El relator especial de la ONU en derechos humanos Mutuma Ruteere llamó hoy a los australianos a unir esfuerzos contra el racismo, la xenofobia y otras formas de discriminación en el país. Al finalizar su visita a Australia, el encargado de abordar las formas contemporáneas de racismo, discriminación racial, xenofobia e intolerancias relacionadas pidió en […]
El relator especial de la ONU en derechos humanos Mutuma Ruteere llamó hoy a los australianos a unir esfuerzos contra el racismo, la xenofobia y otras formas de discriminación en el país. Al finalizar su visita a Australia, el encargado de abordar las formas contemporáneas de racismo, discriminación racial, xenofobia e intolerancias relacionadas pidió en particular combatir el odio hacia los indígenas, los migrantes, los refugiados y buscadores de asilo, los musulmanes y los afrodescendientes.
‘La eliminación de estos problemas no será posible, a menos que todos sean protagonistas, desde los líderes políticos principales hasta las instituciones, entre ellas los medios de prensa’, precisó el experto keniano.
De acuerdo con Ruteere, las autoridades le aseguraron su interés en garantizar el multiculturalismo, en un país en el cual una de cada dos personas o nació en el extranjero o tiene al menos un progenitor nacido en otra nación.
El relator nombrado en 2011 por el Consejo de Derechos Humanos advirtió que la situación más compleja en materia de discriminación la enfrentan los indígenas australianos.
‘Ellos son desproporcionadamente blanco del sistema de justicia criminal, con altos niveles de encarcelamiento juvenil y acciones policiales. Las políticas hacia las comunidades aborígenes son demasiado punitivas y requieren cambios urgentes, a partir de su devastador impacto’, señaló.
Ruteere también se refirió a alarmantes niveles de los discursos de odio, incluyendo por políticos electos, con frecuencia dirigidos contra musulmanes y afrodescendientes, y a amenazas e incidentes con los judíos como objetivo de personas intolerantes.
La visita tuvo lugar entre el 28 de noviembre y el 5 de diciembre, la cual abarcó las ciudades de Canberra, Melbourne, Sydney y Alice Spring, donde el relator conversó con autoridades, juristas, miembros de la Comisión Australiana de Derechos Humanos, organizaciones civiles y otros sectores.