El I Foro Social de las Américas (FSA) finalizó este viernes en la capital ecuatoriana con un balance positivo para sus participantes, aunque algunos advirtieron a IPS que faltó mayor protagonismo de las organizaciones sociales representativas, como sindicatos o grupos de base. «Es el primer foro que se ha hecho y esperamos que en los […]
El I Foro Social de las Américas (FSA) finalizó este viernes en la capital ecuatoriana con un balance positivo para sus participantes, aunque algunos advirtieron a IPS que faltó mayor protagonismo de las organizaciones sociales representativas, como sindicatos o grupos de base.
«Es el primer foro que se ha hecho y esperamos que en los próximos haya una mayor participación de movimientos sociales, porque creo que básicamente ha habido más presencia de ONG (organizaciones no gubernamentales)», dijo a IPS la joven Marlene Román, de la Asociación Pro Derechos Humanos de Perú.
«Es saludable también (la presencia de las ONG), pero creo que es importante que comencemos a articular el movimiento social con el accionar de las ONG y el movimiento de derechos humanos», puntualizó la activista.
Según los organizadores, asistieron al encuentro de Quito 10.000 personas procedentes de 45 países, 7.500 de las cuales se inscribieron como delegados de 814 organizaciones o a título individual. El foro incluyó 429 actividades entre conferencias, seminarios, debates, actos culturales y ferias.
También para el sociólogo y académico ecuatoriano Alejandro Moreano, del movimiento internacional Foro en Defensa de la Humanidad, faltó un mayor protagonismo de las organizaciones de base.
«Yo diría, como una debilidad del FSA, que todavía no hay un peso dominante de los movimientos sociales. Las ONG progresistas están haciendo una excelente intervención y tienen todo el derecho de estar, pero creo que los movimientos sociales son los protagonistas del proceso y deberían ser el eje del foro», señaló Moreano a IPS.
Román indicó que casi no hubo presencia en el FSA de los sindicatos peruanos y consideró que los movimientos sociales de Ecuador tampoco marcaron una presencia mayoritaria. «Pero este es un proceso que recién comienza y esperamos que esto se supere», acotó.
Giovanni Forti, dirigente de la Unión Provincial de Organizaciones Campesinas de Manabí, provincia de la costa ecuatoriana, señaló a IPS que el FSA «nos ha parecido interesante, porque hemos podido intercambiar conocimientos, propuestas que tiene cada uno de los países y descubrir lo que el modelo neoliberal nos va cada día carcomiendo a los latinoamericanos y a los pobres de este planeta».
«Es un avance ver que no somos los únicos que estamos luchando acá, sino que somos muchos los hermanos que estamos por lo mismo. ¡Somos muchos los que estamos jodidos (embromados)!», agregó el dirigente campesino.
Esta cita en Ecuador «ha sido un excelente punto de encuentro para la diversidad y las diferentes formas de pensar dentro de los social», comentó a IPS Arnaldo Muñoz, profesor de la Universidad de Antioquia y representante de Colombia Diversa LGTB (Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales).
«Ahora nos toca hacer más convergencia, dejar el pensamiento individual, institucional, y comenzar a pensar mucho más en colectivo para ser una fuerza muy importante. Siento que este es un tiempo muy importante para la inclusión y el reconocimiento de la pluralidad», añadió.
Según Muñoz, en este foro se habló demasiado del fenómeno de la violencia en Colombia desde una mirada tradicional. «Sería muy bueno que hubiera más intercambio, más lecciones de otros países que han pasado por lo mismo que nosotros», planteó.
A su vez, el sacerdote dominico Rafael Aragón, de la organización Amerindia, adscrita a la Teología de la Liberación, expresó a IPS una visión positiva del FSA.
«Ha sido importante encontrarse, reflexionar y replantear salidas. Hay una crisis de horizontes, una crisis de utopías y estos encuentros despiertan la posibilidad de enfrentar el neoliberalismo con nuevos horizontes, nuevas esperanzas y con nuevas utopías», señaló.
«También hemos participado en el Foro Social Mundial. La Iglesia Católica quiere también estar presente en todos estos debates en torno a las salidas viables para los pobres. Desde esa perspectiva es importante participar como cristianos y como Iglesia», concluyó este religioso nicaragüense.
Para Román, uno de los puntos altos del FSA fue la presencia de los
jóvenes.
«Nosotros vinimos de Lima en una caravana. La presencia de jóvenes de Perú y Colombia ha sido realmente masiva y eso es saludable, teniendo en cuenta que hay muchos jóvenes que están comenzando a involucrarse, interesándose en participar, en poder debatir y ver la posibilidad de conseguir otro mundo distinto», comentó esta delegada de la Asociación Pro Derechos Humanos de Perú.
«A mí me han gustado algunos de los debates, me han parecido sumamente ricos. Hay otros que he considerado débiles, pero recogiendo opiniones de gente que ha participado en otros foros, lamentablemente éste no ha copado las expectativas», evaluó Román.
En cambio, Moreano dijo que el balance general es muy positivo y destacó «una radicalización política muy significativa», expresada tanto en un homenaje a Cuba el día 26 (aniversario del asalto al cuartel Moncada en 1953), como en la marcha del FSA del miércoles, que convocó a 10.000 manifestantes, y en los respaldos al gobierno venezolano de Hugo Chávez.
«Nosotros, como Foro en Defensa de la Humanidad, impulsamos en este encuentro una nueva temática, que es la discusión sobre lo que hemos llamado la reconstrucción del pensamiento crítico», contó.
«Si hay un renacimiento de las luchas sociales, de la resistencia a la globalización, es obvio que en el pensamiento se empiece a expresar un cambio de paradigmas frente al discurso único, a un cierto discurso que se montó sobre la supuesta crisis del marxismo o del pensamiento radical», apuntó el sociólogo ecuatoriano.
El Foro en Defensa de la Humanidad fue creado hace un año, con motivo de la invasión estadounidense a Iraq, por Pablo González Casanova y otros intelectuales mexicanos y cuenta hoy con capítulos además en Cuba, Nicaragua y España y se está formando en Ecuador, explicó Moreano.
«Creo que ya es necesario pensar la política. Hay cierto rechazo a los partidos, a la política y eso es terrible. Si no se piensa en términos de coordinación política de las luchas, este mecanismo de los foros y las redes tiene un límite», indicó.
Para Moreano, este encuentro en Quito permitió plantear la importancia de la política, lo cual a su juicio tiene que traducirse ahora en las formas organizativas y en la convocatoria de los movimientos sociales que deben ser «los protagonistas reales de los foros».