Analistas y pensadores críticos de los cinco continentes comenzaron este lunes a debatir en torno a la actual crisis financiera mundial y las alternativas al neoliberalismo desde el campo de las organizaciones y movimientos sociales, en el primer día de sesiones que se llevarán a cabo en el octavo Encuentro Mundial de Intelectuales y Artistas […]
Analistas y pensadores críticos de los cinco continentes comenzaron este lunes a debatir en torno a la actual crisis financiera mundial y las alternativas al neoliberalismo desde el campo de las organizaciones y movimientos sociales, en el primer día de sesiones que se llevarán a cabo en el octavo Encuentro Mundial de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad.
En la inauguración los intelectuales Samir Amin, de Egipto; Francois Houtart, de Bélgica; Carmen Bohórquez, de Venezuela, y el ministro del Poder Popular para la Cultura venezolano, Héctor Soto, coincidieron en calificar la actual crisis económica que sacude al mundo como el derrumbe de una de las formas del capitalismo: el neoliberalismo.
Con previsiones catastróficas a causa de los efectos recesivos en el corto plazo en países centrales como Estados Unidos y potencias de Europa, y la depresión «que se asoma en el mediano plazo en el planeta», los analistas señalaron que la concentración de capitales y la especulación galopante de las empresas multinacionales son la causa directa del terremoto financiero.
Samir Amin aseguró que «el mundo vive el mayor de los desafíos, que es resolver la crisis actual cambiando el sistema de forma comprometida e imaginativa como se experimenta en América Latina en diversos ensayos de popular social y popular.»
Dijo que en lo inmediato no se puede acabar con la arquitectura financiera mundial, «pero sí comenzar a vincularnos desde abajo, desde los pueblos del norte y el sur, para sincronizar las luchas que hoy se abren en el horizonte. Las fuerzas que estén divididas en esta etapa crítica del sistema están condenadas a ser aplastadas», advirtió.
Amin, miembro del Foro Mundial de Alternativas y uno de los más destacados impulsores de este encuentro desde su nacimiento en México en octubre de 2003, sostuvo que «la crisis sigue siendo financiera, pero se prolongará, se profundizará y se convertirá en una crisis de reproducción del sistema, una depresión homóloga a la de los años 30 del siglo pasado.»
Más allá de la crisis propuso a los más de 200 participantes que provienen de países pobres como Ghana y Palestina, naciones centrales como Francia, así como de la mayoría de los estados latinoamericanos, «situarla como una crisis estructural, un sistema de capitalismo senil que no puede sobrevivir a menos que sea cada vez más destructivo de las sociedades, los pueblos y las naciones del planeta.»
A su vez, el belga Francois Houtart, uno de los fundadores del Foro Social Mundial de Porto Alegre, destacó que el cónclave de intelectuales reunidos en Caracas es un reflejo de las fuerzas políticas populares.
«Se trata de la participación de líderes críticos de movimientos sociales e intelectuales vinculados a éstos. No somos simplemente académicos que debatimos sobre temas generales, sino pensadores sociales capaces de construir teoría de la experiencia colectiva de los pueblos», dijo.
Apuntó que la crisis ecológica, financiera y de alimentos, son los aspectos más visibles de la catástrofe que sacude al mundo, marcada por la dinámica de la ganancia y el libre mercado.
La razón de que este encuentro se haya realizado en un país latinoamericano como Venezuela es porque «existen experiencias organizativas como los consejos populares y comunales, verdaderos ensayos de construcción de otras formas distintas al capitalismo voraz que se encuentra en la mayor de las crisis sistémicas contemporáneas», indicó.
Ante la urgencia de pensar y repensar las causas y consecuencias de la situación financiera, el colapso de los mercados bursátiles y los efectos dramáticos en las economías débiles como las de Latinoamérica, los expositores hicieron un llamado a buscar entre el mismo pueblo a intelectuales para repensar las alternativas posibles.
«La responsabilidad del intelectual es pensar de manera crítica los problemas del mundo y, sobre todo, hacerlo con base en la ética que se corresponde con la vida, en general, y la humana, en particular», anotó Carmen Bohórquez organizadora del acto desde Venezuela.
Aseguró países como Ecuador y Bolivia están marcando radicalmente la geometría del poder en el continente. «Podemos decir, sin temor a exagerar, que desde hace cierto tiempo el eje de la historia mundial se ha desplazado a América Latina», en tanto que es la región donde se están dando cambios profundos así como propuestas originales de transformación social.
El ministro Héctor Soto, en representación del gobierno de Venezuela, dio las gracias «a aquellos hombres y mujeres que hoy debaten en este encuentro, por ser la conciencia crítica activa de algunos de los movimientos sociales más importantes del mundo.»
Expresó que en Venezuela son escuchados con atención, «sobre todo por encender luces en los caminos que hay que recorrer para acabar con la pobreza, la cultura individualista y el mercado absoluto».
Informó que el próximo miércoles asistirá a este encuentro el presidente Hugo Chávez.
Toda la información, los debates y las conclusiones serán difundidos entre los 25 mil consejos comunales, organizaciones sociales y sociedad venezolana en general, así como entre los países representados.