Durante el 4 al 6 de mayo, 2017, se realizará en Cuba, en la Provincia de Guantánamo, el V Seminario Internacional de Paz y por la Abolición de las Bases Militares Extranjeras. En el marco de la Asamblea Mundial por la Paz, realizado recientemente en Brasil, conversamos con Silvio Platero Irola, presidente del Movimiento […]
Durante el 4 al 6 de mayo, 2017, se realizará en Cuba, en la Provincia de Guantánamo, el V Seminario Internacional de Paz y por la Abolición de las Bases Militares Extranjeras.
En el marco de la Asamblea Mundial por la Paz, realizado recientemente en Brasil, conversamos con Silvio Platero Irola, presidente del Movimiento Cubano por la Paz y la Soberanía de los pueblos.
-¿Cuáles son las principales banderas de lucha que tienen Uds. como movimiento por la paz?
Las principales banderas nuestras están en consonancia totalmente a las del Consejo Mundial por la Paz; es decir, estamos contra las armas nucleares, la necesidad de su eliminación total; el desarme general y completo; también estamos por la abolición total de las bases militares extranjeras.
La base naval de Guantánamo, por ejemplo, es la única base militar en el mundo que está ahí contra la voluntad del gobierno y del pueblo cubano.
Por tal motivo, cada dos años nosotros efectuamos en la provincia de Guantánamo, en el mismo municipio donde está enclavada la base naval estadounidense, un seminario por la abolición de las bases militares extranjeras.
Ahora va a realizarse en el mes de mayo de este año. Este encuentro es un importante acto de repudio a las bases militares extranjeras y de la lucha por su eliminación total en el mundo.
– En las conversaciones con el gobierno de los EEUU, con Obama específicamente, ¿no se avanzó en resolver este tema?
Ellos plantearon que ese punto no estaba en su agenda de discusión. Por lo tanto no abra normalización de las relaciones hasta que ese punto se resuelva.
Es necesario, para la plena normalización de las relaciones con EEUU, que se elimine la base naval de Guantánamo. También tiene que terminar el bloqueo contra Cuba y eliminarse las emisoras, televisoras y radios que diariamente tiran cientos de horas de veneno hacia nuestro país.
Tienen que eliminarse también las distintas formas de penetración que quieren implantar en nuestro país, sobre todo con nuestra juventud.
Ellos están convencidos, ya que con los adultos no tienen nada que hacer, que pueden cambiar la conciencia, la mente, el enfoque de la juventud para promover el sistema de vida norteamericano.
– En el periodo de la guerra fría nunca hubo tantas bases militares extranjeras en América Latina. Hay un escenario complicado, difícil, los conflictos de baja intensidad, los golpes suaves ¿Por qué está pasando todo esto?
Realmente esto es una demostración de la crisis que vive el capitalismo y que como anunció Lenin, y los teóricos del marxismo, «el imperialismo es la última fase del capitalismo». Y el capitalismo, en estos momentos está precisamente en agonía, y a la hora de la agonía es capaz de hacer cualquier cosa como tal.
No sólo es EEUU hay otros países también imperialistas y entonces también entre ellos se unen en algunos aspectos, pero también tiene contradicciones entre ellos mismos.
La Unión Europea no está de acuerdo con todo lo que hace el imperialismo norteamericano. Sin embargo, se une a él en algunas decisiones para asegurar el funcionamiento del capitalismo global.
El tema de las bases militares extranjeras es también la guerra de los monopolios, es la guerra de las grandes empresas transnacionales. En América Latina lo estamos sufriendo con la política extractivista que sigue saqueando a nuestras naciones.
Las bases militares extranjeras son precisamente el poder que tienen ellos para, desde el punto de vista militar, estar presentes y resguardar sus interés, no solamente los de EEUU sino los intereses de todas las transnacionales.
Realmente el mundo está en crisis, cuando empezamos a ver los escenarios. El escenario más tranquilo que había era el continente nuestro, y ya no está tranquilo, es decir, hace tiempo que dejo de estar tranquilo; pasamos la etapa de las dictaduras militares, después vino una etapa de reacomodamiento y la instalación del nuevo sistema democrático, ahí la izquierda logro avances con los triunfos de Chávez, de Correa, de Ortega. En Bolivia, con el presidente Evo y ese lindo proceso indígena.
Pero la situación hoy es distinta a partir de la caída del gobierno progresista de Argentina y de Brasil. A eso debemos sumar los golpes de estado que hubo en Honduras y Paraguay y la crisis que hoy vive Venezuela es complicada.
En América Latina hay más de 70 bases militares extranjeras, de distinto tipo, como documentó Telma Luzzani. ¿Las bases militares de EEUU en Colombia qué importancia tienen?
El objetivo fundamental de ellos, de las siete bases militares que tienen en Colombia, es primero hacerle frontera a Venezuela y poder tenerlas listas para cualquier encontronazo con Venezuela y a su vez para empoderarse desde el punto de vista de su presencia en los territorio; siete bases militares que las hicieron en el tiempo de Uribe. Santos era su ministro de defensa, es decir que él no está limpio de polvo y paja.
Pareciera que EEUU, sigue aplicando la «doctrina del caos». En toda América Latina y ahora en los mismos EEUU…
Precisamente, esto forma parte de lo que es la etapa final del imperialismo. En los mismos EEUU el imperio sufrió un grave revés en las elecciones pasadas porque para el sistema su pieza clave es el complejo industrial militar y entonces viene Trump a romper la lógica. En todo caso, hay que ver, porque ha anunciado tantas cosas, y si las hace, alguna de ellas, va a haber un cambio interno en EEUU; va a romper estructuras y súper estructuras que están formadas bajo un pensamiento precisamente de mantener constantemente su poder.
Por ejemplo, dijo Trump, en cierro momento, «si yo soy presidente de EEUU me siento a conversar con los rusos para resolver el tema de Siria y además voy a sacar las tropas en todos los países en donde están y hay guerra. No tenemos por qué poner en esos países soldados norteamericanos». Si fuera así, se van las bases.
Sin embargo, es muy posible que eso no lo vamos a ver, porque el gran poder que está detrás del trono no es Trump sino otros intereses que le dicen «eso no lo puedes hacer».
Volviendo a la asamblea del Consejo Mundial por la Paz, efectivamente hoy día el mundo se encuentra a un paso de una guerra nuclear inminente. Recuerdo que Lenin, si no me equivoco, en el 17, levantó la bandera de la paz en contra de la guerra ¿Qué piensan ustedes?
Bueno, precisamente aquí, nos pusimos de acuerdo en que debemos hacer un movimiento como en aquellos tiempos en que surgió el Movimiento por la Paz, que fue en 1949, después de Hiroshima y Nagasaki.
En esos tiempos, se convirtió en una guerra por obtener la bomba nuclear, entonces rápidamente Francia, Rusia, Inglaterra y todo el mundo haciendo pruebas nucleares para demostrar su poder; así surgió el Movimiento por la Paz.
Bueno la situación es tal en este momento, que hay que hacer un llamado a todas las fuerzas vivas, revolucionarias y pacifistas, sin tener ideologías, que asuman posiciones de paz. Y que realmente hay que detener la guerra porque estamos al borde de una tercera guerra mundial.
El papa Francisco, que es el papa más político que se ha tenido, para suerte nuestra es latinoamericano, ha dicho que la tercera guerra ya empezó, que ya está siendo escalonada y que no la percibimos.
Finalmente, ¿qué le diría Ud. a los jóvenes sobre la importancia de la lucha por la paz?
La lucha por la paz tiene que tener un segundo nombre también que es la lucha contra el imperialismo. Luchar por la paz e ignorar el imperialismo es un error. El imperialismo no es que sea el culpable total, sino es precisamente la mala hierba que tiene el suelo en nuestro planeta. Y a nuestros jóvenes hay que llamarlos a saber en qué mundo viven, hay que explicarles a los jóvenes.
Tenemos que preparar el relevo, hay que pasarle toda la información de todo lo que ocurre y que ha ocurrido en nuestro país.
El discurso que llevó Obama a Cuba fue de lo más interesante, dijo «olviden lo pasado, olviden lo ocurrido, las desavenencias de ayer». Sin embargo, sin historia no hay futuro.
Pablo Ruiz es periodista del Observatorio por el Cierre de la Escuela de las Américas.
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