El candidato presidencial nacionalista Ollanta Humala prometió el sábado un «Perú libre» de cinco siglos de discriminación racial sin salirse del cauce democrático, con un plan de gobierno que no pondrá en riesgo la estabilidad y el actual auge económico de este país. Humala, comparando el manejo del país con un restaurante en que un […]
El candidato presidencial nacionalista Ollanta Humala prometió el sábado un «Perú libre» de cinco siglos de discriminación racial sin salirse del cauce democrático, con un plan de gobierno que no pondrá en riesgo la estabilidad y el actual auge económico de este país.
Humala, comparando el manejo del país con un restaurante en que un inversionista extranjero administra desde las finanzas hasta la cocina, dijo que es tiempo de «terminar con el secuestro de mi nación en manos de las compañías trasnacionales.»
«Nosotros queremos enarbolar la bandera de un Perú libre, fuera de la opresión de diversos sectores económicos que no resuelven los problemas nacionales,» dijo Humala, un militar retirado de 43 años, en una entrevista concedida a Reuters.
Humala, quien busca revertir la ventaja del favorito para ganar las elecciones del 4 de junio, el ex presidente Alan García, consideró a Perú un país «fracturado» entre los sectores pobres mayormente de origen indígena con la clase rica y dominante de origen europeo que vive en la costa.
«Hay que unir a nuestra sociedad, que la ley sea igual para todos, que no haya discriminaciones raciales, de apellidos ni de cantidad de plata que pueda tener uno en una cuenta bancaria para que la ley lo trate de distinta manera,» afirmó.
El líder nacionalista, que caló en este país donde la mitad de su población es pobre, es temido por los inversionistas por su plan de otorgar al estado un mayor rol en la economía.
Según los sondeos más recientes, Humala perdería la segunda vuelta electoral frente a García -cuyo gobierno entre 1985 y 1990 terminó en una severa crisis económica- quien obtendría entre 54 y hasta 60 por ciento de los votos.
PARTICIPACION DEL ESTADO
Las elecciones para suceder al presidente Alejandro Toledo ocurren en momentos en que Perú muestra un robusto crecimiento económico con tasas de 4,5 por ciento promedio en los últimos años y una inflación anual por debajo del 2,5 por ciento.
El auge se debe básicamente a las grandes inversiones privadas en sectores clave como el minero y el energético.
Pero Humala planea que el estado participe como socio en el negocio del sector de hidrocarburos y revisar con contratos «lesivos» que tienen algunas empresas mineras que no pagan regalías por la expotación de los recursos.
«Nosotros queremos que el estado participe en las grandes utilidades que tienen los negocios como el energético (…) Vamos a participar en esta actividad y vamos a lograr que el precio de venta de los combustibles baje en un 30 por ciento y el de gas doméstico en un 25 por ciento,» dijo Humala.
Entre las firmas de este sector que operan en Perú figurán la española Repsol-YPF y la brasileña Petrobras, cuyas inversiones en la región se vieron afectadas por la decisión de Bolivia de nacionalizar sus hidrocarburos.
«Lo que planteamos para el sector minero es revisar los contratos que son lesivos a los intereses nacionales; contratos en los que no están pagando regalías,» agregó.
Humala dijo que una de las mineras que no pagan regalías es la firma Yanacoha, la mayor productora de oro de Latinoamérica controlada por la estadounidense Newmont Mining Corp. y la peruana Buenaventura .
ESTABILIDAD Y DEMOCRACIA
Humala afirmó que sus propuestas no chocan con la estabilidad económica del país.
«Vamos a tener un manejo fiscal permisible, no vamos a tener un déficit (fiscal) escándaloso. Vamos a tener una inflación controlada. No se va a hacer cambios traumáticos en el tema económico,» dijo el candidato nacionalista.
La figura de Humala ha asustado a la clase media peruana, que lo ve como un líder antidemocrático.
«Son prejucios,» dijo Humala. «En el ejército, decimos que los militares no prácticamos la democracia, pero la respetamos y la defendemos. Ahora, como un militar en retiro, me afirmo en los valores democráticos,» dijo el candidato.
Humala ha declarado su simpatía por el presidente venezolano Hugo Chávez, un abierto opositor de Estados Unidos, así como por el líder indigena y presidente boliviano Evo Morales; dos líderes de tendencia izquierdista en la región.
El candidato peruano dijo que sus ideas nacionalistas se inspiran en la figura de Charles de Gaulle y que su visión y compromiso de país en el «genio militar» Napoleón Bonaparte.
«Solucionar los problemas generados por una clase dominante que ha agarrado al estado como un botín resulta imposible en cinco años; alquien tiene que empezar el cambio y tendrá que seguirse con nuevos líderes porque yo, Ollanta Humala, no pienso perpetuarme en el poder,» afirmó el aspirante presidencial.