Sobre la Asociación económica que acaba de crear China y su relación con la administración Biden.
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M.H.: Escribiste un artículo respecto del acuerdo de libre comercio que acaba de firmar China, el más grande de la historia, la Asociación económica regional integral que abarca un 30% del PBI mundial y el 28% del comercio. ¿Qué llamó tu atención respecto de este acuerdo?
E.L.: Esto en primer lugar es algo que China viene trabajando hace diez años, pero estaba trabado porque la política de Obama, de hacer la Alianza transpacífico incluía a muchos de los que están en esta alianza. Y esa era una política de Obama tendiente a rodear a China para no dejarla avanzar más. Además, con Obama EE UU tenía el liderazgo del libre comercio, del multilateralismo. La política de Trump derrumbó todas las políticas de Obama, especialmente una política basada en el unilateralismo. No abandonaba el múltiple comercio, pero lo hacía país a país, incluso discutía mucho con la Unión Europea, bombardeó la Organización Mundial de Comercio porque durante la administración de Trump EE UU no quería tener que disciplinarse a ninguna normativa, más allá de que había sido el propio EE UU el que había organizado la creación de la OMC y salvo el NAFTA que lo reestructuró, liquidó todos los acuerdos de cooperación multilateral que había forzado al mando de la administración Obama.
Eso le dejó el camino libre a China, que inmediatamente ocupó ese lugar, no solo con esta asociación que como bien dijiste, es la más grande en la historia de la humanidad, sino que además China ya lanzó la Ruta de la seda que es una política de intervención con inversiones multimillonarias en muchos países, que también se está acercando a América Latina. Esta Asociación de libre comercio también está abierta para que ingrese la India que sería el gran país que falta de la zona y también países latinoamericanos, sobre todos los de la zona del Pacífico. Todas nuestras exportaciones a China salen por el Pacífico.
Es una política de gran envergadura la que ha lanzado China. Uno tenía la idea de que con la explosión de la pandemia y el descalabro económico mundial, el mundo estaba paralizado. Y en cuanto a las relaciones comerciales, los intercambios y las producciones comerciales es cierto, en dos semanas se paralizó todo, lo que le da un carácter inédito a la crisis que vivimos en 2020, porque en 15 días se paralizaron todas las economías del mundo. No fue así en la Segunda guerra mundial, que primero entró en crisis EE UU, después Alemania, etc. Acá de golpe todo y el segundo elemento central que le da a la crisis inédita, o el tercero porque en realidad la pandemia es un golpe que viene de afuera de la economía, paraliza la economía, pero no viene dentro de la lógica de la acumulación del capital, sino que es un “cisne negro” que cayó de afuera.
El tercer elemento es que de esta crisis no se sale con un aumento de la tasa de ganancia, como es normal en las crisis capitalistas, sino que se sale con la vacuna. Si finalmente ahora que tenemos la vacuna, estas son eficientes, a mediados del año se va a ver una recuperación fuerte de la economía mundial. Pero todavía tenemos la incertidumbre porque no sabemos si estas vacunas tienen la eficiencia suficiente para salir de semejante crisis.
Uno tenía ese panorama y todo estaba paralizado. Sin embargo, desde el punto de vista de las relaciones internacionales y la reestructuración del poder mundial esto no estaba paralizado, porque no se trata solo de este acuerdo que me señalás, la Asociación económica integral de Asia y el Pacífico, sino también que EE UU y Rusia se han estado moviendo, la UE firmó acuerdos de libre comercio por su cuenta con Japón, con Canadá, en este momento Gran Bretaña estaba buscando que el Brexit no rompa las cadenas productivas de la región y lo acaban de lograr, hay un acuerdo importante que firmó el Reino Unido con la Unión Europea para tener una salida amistosa en el Brexit. Lo único que ha quedado por ahora afuera es la industria pesquera de Holanda, que está pegando el grito en el cielo, pero a algún acuerdo van a llegar.
Por su parte Rusia también hizo una serie de movidas, convocó a la Nº 12 cumbre del Brics, Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica y Malasia, se organizó el Foro de Coparticipación económica hacia el Pacífico. Todo está en movimiento.
El trasfondo de todo este movimiento es que hay un pasaje del poder económico comercial mundial, un pasaje que va del modelo anglosajón, que primó desde la salida de la Segunda guerra mundial, EEUU-Inglaterra/Gran Bretaña, hacia un eje en el Pacífico liderado por China. Ese poder está cambiando.
Después de que yo escribí este artículo, se dio a conocer el informe anual de un centro de investigación económica y empresarial con sede en Londres que afirma que China en el 2028, va a ser la primera economía mundial, va a superar a EE UU. En este momento la economía de Estados Unidos son 23 billones de dólares y la de la República Popular de China está alrededor de los 16 billones. Quiere decir que si esto es así en pocos años va a haber un salto muy grande, y hay indicadores para esto.
Este año la economía del mundo cae un 4.4%, la economía de EE UU según este informe cae un 5% pero la economía china es la única gran economía del mundo que crece al 2%. Yo había previsto según el informe del Banco Mundial un 1.9% ellos dicen un 2%. Quiere decir que hay una economía que crece 2 y otra que cae 5, hay 7 puntos a favor de China.
Pero el año que viene están discutiendo si China va a crecer entre el 8 y el 9%, mientras que EE UU se va a recuperar un 4.5%, quiere decir que ahí tenés como mínimo otros 4 puntos más a favor que se suman a estos 7 puntos. Es decir que en dos años la República Popular China le descuenta 11 puntos a EE UU. Así que es muy probable, porque después de esto China va a tener un crecimiento del 4% anual aproximadamente y EE UU va a ir creciendo al 1.9% anualmente, por lo tanto, es muy probable que hacia 2030 el primer puesto de la economía mundial ya no pertenezca a EE UU sino a China.
M.H.: ¿Cómo influye el triunfo de Joe Biden en este análisis?
E.L.: Es muy importante, porque la administración Trump que tenía todo un enfoque distinto, se quedó a mitad de camino, porque para hacer la reestructuración que quería Trump cuatro años son muy poca cosa. Entonces Biden ¿qué hará, desandará todo el camino hecho por la administración Trump o se afirmarán algunos de esos temas?
Hay una serie de declaraciones que hablan de que hay un regreso al multilateralismo, por empezar. También habría un regreso de los EE UU al Acuerdo climático de París, lo que es muy importante porque EE UU se había retirado. Trump nunca se fue de la OTAN, pero amenazaba permanentemente con desfinanciarla y, de hecho, le había recortado fondos, hay que ver cómo se comporta la administración Biden con eso. También está el tema de las relaciones con Cuba. El tratado nuclear con Irán que parece ser que Biden está dispuesto a volver, sobre todo porque había una cantidad de multinacionales que ya estaban haciendo cola en la frontera con Irán para hacer negocios. Y Trump bloqueó todo eso. Hay que ver cómo juega esto, no necesariamente se va a volver a las políticas de Obama, pero sí partir de algunas de ellas.
De todas maneras, el movimiento se demuestra andando así que tenemos que esperar por lo menos a mediados del 2021 para saber cuál es la dirección final que otorga Biden. Si bien Biden fue vicepresidente de Obama, ha compartido muchas de sus políticas, hay que ver qué pasa. Porque indudablemente, lo otro que hay que incorporar es que Trump perdió las elecciones, pero su movimiento sacó muchos votos. Por lo tanto, tiene peso político como para trabar una serie de medidas que tome Biden o, por lo menos, para obligar a Biden a negociar en el Parlamento. No es fácil el terreno que le toca a Joe Biden.