El día después de conseguir, según el escrutinio final, los 19 escaños en liza en Beirut en la primera ronda de las elecciones legislativas libanesas, Saad Hariri admitió ante un grupo de periodistas occidentales que los beirutís, en realidad, han votado a su asesinado padre, Rafic Hariri, y lamentó la escasa participación, de apenas el […]
El día después de conseguir, según el escrutinio final, los 19 escaños en liza en Beirut en la primera ronda de las elecciones legislativas libanesas, Saad Hariri admitió ante un grupo de periodistas occidentales que los beirutís, en realidad, han votado a su asesinado padre, Rafic Hariri, y lamentó la escasa participación, de apenas el 26%.
–¿Aspira a ser primer ministro?
–Faltan aún tres vueltas para el fin de las elecciones. Lo primero es conseguir la mayoría en el Parlamento. Después, ya veremos.
–Muchos le acusan de inexperto…
–Tienen razón. Pero aprendo rápido y trabajo mucho.
–¿Por qué tanta abstención?
–En el Líbano la participación siempre es baja, aunque es verdad que esperábamos una abstención menor. Esto prueba que queda mucho por hacer para involucrar a los ciudadanos en la vida política con el horizonte de un Líbano unido.
–¿Hay que cambiar la ley electoral?
–Es una reforma imprescindible. No se pudo hacer antes porque los acontecimientos se precipitaron con el asesinato de mi padre, la primavera libanesa y la retirada siria. Pero en cuanto concluyan las elecciones, debemos sentarnos y afrontar las reformas necesarias.
–¿Cuáles son los retos de futuro que afronta el Líbano?
–Por encima de todo, lograr la unidad nacional. Después, la recuperación económica, la lucha contra la corrupción, las reformas políticas, la consolidación democrática y, en un aspecto cercano a mí pero que creo que también es importante para el país, resolver el asesinato de mi padre. Los crímenes no pueden quedar impunes en el Líbano.
–Hay quien dice que de la influencia siria se ha pasado a la saudí.
–No hemos roto con Siria, ahora tenemos relaciones formales, como debe ser entre dos estados independientes y vecinos. Arabia Saudí es otro país amigo que siempre nos ha ayudado y que seguirá haciéndolo desde el respeto.
–¿Es partidario de aplicar la resolución 1559 y desarmar a Hizbulá?
–Es un asunto libanés, en el cual no aceptamos presiones extranjeras. Si con el tiempo hay un desarme paulatino será por el diálogo, no por la fuerza. Hizbulá es un movimiento de resistencia nacional que merece nuestro respeto por lo que ha conseguido para el Líbano –la retirada de Israel es un ejemplo– y por su defensa del país.
FAMILIA: HIJO DEL ASESINADO EXPRIMER MINISTRO RAFIC HARIRI
EDAD: 35 AÑOS
ESTADO: CASADO. DOS HIJOS.
SITUACIÓN: ES LA PERSONA 548 MÁS RICA DEL MUNDO, SEGÚN ‘FORBES’
ESTUDIOS: DIPLOMADO POR GEORGETOWN