Funcionamiento del radar antimisiles «La aproximación del arsenal estratégico de los Estados Unidos al territorio de la Federación Rusa puede debilitar el potencial de defensa y contención de Rusia, por lo cual se tomarán las medidas adecuadas para compensar la amenaza». Así lo ha manifestado el ministerio de exteriores ruso al conocerse la firma del […]
«La aproximación del arsenal estratégico de los Estados Unidos al territorio de la Federación Rusa puede debilitar el potencial de defensa y contención de Rusia, por lo cual se tomarán las medidas adecuadas para compensar la amenaza». Así lo ha manifestado el ministerio de exteriores ruso al conocerse la firma del acuerdo entre EU y la República Checa que permitiría la instalación de un radar antimisiles en territorio checo.
Según la cancillería rusa, si el acuerdo es ratificado por el parlamento checo, toma un carácter jurídico vinculante y cerca de Rusia se inicia la implementación de un sistema de defensa antimisiles, Moscú se verá obligado a dejar la diplomacia y a responder con métodos técnico-militares.
El acuerdo que abre la posibilidad de un escudo antimisiles en Europa oriental fue firmado este martes 8 de julio en Praga por Condolezza Rice y el ministro de relaciones exteriores checo. Mientras se firmaba el acuerdo, unas dos mil personas se manifestaban en el centro de la ciudad en contra. Según las encuestas, un 70% de los ciudadanos checos se opone a la instalación de los radares en su territorio. Los partidos checos se encuentran igualmente divididos frente a la iniciativa antimisiles de Washington.
Los EU planean desplegar 10 misiles interceptores en suelo polaco y su complemento, el sistema de radares, en la República Checa, bajo el supuesto de un posible ataque nuclear por parte de Irán, país que todavía no cuenta con esta tecnología militar. El ex presidente ruso Vladimir Putin había manifestado durante su mandato que el escudo antimisiles de los EU en cercanías de Rusia podría romper la estabilidad y la seguridad a nivel europeo y mundial.
Actualmente no existe un convenio vigente sobre sistemas anticoheteriles de defensa, pues en 2002 los EU se salieron unilateralmente del firmado en 1972 con la URSS. Ya son 15 los países involucrados por los EU en la creación de una «sombrilla antimisiles» que mantiene como hipotéticos enemigos a los países del «eje del mal», al «terrorismo internacional» y a Rusia, aunque no de manera explícita.
El principio del sistema antimisiles de defensa es muy sencillo: detectar tempranamente el misil enemigo mediante un sistema de radares y destruirlo mediante el uso de misiles interceptores. El sistema puede instalarse en tierra, en plataformas marítimas e incluso en el espacio, como lo quería hacer el actor hollywoodense Ronald Reagan a través de la «iniciativa de defensa estratégica», a lo que popularmente se le dio nombre de película cinematográfica, «la guerra de las estrellas».
Por ahora los EU han implementado parte del sistema en California, Alaska y el Japón. En el corto plazo el sistema antimisiles incluirá bases operativas en Groenlandia, el Cáucaso, las islas Aleutianas (en el mar de Bering) y los países europeos del Este, satélites de la administración de los EU. Todo parece indicar que los EU buscan neutralizar el poder balístico nuclear intercontinental del ejército ruso muy cerca de sus plataformas de lanzamiento de misiles. El mito de un potencial ataque iraní recuerda mucho el engaño mediático de las armas de destrucción masiva de Iraq.
La coyuntura económica encuentra al capitalismo occidental a las puertas de una recesión, mientras que la burbuja especulativa petrolera llena las arcas del régimen ruso, lo que le ha permitido recuperar parcialmente su base científica y aceitar su otrora potente industria militar. Así las cosas, el escenario para una nueva carrera armamentista podría estar listo. La nueva película trágica no tiene título todavía, lo que si se sabe de entrada es que todos los actores tienen un mal prontuario.