BAMAKO, 19 ene () – Cuando comenzaba este jueves el sexto Foro Social Mundial (FSM) en la capital de Malí, muchos notaban en el aire el espíritu de la Conferencia de Bandung, que allanó en 1955 el camino hacia la fundación del Movimiento de No Alineados (Noal). En la ciudad indonesia de Bandung se reunieron […]
BAMAKO, 19 ene () – Cuando comenzaba este jueves el sexto Foro Social Mundial (FSM) en la capital de Malí, muchos notaban en el aire el espíritu de la Conferencia de Bandung, que allanó en 1955 el camino hacia la fundación del Movimiento de No Alineados (Noal).
En la ciudad indonesia de Bandung se reunieron entonces representantes de 29 países de África y Asia, preocupados por los intentos de control de sus políticas internas por las superpotencias de entonces, Estados Unidos y la hoy disuelta Unión Soviética.
Asistentes en Bamako al FSM, conferencia anual de organizaciones de la sociedad civil de todo el mundo que en esta ocasión se celebrará en tres fases y en tres capitales distintas, reclaman la reanimación de la iniciativa de Bandung.
Activistas consideran que la revitalización del movimiento intergubernamental ayudaría a atender las inequidades en los países en desarrollo, las que atribuyen a políticas adoptadas por el Norte industrializado.
«Seguimos viendo formas novedosas de colonización, por la cual los países en desarrollo siguen sufriendo la dictadura de los industrializados», dijo Samir Amin, director del Foro del Tercer Mundo, red de centros de estudios de Asia y África radicada en Dakar.
Amin realizó estas declaraciones durante una instancia del FSM en que se celebró el 50 aniversario de la iniciativa de Bandung, que derivó en 1961 en la fundación del Noal. Un millar de personas asistieron a la reunión.
«Es injusto que 75 por ciento de la población mundial está bajo el dominio de un grupo muy pequeño. Nos enfrentamos con un sistema colonial que priva a las naciones en desarrollo del derecho a elegir nuestro modo de vida», sostuvo Amin.
«Las privatizaciones y la liberalización económica que continúan afligiendo al Tercer Mundo constituyen un debate que puede trazarse hasta el espíritu de Bandung, añadió.
Los estados representados en la Conferencia de Bandung también procuraban promover la cooperación entre África y Asia, con miras a reducir la dependencia de las naciones ricas.
De todos modos, la presión de la guerra fría entre Estados Unidos al frente del campo capitalista y la Unión Soviética del comunista socavaron la eficacia del Noal, cuyos miembros supuestamente neutrales se inclinaron a uno u otro bando.
Paradójicamente, el fin de la guerra fría también afectó negativamente al Movimiento, pues lo privó de su razón de ser.
François Houtart, director ejecutivo del no gubernamental Centro Tricontinental con sede en Bélgica, cree posible reivindicar el espíritu de unidad que prevaleció en Bandung.
«Proponemos construir un nuevo mundo, poner fin a esta era colonial en que hemos estado sometidos por la Organización Mundial del Comercio (OMC), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial», sentenció.
Houtart consideró que esas instituciones «han impuesto sus términos, como obligarnos a privatizar o sentar políticas comerciales injustas».
Los críticos de las normas dictadas por la OMC advierten que los países en desarrollo son puestos en desventaja al verse obligados a reducir sus barreras comerciales aun cuando los industrializados mantienen sus mecanismos de protección.
Al mismo tiempo, el aliento a las privatizaciones por parte del FMI y el Banco Mundial dejan servicios básicos como los de salud, educación, electricidad y agua potable fuera del alcance de los más pobres.
«Es imortante que todos los africanos y asiáticos sean informados sobre estos asuntos y se resistan unidos», dijo a IPS el ex ministro de Turismo de Malí Aminata Traore.
Estos esfuerzos darían impulso a la Alianza Estratégica Asiático-Africana instalada por los gobiernos en la conmemoración del cincuentenario de la Conferencia de Bandung el año pasado.
EL FSM es una reunión anual de representantes de la sociedad civil de todo el mundo cuya primer edición se celebró en 2001 en Porto Alegre, Brasil, como alternativa al Foro Económico Mundial de Davos, que desde 1971 reúne a numerosos empresarios y gobernantes en ese exclusivo centro turístico de Suiza.
Mientras que el Foro de Davos convoca a financistas, empresarios, jefes de Estado y de gobierno favorables al actual estado del proceso de globalización, al FSM asisten organizaciones no gubernamentales y otros grupos de la sociedad civil que, por diversas razones, se le oponen.
Algunos ejes temáticos del FSM policéntrico en Bamako son: la guerra, la seguridad y la paz, la expansión del liberalismo y el empobrecimiento y el apartheid que ocasiona, el derecho de fuga y las migraciones, la violación de los derechos económicos, sociales y culturales, la agresión que sufren las sociedades campesinas, entre otros.
También se abordará la lucha de las mujeres, la relación entre liberalismo y patriarcado, el problema de los medios de comunicación y la información, la destrucción de los ecosistemas, el derecho internacional, la Organización de las Naciones Unidas, el comercio internacional, la deuda externa, el avance de la democracia y la soberanía de los pueblos.
Luego del primer Foro de 2001, Porto Alegre fue escenario de otros dos (en 2002 y 2003) antes de que en 2004 se trasladara a Mumbai (ex Bombay), en la costa oeste de India.
La novedad del FSM de 2005 es que se celebrará en tres ciudades de tres continentes distintos: en Bamako, capital de Malí, en Caracas, capital de Venezuela, y Karachi, meridional ciudad de Pakistán e importante centro financiero en la costa el Mar de Arabia.