Los países que luchan contra el virus del Zika deberían considerar nuevas maneras de combatir a los mosquitos que transmiten la enfermedad, como pruebas con insectos y bacterias genéticamente modificadas que detengan la incubación de sus huevos, dijo el martes la Organización Mundial de la Salud. «Considerando la magnitud de la crisis del virus del […]
Los países que luchan contra el virus del Zika deberían considerar nuevas maneras de combatir a los mosquitos que transmiten la enfermedad, como pruebas con insectos y bacterias genéticamente modificadas que detengan la incubación de sus huevos, dijo el martes la Organización Mundial de la Salud.
«Considerando la magnitud de la crisis del virus del Zika, la OMS alienta a los países afectados y a sus socios a impulsar el uso de nuevas y antiguos enfoques para el control del mosquito como la línea de defensa más inmediata», afirmó el organismo.
La OMS también mencionó la posibilidad de soltar mosquitos machos estériles irradiados, una técnica que ha sido desarrollada en el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), de Naciones Unidas.
El virus del Zika, que se está expandiendo por el continente americano, es transmitido mayormente por el mosquito Aedes aegypti, al que el organismo de salud de la ONU con sede en Ginebra describió como una «amenaza oportunista y tenaz».
Muchos científicos creen que el virus del Zika podría estar vinculado a la microcefalia, una condición que genera en los infantes cabezas anormalmente pequeñas, y a un desorden neurológico grave en adultos llamado síndrome de Guillain-Barre.
«Si estas supuestas asociaciones se confirman, las consecuencias humanas y sociales para los más de 30 países con brotes de zika detectados recientemente serán impactantes», dijo la OMS.
Combatir la infección en la fuente, mediante la eliminación de la mayor cantidad de mosquitos responsables de la transmisión, está escalando lugares en la agenda de salud pública, especialmente porque esos mismos insectos también transmiten el dengue, el chikungunya y la fiebre amarilla.
Aunque rociar con insecticidas puede ser parte de la solución, expertos de la OMS también recomendaron evaluar herramientas nuevas, que incluyen un prototipo de mosquito modificado genéticamente desarrollado por Oxitec, la subsidiaria británica de Intrexon.