La Asamblea de los movimientos sociales que se realizó el lunes 31, último día del V Foro Social Mundial, FSM, en Porto Alegre, destacó el éxito de su participación plural y masiva en el evento, pues le ha permitido fortalecer nuevas convergencias, diversidades y a acciones comunes para extender y fortalecer sus luchas. La Asamblea […]
La Asamblea de los movimientos sociales que se realizó el lunes 31, último día del V Foro Social Mundial, FSM, en Porto Alegre, destacó el éxito de su participación plural y masiva en el evento, pues le ha permitido fortalecer nuevas convergencias, diversidades y a acciones comunes para extender y fortalecer sus luchas. La Asamblea concluyó con la aprobación de una agenda de acción contra la guerra, el neoliberalismo, la explotación, y la exclusión; elementos fundamentales en la construcción de Otro Mundo Posible.
Los cientos de delegados que participaron en la Asamblea aprobaron un llamamiento en el que se resume el espíritu de las denuncias, demandas y propuestas de los movimientos sociales en estos cinco días de trabajo en el V FSM, en el que la guerra, el libre comercio y el neoliberalismo fueron puestos en la picota, pues son incapaces de ofrecer un futuro digno y democrático a la humanidad.
Ante esta incapacidad, el neoliberalismo responde a su crisis de legitimidad con la fuerza, la militarización, la represión, la criminalización de las luchas sociales y el autoritarismo político e ideológico. Frente a esta realidad, los movimientos sociales aprobaron una amplia agenda de lucha en la que destacan movilizaciones contra la deuda externa, el libre comercio, el ALCA y la OMC; así como por la defensa de la reforma agraria, la agricultura familiar, y la defensa de las experiencias políticas de pueblos hermanos, como Venezuela, Cuba, Palestina e Irak, que se enfrentan a las agresiones del imperialismo norteamericano.
Entre las acciones destacan la campaña para exigir «la inmediata e incondicional cancelación de la deuda externa de los países pobres».Asimismo, «para que se reconozca internacionalmente a estos países como acreedores de las deudas históricas, sociales y ecológicas» y que se restauren los daños ocasionados en el medio ambiente.
Con relación a los tratados de libre comercio, el llamamiento sostiene que estos buscan la legalización de los privilegios de las transnacionales, así como la privatización de los servicios públicos. Respecto al tema de la guerra se exige el fin inmediato de la ocupación norteamericana en Irak, para lo cual se ha convocado a una movilización global para el 19 de marzo.
Frente a la problemática de los movimientos campesinos e indígenas y la agricultura, se defiende el derecho universal a una alimentación sana y suficiente, al derecho de los campes a producir sus propios alimentos; y contra los subsidios a las exportaciones agrícolas de los pases desarrollados, y los transgénicos, que destrozan las economías de los pueblos rurales.
Exigen también una reforma agraria que garantice el acceso de los campesinos a la tierra, que sea garantía de una alimentación y suficiente para la humanidad; y que evite que la tierra se concentre en pocos latifundistas, También exigen que se anulen los procesos contra lo campesinos presos en todo el mundo y que se suspenda la militarización de las zonas rurales. Se manifiestan por una producción sustentable que no deprede el agua, la tierra y los demás recursos naturales.
Entre la vasto calendario de acciones destaca la convocatoria a movilizarse el 10 de septiembre, en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas, para exigir a los jefes de Estado y de gobierno, un nuevo orden democrático y contra la pobreza y la guerra; así como las acciones que empezarán desde Sao Paulo (Brasil) el 8 de marzo, hasta el 17 de octubre en Ruanda, impulsadas por la Marcha Mundial de Mujeres, para reafirmar la lucha contra el Neoliberalismo, el patriarcado, la exclusión y la dominación.
* José Coronado, Minga Informativa de Movimientos Sociales- CLOC/CCP