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Elecciones en México: ¿La hora de la verdad?

Fuentes: Gara

El interrogante no es casual ni responde a tópicos empleados en cualquier campaña electoral. México se enfrenta mañana a unos comicios sobre los que planea la sombra del fraude y en los que por primera vez los mecanismos que regían las contiendas han desaparecido por completo o están en franca descomposición. Durante el anterior proceso […]

El interrogante no es casual ni responde a tópicos empleados en cualquier campaña electoral. México se enfrenta mañana a unos comicios sobre los que planea la sombra del fraude y en los que por primera vez los mecanismos que regían las contiendas han desaparecido por completo o están en franca descomposición.
Durante el anterior proceso que llevó a la presidencia a Vicente Fox, del PAN, existía un conjunto de reglas no escritas y meta-constitucionales que durante los 71 años de gobiernos ininterrumpidos del PRI habían determinado la forma de hacer política en México y habían aportado a la política internacional rasgos y terminología tan característicos como el «dedazo» o designación directa del sucesor por parte del presidente, figura conocida habitualmente como «tapado» o las mil y un formas de fraude electoral empleadas durante décadas para cerrar el paso a cualquier iniciativa política de diferente signo que iban desde la compra de votos a la sustitución de urnas pasando por la manipulación informática, como sucedió en 1988, cuando según apuntan todas las evidencias se le arrebató el triunfo al entonces candidato del PRD (Partido de la Revolución Democrática) Cuauthemoc Cárdenas.

El proceso electoral de mañana viene marcado por la descomposición del Estado mexicano, hecho que puede sustentarse en una serie de causas que podríamos denominar estructurales y otros factores coyunturales.

Dentro del primer grupo, la desintegración del PRI y las estructuras que fue creando a su alrededor en el ámbito político, sindical, campesino, etc. está genegenerando tensiones dentro del propio partido con serios enfrentamientos a lo interno y deserciones en sus filas a favor del PRD. Muchos de los conflictos y tensiones que vive el país actualmente hay que leerlos en esta clave. Hay que destacar el plante del magisterio en el Estado de Oaxaca donde las reivindicaciones han escalado desde lo salarial a la petición de dimisión del autoritario gobernador Ulises Ruiz (PRI) que durante el último mes ha empleado la represión mas dura en reiteradas ocasiones.

Por el momento es una incógnita saber si las elecciones de mañana domingo podrán llevarse a cabo con normalidad en esta entidad, tradicionalmente reserva de votos del priismo y que junto con los otros estados mayoritariamente indígenas de Chiapas y Guerrero constituyen la zona más deprimida del país y en la que se concentran la mayoría de los grupos armados.

También son importantes las tensiones que se viven en el sector minero y metalúrgico, especialmente a raíz de los hechos vividos en la acería Sicartsa de Michoacán, donde la represión policial dejó un saldo de un muerto y los terribles sucesos de la mina de Pasta de Conchos donde 65 trabajadores que perdieron la vida en un derrumbe aún siguen sepultados por la desidia gubernamental.

En estas elecciones, el PRI, que en el pasado detentó un poder absoluto en la República y hoy carece de una identidad política propia siquiera para que podamos encasillarlo dentro de la habitual definición de izquierda o derecha, se juega mucho. Quizás su propia desaparición como tal, en caso de unos malos resultados de su candidato Roberto Madrazo, ampliamente cuestionado desde sus propias estructuras.

Los candidatos

Durante las últimas semanas va cobrando fuerza la idea de que los intentos fallidos del PAN y el PRI del año pasado por dejar fuera de la contienda al candidato del PRD, Andrés Manuel López Obrador mediante un desafuero por una supuesta actuación urbanística irregular, pueden tener su continuación en un fraude electoral sustentado por el propio Instituto Federal Electoral (IFE). La constatación de que los censos están notablemente desactualizados, que han sido manipulados y que personas con vínculos familiares al candidato del PAN ­el «cuñado incómodo», así lo denominó López Obrador­ han recibido contratos millonarios entre los cuales se encuentran los otorgados a las empresas informáticas que se encargarán de la recogida, procesamiento y difusión de los datos del escrutinio auguran una noche electoral no exenta de sospechas y tensiones.

Felipe Calderón, cercano al ultra católico grupo «El Yunque» vinculado al Opus Dei, los Legionarios de Cristo y que representa el sector mas retrógrado de la sociedad mexicana, no era inicialmente el candidato predilecto del presidente Fox aunque finalmente, tras su designación, ha contado para su campaña con el apoyo decidido de toda la maquinaria del PAN y los recursos de un Gobierno pleno de escándalos de corrupción que incluyen a la propia esposa del presidente Fox, Marta Sahagún, y de promesas incumplidas, como aquella que enunció Fox al comienzo del sexenio en la que vaticinaba que «resolvería el problema de Chiapas en quince minutos».

López Obrador que acude a las elecciones en coalición con el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Convergencia (PC) es tildado de «peligro para México» por el PAN, a pesar de contar con un tibio programa de centro que ha ido escorándose hacia la izquierda con el devenir de la campaña. Andrés Manuel López Obrador es acreedor de una buena gestión en el caótico DF aunque las fuerzas de izquierda le recriminan el hecho rodearse en su equipo de personajes corruptos o asociados a las prácticas mas siniestras del priísmo. –

Javier MINA es Brigadista de ASKAPENA


Mexico, estado en descomposicion
El progresivo deterioro y la privatización de los servicios públicos básicos y la venta descarada de los recursos naturales a EEUU y a la UE, amparada por los tratados comerciales firmados especialmente desde la época de Salinas de Gortari han puesto contra las cuerdas al agro mexicano y a millones de personas en las ciudades, que deben emplearse cada vez más en sectores informales para poder sobrevivir.

Ello ha provocado, de un lado, la autoorganización resistente y, de otro, el éxodo de cientos de miles de personas cada año a EEUU.

Los medios de comunicación están jugando en esta contienda un papel central. La desinformación y su nítido alineamiento con el PAN les han convertido en protagonistas de la lid. La concentración de los medios de comunicación en las manos de los más ricos se ha visto reforzada por la «Ley Televisa».

Por último, la violencia del narcotráfico, especialmente en los estados norteños y su infiltración en la política y el Ejército permiten hablar de un proceso de «colombianización» frente al cual el Gobierno hace el ridículo o recibe respuestas brutales de cárteles que cuentan con brazos armados bien entrenados y armamento de alto poder.


Desde abajo a la izquierda

Paralelamente discurre «La Otra Campaña», iniciativa surgida a partir de la difusión el pasado verano de la «Sexta Declaración de la Selva Lacandona» por parte del EZLN, en la que hacía un repaso histórico de la situación del país y proponía a las fuerzas de izquierda no alineadas dentro de los partidos tradicionales una nueva forma de hacer política, la conformación de un programa nacional de lucha y la redacción de una nueva Constitución.

«La Otra Campaña» ha permeado fuera de Chiapas y en todo México, en buena parte gracias a la gira emprendida por el Subcomandante Marcos, que se vio abruptamente detenida en mayo por los sucesos en San Salvador Atenco.

El movimiento social de esta localidad, conocido por su dilatada trayectoria reivindicativa, fue brutalmente reprimido por 3.500 efectivos policiales: el resultado, dos muertos, más de 200 detenidos y cerca de 40 mujeres violadas.

Marcos permanece desde entonces en el DF participando en eventos informativos y de denuncia.