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Sevilla, primera movilización ‘de este género’ en el Estado español

Hombres que se oponen a la violencia machista

Fuentes: Diagonal

El 21 de octubre, bajo el lema «Hombres contra la violencia machista», unas mil personas -entre ellas, numerosas mujeres- se manifestaron convocadas por el Foro de Hombres por la Igualdad de Sevilla. «Queremos expresar así un rechazo claro contra la violencia machista, la cual se produce para mantener las relaciones de dominio sexista», declaró Hilario […]

El 21 de octubre, bajo el lema «Hombres contra la violencia machista», unas mil personas -entre ellas, numerosas mujeres- se manifestaron convocadas por el Foro de Hombres por la Igualdad de Sevilla.

«Queremos expresar así un rechazo claro contra la violencia machista, la cual se produce para mantener las relaciones de dominio sexista», declaró Hilario Sáez, miembro del colectivo organizador Foro de Hombres por la Igualdad (FHI). La manifestación, que superó las expectativas de los convocantes, atrajo la atención de los medios y su repercusión ha llegado a Latinoamérica, desde donde grupos de hombres se han puesto en contacto para realizar convocatorias similares. Con ella culminaban dos días de jornadas sobre «Políticas de género para hombres», durante las cuales tuvo también lugar el IV Encuentro de Hombres Igualitarios. «Los hombres que comparten la idea de igualdad necesitan referentes políticos, como esta mani, para decidirse a actuar», explica Sáez. Jesús Casado, otro miembro de FHI, remacha: «La manifestación ha servido para que los hombres que se oponen a la violencia se encuentren, se reconozcan entre sí y construyan una identidad común».

El movimiento de hombres por la igualdad se propone poner énfasis en las políticas de género como debate social. «La postura que cada uno de nosotros tenemos ante la violencia machista es una opción política e ideológica: estás a favor o en contra. Si te opones a la violencia, hay que llevar esa opción a la práctica. Construir una perspectiva de género masculina y renunciar a privilegios, asumir corresponsabilidad y realizar un desarme moral», dice Sáez. Esta apuesta individual y colectiva choca con los valores tradicionales masculinos. A pesar de ello, existen frecuentes confusiones en la opinión pública entre este movimiento y los grupos de hombres contra la igualdad, «resentidos por situaciones personales y que se organizan para defender sus privilegios», aclara Sáez. Según él, entre estos grupos machistas destacan algunas asociaciones de «padres separados» que utilizan la reivindicación de la custodia compartida como excusa; otros tienen una base de extrema derecha y apoyan un ideario nazi de superioridad masculina (man defender, en inglés). Algunos de estos grupos intentaron boicotear la convocatoria de Sevilla pero finalmente no aparecieron.

Hombres por la igualdad

Quienes sí acudieron fueron diversos movimientos sociales y sindicatos, activistas gays y un nutrido grupo de mujeres feministas en apoyo a la manifestación. «Con ellas es con quienes más fácil resulta aliarnos». En cambio, el feminismo institucional- Sáez lo llama la «femocracia»- a veces ha intentado obstaculizar las iniciativas de este movimiento, «por motivos que no parten del feminismo, sino del partidismo y las políticas de género oficiales». La protesta contaba con la presencia de representantes de las instituciones y de todos los partidos políticos parlamentarios andaluces, salvo el PP. Este carácter institucional restó apoyos. Sáez argumenta: «Hemos contado con las instituciones, cuyo trato no ha sido nada fácil, porque desgraciadamente no hay base social para hacer la convocatoria de otra forma; eran las únicas herramientas que teníamos. La mayoría de los hombres que estamos aquí hemos venido a través de redes más que de siglas, y hemos conseguido llevar adelante la movilización con muchísimo esfuerzo. Está en la mano de los movimientos sociales que la próxima vez no haya tal protagonismo institucional». Vicky, militante feminista sevillana, remacha: «Muchos militantes nos vienen poniendo de excusa el carácter institucional. Si no fuera por eso, buscarían otra excusa para no venir. Nosotras lo sabemos desde antes».

El movimiento de hombres por la igualdad, muy extendido en otros países, ha sido poco visible en el Estado español desde sus primeros pasos en Valencia y Sevilla a mediados de los ’80. Durante años, arraigado principalmente en Andalucía, reflexionó en torno a una ruptura con el modelo tradicional masculino, que determina a los hombres para lo público y la acción, según Sáez. La primera actividad pública, en 1996, promovida también desde Sevilla, fue la campaña del lazo blanco contra los asesinatos de mujeres a manos de sus compañeros. «Salvo el movimiento gay de los ’70 y ’80, no han existido antecedentes a un movimiento de hombres igualitarios en el Estado», añade Sáez. Actualmente existen colectivos de hombres por la igualdad en todas las provincias andaluzas, así como en Valencia, Barcelona, Baleares, Madrid, León, Canarias, Álava y Bizkaia.