Los Desplazados Internos Forzados, procesos masivos, estructurales y globales
El Desplazamiento Forzado Interno tiene como principal característica tratarse de movilidades no voluntarias y obligadas de poblaciones dentro de las fronteras internas de un país. Además, tiene múltiples causas, desde diversos desastres medio ambientales (tormentas, ciclones, inundaciones, sequías, deslaves, terremotos, etc.), hasta procesos humanos como conflictos, guerras, megaproyectos, etc., [1]. Generalmente esta forma de movilidad espacial humana forzada implica diversas violaciones a los derechos humanos (sobre todo cuando es provocado por causas de violencia o conflicto), y, actualmente, afecta a decenas de millones en muchos países del mundo.
De acuerdo con el Centro de Monitoreo de Desplazamiento Interno, el número de nuevas personas por desplazamiento interno forzado en 2019 fue de 33.4 millones, de los cuales 8.5 millones estaban relacionados a conflictos y violencia, y 24.9 millones a diferentes desastres medioambientales [2]. Esta cifra es la más alta desde 2012. Y, si se suman las personas afectadas en el 2019 con las de los años previos, el total de población internamente desplazada cuya vida ha sido impactada el registro sube a 50.8 millones aproximadamente [3]. El número de Desplazados Forzados Internos es, incluso, mucho mayor que el de refugiados que están fuera de sus países (que actualmente es de cerca de 26 millones) [4].
Aunque es una dinámica de dimensiones globales, hay lugares mucho más afectados por los procesos de desplazamiento interno forzado que otros. Las principales regiones impactadas por estas movilidades forzadas son el Sur de Asia (con el 30% del total) y el África Subsahariana (con 24.1%). Después, y muy por detrás de las regiones previamente mencionadas, está el Oriente Medio y el Norte de África (con 9.6%). Y, con mucho menor población afectada, están América (con 6.1%) y, finalmente, Europa (con 0.3%) [5]. Y, a nivel de los Estados nacionales, algunos de los países más afectados son Siria, la República Democrática del Congo, Etiopía y Sudán del Sur.
Desplazados Internos en el contexto de la Pandemia del COVID
Los desplazados internos forzados ya tienen condiciones muy adversas y complicadas. No sólo la gran mayoría de ellos perdió sus hogares y comunidades de forma abrupta, sino también su trabajo, sus medios para ganarse la vida y su patrimonio material. Además, muchos de ellos, sobre todo los afectados por conflictos y contextos de violencia, no tienen derecho a la salud, tampoco a la educación y menos a la seguridad; por lo que les está cancelada la posibilidad de una existencia digna y plena. Pero ahora, y en el contexto de la Pandemia del COVID 19 y sus efectos globales en múltiples ámbitos, su situación muy probablemente se verá aún más deteriorada y afectada por varios procesos:
- Primero, por las condiciones de vida caracterizadas por estar concentrados y en contigüidad física (en campos de desplazados y en campamentos provisionales). Los desplazados están expuestos a que se den brotes de contagio y que se disperse la enfermedad de manera muy acelerada y masivamente [6].
- Asimismo, considerando que tienen severas carencias alimenticias y sanitarias, la situación de salud de parte importante de los desplazados internos ya era y es precaria. De facto, las medidas de contención y prevención del COVID 19 (el aislamiento físico, el uso de gel antibacterial y el lavado de manos frecuente) no son posibles en gran parte de los sitios donde viven temporalmente los desplazados [7]. Con lo cual, se trata de población aún más expuesta al COVID 19.
- Esto, además, se acentúa si consideramos los grupos poblacionales específicos de los desplazados forzados internos que ya son altamente vulnerables (mujeres embarazadas, gente de la tercera edad, personas con enfermedades como obesidad, hipertensión, infecciones respiratorias y diabetes).
- Aunado a lo anterior, dadas sus situaciones de vida y el poco acceso a servicios de salud, tienen pocas posibilidades reales de tener atención médica especializada y suficiente en caso de infectarse y de enfermarse. Si acontece un brote en algunos de los sitios de los desplazados, se vislumbra una situación catastrófica y de difícil control [8].
- No menos importante, los impactos económicos de la pandemia a nivel nacional, regional y global tendrán severas repercusiones en los grupos de desplazados internos y sus situaciones actuales de vida. No sólo se volverá más difícil obtener empleos y generar estrategias de sobrevivencia. Seguramente también disminuirán los montos económicos de los programas y políticas nacionales e internacionales para atender a la población afectada por procesos de desplazamiento interno forzado.
Muchos de los millones de desplazados internos forzados ya viven de facto en crisis humanitarias y en la línea de la sobrevivencia, y, ahora, sólo se avizora un panorama más incierto y precario.
Notas:
[1] https://www.jornada.com.mx/sin-fronteras/2020/04/28/se-dispara-cifra-de-desplazados-internos-en-el-mundo-4851.html y https://www.internal-displacement.org/sites/default/files/publications/documents/2020-IDMC-GRID-executive-summary.pdf
[4] https://www.jornada.com.mx/sin-fronteras/2020/04/28/se-dispara-cifra-de-desplazados-internos-en-el-mundo-4851.html[4] https://www.jornada.com.mx/sin-fronteras/2020/04/28/se-dispara-cifra-de-desplazados-internos-en-el-mundo-4851.html