El abogado Behic Asci cumplió ayer 257 días en huelga de hambre como modo de protesta contra el régimen de aislamiento y las condiciones de vida en las prisiones de Turquía. Durante algo más de ocho meses este defensor de presos políticos no ingirió más que agua con sal y azúcar y mostró su determinación […]
El abogado Behic Asci cumplió ayer 257 días en huelga de hambre como modo de protesta contra el régimen de aislamiento y las condiciones de vida en las prisiones de Turquía.
Durante algo más de ocho meses este defensor de presos políticos no ingirió más que agua con sal y azúcar y mostró su determinación de continuar hasta la muerte si no se atienden sus peticiones.
Su reclamo forma parte de las extendidas críticas contra las llamadas prisiones de Tipo F, establecidas en 2000 al amparo de las leyes antiterroristas del país y basadas en el aislamiento de los reclusos y la negación de derechos básicos como herramienta de castigo.
Defensores de derechos humanos, abogados y organizaciones sociales protestaron contra este tipo de cárceles por considerar que amparan la tortura y causan trastornos físicos y psicológicos irreversibles en los presos.
El gobierno, por el contrario, siempre consideró que estos establecimientos se adecúan a la Unión Europea y son apropiados para los condenados por terrorismo.
Debido a su maltrecho estado de salud, el abogado podría convertirse en una nueva víctima mortal de las 120 que ya causaron en los últimos años estos centros penitenciarios.
Colectivos sociales de Estambul iniciaron la pasada semana una campaña de recogida de firmas para que el ministro del Interior, Cemil Cicek, atienda las peticiones de Behic Asci y evitar de ese modo su muerte.