Decenas de miles de personas se dieron cita en el memorial de la paz de Hiroshima para conmemorar este martes el 68 aniversario de la bomba atómica lanzada contra la ciudad japonesa. Ancianos sobrevivientes del bombardeo, responsables del gobierno y delegado extranjeros observaron un minuto de silencio a las 08H15 am (23H15 GMT), la hora […]
Decenas de miles de personas se dieron cita en el memorial de la paz de Hiroshima para conmemorar este martes el 68 aniversario de la bomba atómica lanzada contra la ciudad japonesa.
Ancianos sobrevivientes del bombardeo, responsables del gobierno y delegado extranjeros observaron un minuto de silencio a las 08H15 am (23H15 GMT), la hora en que detonó la bomba que convirtió a la ciudad en un infierno nuclear.
Un bombardero norteamericano bautizado Enola Gay lanzó la bomba atómica el 6 de agosto de 1945, en uno de los capítulos finales de la Segunda Guerra Mundial. Mató a unas 140.000 personas en diciembre de aquel año. Tres días después fue bombardeado el puerto de Nagasaki.
Horas después este mismo martes, responsables japoneses inaugurarán el buque militar más grande jamás realizado por Japón desde el terminó la guerra, en momentos en que el gobierno nipón toma medidas para dotarse de fuerzas de defensa más importantes, generando preocupación en las vecinas China y Corea del Sur.
Tokio insiste en que la conmemoración de Hiroshima y la botadura del portahelicópteros constituyen una coincidencia.
Entre los asistentes a la ceremonia del martes figuraron Clifton Truman Daniel, nieto del presidente Harry Truman, quien dio la orden de los bombardeos. Fue el primer familiar de Truman en asistir a una ceremonia conmemorativa en Japón.
La mayoría de los sobrevivientes de la bomba, conocidos bajo el nombre de «hibakusha», se oponen terminantemente a toda utilización del átomo. En Japón, el movimiento de protesta contra la energía nuclear se ha fortalecido desde que el gobierno decidió el año pasado reactivar dos reactores nucleares. El bombardeo de Hiroshima fue seguido por el de Nagasaki, que el 9 de agosto provocó 70.000 muertos. Los dos ataques precipitaron la capitulación de Japón y el final de la Segunda Guerra Mundial, el 15 de agosto de 1945.