Traducción para Rebelión de Loles Oliván Hijós.
En los medios de comunicación iraníes aumentan las opiniones negativas hacia Rusia según crecen las especulaciones relativas a que Moscú está pasando por alto a Teherán en Siria.
Las opiniones desfavorables de Irán sobre el Kremlin se remontan a principios de 1800, cuando el imperio ruso derrotó al ejército iraní en dos guerras consecutivas que derivaron en la cesión iraní de importantes territorios a Rusia. En dos convenios entre los dos países en 1813 y 1828, Irán cedió Daguestán, el este de Georgia, la Armenia de hoy en día, las partes meridionales de la actual Azerbaijan, incluyendo Najicheván, y la provincia de Igdir, ahora parte de Turquía.
Las opiniones negativas hacia Moscú persistieron en el siglo XX. En 1965, 14 años antes de la revolución islámica que derrocó el régimen de Mohammad Reza Pahlevi respaldado por Estados Unidos, el ayatolá Ruhollah Jomeini, fundador de la República Islámica, criticaba a la Unión Soviética, a Gran Bretaña y a Estados Unidos como enemigos de Irán pero señalaba que la Unión Soviética era la más indecente de las tres potencias.
En los años posteriores a la revolución persistió el sentimiento anti Moscú cuando los iraníes vieron como los rusos armaban al dictador iraquí Sadam Husein, quien había lanzado una guerra cruenta con Irán que duró ocho años en la que murieron muchos iraníes.
Si bien los dos países tuvieron algún tipo de acercamiento tras la caída de la Unión Soviética, la mejora de las relaciones diplomáticas y el suministro de armas de Moscú a Teherán no eliminaron el carácter negativo de Rusia en la visión de los iraníes de a pie.
En los últimos años han existido también otros problemas que han repercutido en las relaciones entre ambos países, al menos en opinión de muchos iraníes. Entre ellos, el retraso constante de Rusia en completar la planta de energía nuclear de Bushehr y en la entrega de misiles S-300 a Teherán. A pesar de las largas demoras, sin embargo, los rusos finalmente cumplieron sus compromisos. Incluso durante las conversaciones nucleares se publicaron muchas informaciones y hubo mucha especulación en Irán a cerca del papel del dirigente ruso Vladimir Putin para que las negociaciones no llegaran a un acuerdo positivo y duradero con el fin de que los rusos pudieran aprovechar la situación y utilizar a Irán como moneda de cambio para obtener concesiones de Occidente.
Ahora los iraníes desconfían del papel de Rusia en Siria y de lo que consideran intentos rusos de marginar a Irán, que ha pagado un alto precio para mantener al presidente Bashar al Assad en el poder en Damasco. Las informaciones de los medios de comunicación parecen tener en cuenta estos temores y dudas de gran parte de la opinión pública.
Cabe destacar que generalmente los medios de comunicación reformistas y moderados están a favor de mantener vínculos razonables con Occidente, mientras que por lo general se oponen a Rusia, que en su opinión chantajea a Teherán o la ignora. Por el contrario, los conservadores acérrimos de línea dura son firmes partidarios de Rusia, a la que consideran parte de su coalición contra Estados Unidos.
Tabnak, web de noticias conservadora y moderada, próxima al ex jefe del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC, por sus siglas en inglés) Mohsen Rezaie, escribía el 17 de enero: «En el marco de un acuerdo entre Rusia y Siria, Irán y las empresas iraníes han sido parcialmente apartadas del proceso de reconstrucción y de inversión en Siria. Asimismo se han establecido consorcios entre Siria y Rusia en varios sectores. Si Irán quiere unirse al proceso de reconstrucción deberá en primer lugar hablar con los rusos. No se trata de una especulación; es más bien un asunto que el gobierno iraní ya ha abordado y por el cual está seriamente preocupado».
La web de noticias añadía: «Los iraníes partidarios de los rusos no quieren referirse al incumplimiento de las promesas de los rusos ni de sus golpes a los intereses nacionales de Irán. [Pero] los rusos nos abandonaron cuando se aprobaron las resoluciones de la ONU contra Irán y no nos entregaron los sistemas de defensa cuando los necesitábamos. Ahora son ellos quienes cosechan los frutos de los esfuerzos de Irán en Siria y quienes acompañan a Arabia Saudí en Yemen».
Según la edición del 18 de enero del diario reformista Qanoon, el presidente Hassan Rouhani supo que el mercado sirio se perdía para Irán unas semanas antes del fin de ISIS, lo que le llevó a ponerse en contacto con Assad para abordar la reconstrucción de Siria. Según las noticias, el presidente iraní dijo: «La República Islámica de Irán está dispuesta a participar activamente en el proceso de reconstrucción». Inmediatamente después, un alto funcionario del IRGC declaró que este Cuerpo está listo para iniciar la reconstrucción de Siria si la administración de Rouhani decide hacerlo.
Qanoon publicó el 18 de enero: «No debemos permitir que Bashar Assad o cualquier otro que esté tratando de impedir que Irán participe en la reconstrucción y en la era posterior al ISIS en Siria alcancen su objetivo. Porque parte del interés nacional está ligado a cuestiones económicas y financieras».
El diario enfatizaba: «Que un país pague el precio de la lucha, y después del final del conflicto, otros vengan a cosechar los frutos del trabajo de Irán no es conveniente ni honorable».
Qanoon añadía: «Si Estados Unidos es el Gran Satán, Rusia cuenta con una larga trayectoria llena de traiciones a Irán y a los iraníes. Que nos acepte este país, que solo persigue sus propios intereses, tiene un alto precio».
Parece que los temores expresados en los medios iraníes no están lejos de la realidad. El 17 de febrero, el ex comandante del IRGC, Yahya Rahim Safavi, ahora asesor militar del líder supremo iraní ayatolá Ali Khamenei, declaró: «A la República Islámica se le debe reembolsar el precio que ha pagado en Siria, y los sirios están dispuestos a pagarlo con las minas de petróleo, de gas y de fosfatos. Mi impresión es que hemos pagado un precio pero que ambos, Irán y Rusia, son los que han ganado en este escenario».
Mencionando un acuerdo, probablemente el mismo que cita Tabnak, Safavi continuó: «Los rusos han firmado un acuerdo de 49 años con Siria por el que tendrán una base militar, así como beneficios políticos y económicos en Siria. Creo que Irán puede llegar a un acuerdo político y económico a largo plazo con el gobierno sirio para que podamos recuperar el precio que hemos pagado aunque nosotros ya contemos con una parte de las exportaciones de las minas de fosfato de Siria».