovechando los altos precios del petróleo, ese dictador (Hugo Chávez) comenzó a corromper a las Fuerzas Armadas de su país y la de otras naciones. Hoy su esfuerzo se ha centrado en El Salvador y allí andan algunos vende patrias que indignamente lucen las banderas de Venezuela y Cuba en sus gorras y camisetas.»

Los ataques pasaron de los medios de comunicación a los actos del candidato presidencial, de allí a la tribuna legislativa por la bancada de ARENA y al silencio cómplice del presidente Elías Antonio Saca.

En los últimos días Fuerza Solidaria pagó otro video pero ahora dirigido contra el gobierno de Daniel Ortega en Nicaragua, presentándolo como un antidemócrata y con imágenes de la guerra interna de los años 70 y 80.

Este video spot muestra una estrategia de organización sistemática de los diversos medios y actores políticos de derecha que buscan utilizar sus efectos para la campaña presidencial salvadoreña a favor del partido oficialista.

Ante el informe de la Human Rights Watch acusando al gobierno de Venezuela de violar los derechos humanos, todos los actores adversos al proceso en El Salvador despuntaron sus descalificaciones sin un análisis propio, real, concreto y objetivo. Obviaron el golpe de Estado contra Chávez, los intentos desestabilizadores de grupos de choque y lo más importante que ese gobierno de Sudamérica se ha regido por procesos electores y ratificaciones mayoritarias de su pueblo.

La defensa bolivariana

Ante la tele estrategia política de las fuerzas de derecha en El Salvador, el representante legal de la embajada de Venezuela en El Salvador, Wladimir Ruiz Tirado, exigió a los diversos actores involucrados respetar al gobierno de Venezuela y evitar utilizar con dolo y manipulación los símbolos, imágenes y actos del proceso bolivariano.

En conferencia de prensa, donde asistieron los diversos medios del país, incluidos los que han formado parte de la campaña anti-bolivariana, el diplomático dijo «entendemos que puede haber nerviosismo en razón de que existe un proceso electoral, sin embargo, hacemos un llamado a la reflexión para no utilizar a Venezuela con motivos políticos.»

No es tampoco, sostuvo, «con acusaciones y descalificaciones como podemos construir una relación en armonía». Venezuela es una democracia consolidándose y dijo que se encuentra «en el ojo del huracán por su riqueza petrolera».

En el mundo siguió «no hay un esfuerzo democrático, más pleno y más genuino que el de Venezuela», puesto que el pueblo decide en función de su protagonismo y su participación directa en los asuntos públicos.

Este proceso, apuntó el funcionario, «ha sido reconocido por la propia Unión Europa, instituciones como el Centro Carter, incluso, y todos los gobiernos latinoamericanos.»

En Venezuela existe la plena democracia: «11 victorias electorales, la creación de Consejos Comunales, la plena vigencia del orden constitucional y la figura del referéndum revocatorio.»

Ruiz Tirado, en cambio, indicó que «quienes hablan de derechos humanos e intolerancia no han dicho nada: golpe de Estado, paro petrolero, magnicidio y las campañas mediáticas.»

Descartó, por su parte, que haya injerencia venezolana a favor de un partido político en El Salvador. «Se nos ha venido acusando de injerencia en países de Latinoamérica como parte de un plan para que nuestros pueblos no alcances la libertad plena.»

El proceso bolivariano genera, bajo la visión solidaria, acuerdos con gobiernos progresistas y pueblos que buscan la liberación y lo hace con base en la legalidad internacional respetando todos los acuerdos multilaterales sostenidos y sucritos por su gobierno.

«Los vientos de cambio no pueden ser tomados como injerencia», señaló e indicó que las misiones como Misión Milagro, becas para estudiantes y otras son políticas regionales de solidaridad con otros pueblos hermanos.

Se trata de «un proceso de cooperación, equidad, complementariedad y solidaridad.»

El llamado que hizo Ruiz Tirado fue también para el arzobispo de San Salvador, Fernando Sáenz Lacalle, quien el domingo pasado durante su homilía manifestó que «el mismo gobierno que expulsa a quien le crítica, quiere decir que no admite críticas y por lo tanto no es democrático.»

Ruiz sostuvo: «invito al señor arzobispo a que respete a nuestro Presidente, a nuestro gobierno y que acoja a los mandamientos de la religión…»

Reacciones

El Encargado de Negocios de la Embajada de Venezuela, Wladimir Ruiz Tirado, emitió a nombre de su representación diplomática una carta fechada el pasado 19 de septiembre dirigida al candidato de ARENA donde pide que éste partido «respete el nombre de la República Bolivariana de Venezuela, sus símbolos patrios y la investidura del Presidente Hugo Chávez Frías, quien ha sido electo y reelecto democráticamente por el pueblo venezolano.»

Luego de las declaraciones de la embajada de Venezuela en El Salvador, generaron reacciones.

Dirigentes del partido oficial ARENA descalificaron los argumentos de Ruiz Tirado en varios de los medios de comunicación, incluso mantuvieron sus críticas contra el proceso bolivariano al grado de responsabilizar «de lo que pueda pasarle a su candidato» en una reacción virulenta que abona a la confrontación pese a los intentos del gobierno venezolano de encausar el diálogo.