Bruno Lafont, expresidente del grupo francés Lafarge (ahora fusionado con el suizo Holcim) fue imputado por los jueces instructores franceses que investigan la responsabilidad de la compañía cementera en la financiación de grupos yihadistas al mantener en actividad una planta en Siria pese a la guerra. Fuentes judiciales citadas por los medios precisaron que Lafont […]
Bruno Lafont, expresidente del grupo francés Lafarge (ahora fusionado con el suizo Holcim) fue imputado por los jueces instructores franceses que investigan la responsabilidad de la compañía cementera en la financiación de grupos yihadistas al mantener en actividad una planta en Siria pese a la guerra.
Fuentes judiciales citadas por los medios precisaron que Lafont fue acusado ayer, al igual que el que fuera su director general adjunto responsable de operaciones Christian Herrault, por «financiación de una empresa terrorista».
Los dos declararon bajo arresto y finalmente quedaron en libertad pero bajo control judicial y a condición de pagar una fianza.
Desde la semana pasada, con ellos dos ya son seis los directivos o antiguos ejecutivos de Lafarge y de su sucesor LafargeHolcim que han sido inculpados en relación con la estrategia para mantener en funcionamiento las instalaciones de Jalabiya, en una zona de Siria que estuvo controlada por grupos yihadistas,.
Entre ellos figura, en particular el que fuera el responsable de LafargeHolcim Eric Olsen.
Al grupo franco-suizo se le reprocha haber comprado petróleo al Estado Islámico, pese al embargo de la Unión Europea, y haberle entregado dinero, a través de un intermediario, entre 2013 y 2014 para poder mantener en funcionamiento su planta de Jalabiya.