Para el G20 es más importante el crecimiento económico que el calentamiento global o detener la destrucción de los medios de subsistencia. Anticapitalistas venidos de todo el planeta se han dado cita en la ciudad alemana de Hamburgo con el fin de protestar contra la cumbre del Grupo de los Veinte países industrializados y emergentes […]
Para el G20 es más importante el crecimiento económico que el calentamiento global o detener la destrucción de los medios de subsistencia.
Anticapitalistas venidos de todo el planeta se han dado cita en la ciudad alemana de Hamburgo con el fin de protestar contra la cumbre del Grupo de los Veinte países industrializados y emergentes del mundo que tendrá lugar el 7 y 8 de julio. Marchando por las calles de Hamburgo buscan denunciar las prácticas devastadoras y de explotación que utilizan estos países.
Como acostumbra a pasar en estas respuestas democráticas frente a la actitud de las «políticas» de los países participantes, el G20 recurre al despliegue policial para acallar las voces de la disidencia.
La represión cuenta con 21.000 agentes de policía e incluso con una cárcel montada expresamente para las protestas contra el G20, con capacidad para 400 personas, donde también estarán presentes jueces que tendrán potestad para pronunciarse en comparecencias de urgencia.
La Policía ha erigido una zona de 38 kilómetros cuadrados en la que estará prohibido manifestarse durante los dos días que tendrá lugar la reunión de los mandatarios.
G20 de desacuerdos
Previo al G20, Merkel nombró los principales retos de esta edición de la cumbre: el terrorismo, el cambio climático y el proteccionismo: «El mundo está inquieto, hay menos acuerdo».
Este «menos acuerdo» que nombra Ángela Merkel es personificado sobre todo por el presidente estadounidense Donald Trump, su homólogo ruso Vladimir Putin, y el presidente turco Recep Tayyip Erdogan.
Los tres estarán presentes en Hamburgo y, de antemano, está claro que intentarán imponer sus propios intereses.
Erdogan busca aprovechar su visita a Alemania para dirigirse a los turcos que viven en Hamburgo.
El Gobierno germano le prohibió celebrar mítines en el país. Habrá que ver si se atiene a ello. Trump, por su parte, desea reunirse por primera vez en persona con Putin.
Los temas bilaterales abundan: la crisis ucraniana, la guerra en Siria, las sanciones contra Rusia y la presunta injerencia de Moscú en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
Sin olvidar, que entre los temas del G20 estará como siempre la cooperación económica internacional, la política económica y financiera, y en esta ocasión también tendrá un papel relevante el tema del libre comercio.
Cumbre alternativa: El G20 es parte del problema
«Para el G20 es más importante el crecimiento económico que el calentamiento global o detener la destrucción de los medios de subsistencia»
Poco antes de que los jefes de Estado y de Gobierno del G20 se reúnan en Hamburgo, grupos críticos procedentes de la sociedad civil discutirán este miércoles y el jueves en una cumbre alternativa sobre soluciones para lograr un mundo mejor y reclamarán a los líderes un cambio de política.
A la cumbre de la solidaridad mundial, en el centro cultural Kampnagel en Hamburgo, se espera que acudan hasta 1.500 personas de cerca de 20 países.
Entre los organizadores se encuentran consejos de refugiados, la Fundación Heinrich-Böll -próxima a Los Verdes-, la organización de protección del clima Robin Wood y el partido de La Izquierda.
A lo largo de un gran número de paneles de discusión y talleres, la cumbre alternativa analizará problemas como el hambre, la huida de las personas de sus hogares, la destrucción del medio ambiente y el racismo.
Asimismo, buscarán estrategias para ver cómo evitar que la brecha entre pobres y ricos se agrande, cómo lograr una buena política de paz o cómo conseguir aplicar una igualdad de género.
«Bienvenidos al infierno»
En los días precedentes a la cumbre y hasta el próximo domingo hay convocadas en Hamburgo más de veinte manifestaciones y concentraciones de distinta índole, organizadas mayoritariamente por grupos de izquierda o antiglobalización, sindicatos, colectivos sociales y un sinfín de variadas organizaciones.
La denominada «acampada anticapitalista», que se esperaba que podía concentrar a unas 40.000 personas, dispuestas a quedarse en el centro de Hamburgo hasta el domingo para participar en distintos actos de protesta fue al principio prohibida por las autoridades locales, pero tras recurrir sus organizadores a varias instancias judiciales lograron que se autorizara, aunque solo como lugar de concentración diurno, sin que pueda pasar allí la noche.
Para el viernes próximo el lema «bienvenidos al infierno» recorre la ciudad, grupos autónomos han prometido que intentarán impedir la llegada de los jefes de gobierno al centro de convenciones…
Fuente: http://www.loquesomos.org/hamburgo-anticapitalismo-frente-al-g20/