Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
El largamente esperado anuncio de un consejo de paz encargado de la misión de negociar con los talibanes ha sido recibido con escepticismo por parte de algunos afganos que creen que su composición y la negativa de los insurgentes a negociar hasta que las fuerzas extranjeras no hayan salido del país no le auguran mucho éxito.
El Alto Consejo por la Paz se estableció tras una yirga consultiva por la paz celebrada el pasado mes de junio, y tiene como objetivo conseguir que para la próxima primavera los insurgentes se comprometan en el futuro del país. El Consejo está compuesto de 70 miembros e incluye a líderes yihadistas, antiguos talibanes, funcionarios de la etapa comunista y dirigentes religiosos y civiles.
El portavoz del gobierno afgano, Wahid Omar, declaró que habían seleccionado para el consejo a todos aquellos que pudieran jugar un papel eficaz en el proceso de paz, ofreciéndosele a los antiguos combatientes un papel especialmente influyente. «Confiamos en el que Alto Consejo por la Paz libere a Afganistán de la crisis y guerra en que está sumido el país», dijo.
Sin embargo, se duda de que los talibanes estén dispuestos a hablar con los miembros de un consejo con quienes los insurgentes lucharon durante muchos años y que después se aliaron con las fuerzas internacionales.
«Me sorprende que el gobierno del Presidente Hamid Karzai malgaste su tiempo en organizar esas yirgas y consejos porque los talibanes han manifestado su oposición a los mismos, declarando que no van a hablar de paz mientras los extranjeros no se retiren. En este caso, ¿qué sentido tiene crear ese consejo?», dijo Kabir Ranjbar, un político experto y miembro del parlamento por la provincia de Kabul.
«¿Cómo van a reconciliarse los talibanes con los individuos que componen el consejo? Les llaman asesinos del pueblo. Les llamaron provocadores y corruptos y combatieron contra ellos durante toda una serie de años.»
El consejo incluye a dirigentes de algunas facciones de muyahaidines, incluidos Burhanuddin Rabbani, Abdul Rabb Rasul Sayyaf y Haji Mohammad Mohaqeq, que dirigieron las facciones que combatieron a los soviéticos en la década de 1980, antes de volverse unos contra otros en una viciosa guerra civil.
Mawlawi Ataullah Ludin, miembro del Alto Consejo por la Paz y parlamentario por la provincia de Nangarhar, dijo que los afganos estaban más que hartos de treinta años de guerra y estaban ahora dispuestos a considerar la paz.
«El presidente ha sido muy cuidadoso al seleccionar a los integrantes del Alto Consejo por la Paz», dijo. «Ha incluido a representantes de todas las regiones y facciones políticas. El consejo podrá trabajar por la paz de forma positiva.»
Karzai ha ofrecido una rama de olivo con anterioridad a los talibanes en diversas ocasiones, pidiéndoles que depongan las armas y empiecen a negociar con el gobierno. Sin embargo, sus intentos de acercamiento han recibido siempre el desdén de los insurgentes, que han rechazado también rápidamente la iniciativa del consejo de paz.
«Los talibanes no van a presentarse mientras haya extranjeros en Afganistán que apoyen al gobierno afgano», dijo el portavoz de los talibanes Zabihullah Mojahed. «Exigimos la retirada total de las fuerzas agresoras de Afganistán y después iniciaremos conversaciones de paz.
Los talibanes creemos que los estadounidenses y sus aliados pretenden con esas acciones esconder su derrota y de alguna forma tratan de conseguir que los talibanes cambien sus exigencias de que se retiren las fuerzas extranjeras de Afganistán.»
Mojahed rechazó también las recientes afirmaciones del General David Petraeus, comandante del ejército estadounidense y de la OTAN, en el sentido de que dirigentes talibanes de alto rango habían contactado con el gobierno afgano para discutir sobre la reconciliación [1].
El escritor y experto en política Wahid Mozhda dijo que los insurgentes no deseaban entrar en conversaciones porque al ver cómo su poder se incrementaba velozmente, estaban dispuestos a seguir atacando a las fuerzas extranjeras.
«Es imposible que los miembros del consejo de paz colaboren en una fórmula de conversaciones de paz que sea aceptable para la oposición», dijo.
«Karzai», continuó, «tenía dos objetivos para la creación de la yirga por la paz y el subsiguiente consejo: Primero, quiere mostrar al pueblo que es una persona amante de la paz y, segundo, la mayoría de sus integrantes no tiene empleo, por eso quiere encontrarles algo que hacer y conseguir que colaboren», dijo.
Los afganos normales y corrientes sienten también escepticismo acerca de las posibilidades del consejo, creen que demasiados de sus miembros están vinculados con crímenes de guerra, con los señores de la guerra y la corrupción. Abdol Ghafar, un tendero del distrito Sorubi de la provincia de Kabul, dijo no sentirse en absoluto optimista acerca de la iniciativa porque incluía a gentes que al parecer habían cometido crímenes durante la guerra civil.
«Después de ver ahí los nombres de esos individuos, la oposición reafirmará aún más su resistencia», dijo.
En cualquier caso, «el gobierno ha comenzado demasiado tarde los esfuerzos de paz con la oposición. La oposición ha ido haciéndose cada día más fuerte».
Abdol Wadud, residente en la provincia de Khost, dijo que la oferta de negociaciones no tenía consistencia porque la paz sólo iba a poder conseguirse a través del diálogo entre EEUU, el gobierno afgano y los países vecinos.
«Soy un afgano analfabeto, pero treinta años de guerra me han enseñado muchas cosas y sé que esta guerra es una guerra entre EEUU, Irán, Pakistán, la India y algunos otros países», dijo. «Si Karzai y EEUU quieren la paz, deberían hablar con todos esos países. Pakistán e Irán controlan a los talibanes y EEUU controla a Karzai y a los otros países. Esto no es más que otro nuevo esfuerzo para engañar al pueblo, eso es todo.»
Nota:
[1] Asia Times Online ha venido informando de que habían dado comienzo conversaciones preliminares de paz entre los talibanes y el gobierno de EEUU, con el ejército pakistaní y Arabia Saudí actuando como mediadores. Véase: Taliban and US get down to talks (11 septiembre 2010), Taliban soften as talks gain speed (15 septiembre 2010) y Diplomatic flurry over peace talks (18 septiembre 2010).
Habiborahman Ibrahimi es un periodista formado en Kabul por el Institute for War and Peace Reporting, donde se publicó originalmente el presente artículo.
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