La mercantilización de la tierra, de los alimentos, de los recursos naturales… se ha convertido en una constante en el proceso de globalización capitalista. El territorio y el medio ambiente no han escapado a la espiral privatizadora del sistema actual. Las semillas, el agua, la tierra… que han pertenecido durante siglos a los pueblos, se […]
La mercantilización de la tierra, de los alimentos, de los recursos naturales… se ha convertido en una constante en el proceso de globalización capitalista. El territorio y el medio ambiente no han escapado a la espiral privatizadora del sistema actual. Las semillas, el agua, la tierra… que han pertenecido durante siglos a los pueblos, se han convertido en los últimos años en una mercancía al servicio del capital y de las grandes multinacionales.
En un contexto de crisis medioambiental y social global, donde se pone de manifiesto que los recursos naturales del planeta son limitados y que los niveles de explotación del territorio (tanto para fines urbanísticos, agricultura intensiva, turismo de masas…) son insostenibles, reivindicar una producción alimentaria y un uso del territorio respetuoso con el medio ambiente y las personas se convierte en una necesidad imperante.
Desde el Fòrum Social Català queremos exigir que los alimentos, el agua, los bosques, las semillas son un derecho y no una mercancía, que los campesinos tienen que poder trabajar la tierra, los pastores utilizar los campos, los pescadores acceder al mar, los consumidores poder comer alimentos libres de transgénicos… y que, en definitiva, el control de los recursos naturales tiene que volver a manos de los pueblos y las comunidades.
En Cataluña, la defensa del territorio se ha convertido en una lucha cuotidiana. La planificación de infraestructuras faraónicas al servicio de los intereses privados y especuladores como la Muy Alta Tensión en Girona, el Cuarto Cinturón en el Vallès, el Túnel de Bracons en Vic/Olot, la proliferación de centrales eólicas y nuevos trasvases en las tierras del Ebro… han movilizado a miles de personas bajo la demanda unánime de «basta de agresiones al territorio». Como decían los compañeros y compañeras de la Plataforma en Defensa del Ebro: «El río es vida»… como también son vida los prados, los bosques y la fauna que los habita.
La desaparición creciente del pequeño campesinado, que en Cataluña tan sólo suma un 1,2% de la población activa y su pérdida de poder adquisitivo (la renta agraria se sitúa actualmente en un 65% de la renta general), es otro dato alarmante. ¿Quién nos alimentará el día de mañana? ¿Podemos dejar nuestra alimentación en manos de las multinacionales de la industria agroalimentaria? Aquí, como en muchos otros lugares del planeta, el territorio, la agricultura y la alimentación se han convertido en un trozo de mercancía a manos del mejor postor.
Es por este motivo, que desde el Fòrum Social Català, organizaciones de solidaridad, ecologistas, mujeres, sindicales, consumidores, estudiantes…, exigimos una agricultura y un territorio al servicio de las personas y respetuoso con el medio ambiente y hacemos nuestro el lema de la Vía Campesina: «El mundo no está venta»… ni aquí ni en ninguna parte.
* Esther Vivas, Fòrum Social Català. Artículo publicado en La Directa, nº 76. Forma parte de un conjunto de artículos sobre las temáticas que tratará el FSCat.