Frente a la supuesta integración que propugnan el neoliberalismo y los tratados de libre comercio sustentados en el ALCA hay un antídoto. La Alternativa Bolivariana para los pueblos de nuestra América (ALBA), es una auténtica propuesta para el desarrollo de las naciones del continente, que centra su interés en la lucha contra la pobreza y […]
Frente a la supuesta integración que propugnan el neoliberalismo y los tratados de libre comercio sustentados en el ALCA hay un antídoto. La Alternativa Bolivariana para los pueblos de nuestra América (ALBA), es una auténtica propuesta para el desarrollo de las naciones del continente, que centra su interés en la lucha contra la pobreza y la exclusión social, tal como se postula en el primero de sus principios rectores.
Venezuela y Cuba abrieron el camino a este justo y auténtico modelo de integración sustentado en el más amplio espíritu cooperativo y en relaciones económicas y comerciales dirigidas a fomentar el desarrollo y el bienestar de los países más pobres. Bolivia, con el ascenso al poder de Evo Morales, se sumó de inmediato al ALBA, con lo cual ha propiciado, gracias a la inmediata cooperación de Venezuela y Cuba, la creación de condiciones para el mejor aprovechamiento de sus riquezas nacionales y la atención a problemas presentes en las comunidades más pobres, incluidos los pueblos indígenas.
Como resultado de los convenios de la Alternativa Bolivariana para las América, decenas de miles de personas se benefician ya con servicios de salud gratuitos en regiones antes ajenas a la más elemental asistencia sanitaria, mientras numerosos convenios energéticos, educacionales y en otros muchos ámbitos se hacen realidad en nuestros pueblos gracias a la solidaridad propugnada por los países miembros de esta nueva asociación. La alfabetización rápida y masiva se materializa por primera vez con estos acuerdos solidarios.
En un acto de suma importancia para el desarrollo futuro y la integración regional, Nicaragua, que en la voz de su nuevo presidente Daniel Ortega proclamó como primera aspiración la eliminación de la pobreza, acaba de ingresar también de manera oficial como cuarto miembro permanente a la Alternativa Bolivariana para los pueblos de nuestra América.
El ALBA se encamina precisamente a la eliminación de las causas del hambre y las desigualdades en este continente lleno de riquezas; propicia el rescate y fomento de las industrias nacionales, el cese de las privatizaciones y la eliminación del desempleo, a la vez que abre las más amplias posibilidades para el fortalecimiento de la unidad de la clase obrera en los países acogidos a esta alternativa, todos encabezados por gobiernos que han declarado resueltamente la batalla contra la hegemonía foránea sobre las empresas locales.
Ha llegado en América la hora de los trabajadores. Con el ALBA comienza a hacerse posible también nuestra aspiración de rescatar los derechos laborales perdidos, de fomentar la negociación de convenios justos, donde intervengan de manera protagónica los sindicatos, que han de ganar espacio como organizaciones sociales de vanguardia dentro de los nuevos procesos políticos abiertos a la justicia y la igualdad, que auguran una verdadera alborada para nuestras naciones del Sur.
No desperdiciemos la oportunidad de ocupar esos espacios que por derecho histórico corresponden al movimiento sindical latinoamericano. La Secretaría América de la Federación Sindical Mundial, apoyada por el Congreso Permanente de Unidad Sindical de los Trabajadores de América Latina (CPUSTAL), respalda resueltamente las alternativas del ALBA y llama a la unidad en torno a estos históricos procesos para propiciar resueltamente su desarrollo. Es el ALBA una fuente de inspiración para aquellos trabajadores y pueblos que batallan por un mundo mejor. ¡Hagámoslo posible fortaleciendo nuestra unidad!
FEDERACION SINDICAL MUNDIAL (SECRETARIA AMERICA)