Con motivo del Día Mundial del Hábitat 2010 celebrado por ONU-Hábitat bajo el lema «mejor ciudad, mejor vida», la Alianza Internacional de Habitantes, red mundial por el derecho a la vivienda sin fronteras, ha difundido un comunicado muy crítico que lanza las Jornadas Mundiales Cero Desalojos en apoyo a las resistencias y alternativas para las […]
Con motivo del Día Mundial del Hábitat 2010 celebrado por ONU-Hábitat bajo el lema «mejor ciudad, mejor vida», la Alianza Internacional de Habitantes, red mundial por el derecho a la vivienda sin fronteras, ha difundido un comunicado muy crítico que lanza las Jornadas Mundiales Cero Desalojos en apoyo a las resistencias y alternativas para las ciudades solidarias, base concreta de un nuevo Pacto Social Urbano esencial para superar la crisis mundial. En el centro, la reivindicación de la moratoria mundial de los desalojos, la financiación de la vivienda y del hábitat en el marco de un «New Deal Verde» para, por lo menos, mil millones de personas, fundamentado, sobre todo, en la inversión de una parte importante de la ayuda al desarrollo y en la anulación de la deuda externa, transformada en Fondos Populares para la tierra y la vivienda.
La movilización de octubre prepara la etapa final del proceso unitario hacia la Asamblea Mundial de Habitantes (FSM Dakar 2011).
La reciente Cumbre de Naciones Unidas sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) ha intentado esconder el fracaso del ODM 7-11 ignorando de forma escandalosa la existencia de los desalojos e infravalorando las consecuencias de la crisis global, del desarrollo basado en los megaproyectos y las guerras, las consecuencias del cambio climático y de los desastres como pretexto para las nuevas discriminaciones de los pobres, los inmigrantes y las mujeres, de los recortes de presupuestos y las privatizaciones de los servicios públicos, de la ausencia del control público sobre los precios del sector y sobre las especulaciones financieras/inmobiliarias. Es por esto que las iniciativas de lucha y las alternativas coordinadas a nivel mundial tienen la tarea de restablecer el papel principal del derecho a la vivienda. Partiendo por el objetivo de mejorar las condiciones de vida de las personas mal alojadas o sin techo que corren el riesgo de convertirse en 1.700 millones de aquí al 2020, si los gobiernos se obstinarán en seguir las políticas neoliberales.
Nosotros denunciamos la ilegalidad de los desalojos y los ataques contra el derecho a la vivienda, porque violan el artículo 11 del Pacto Internacional sobre los Derechos Sociales, Económicos y Culturales ratificado por más de 70 países (desarrollados y pobres sin distinción) donde esta práctica inhumana ha vuelto a llevarse a cabo en el último año.
Nosotros invitamos la ONU-Hábitat de reconsiderar la confianza acordada a las políticas neoliberales, requisito previo para tener una «mejor ciudad, mejor vida». La coherencia obligaría a ONU-Habitat a renunciar al Global Pact propuesto a un sector privado que propicia la destrucción de las viviendas desocupadas y de los barrios no rentables para hacer resurgir los precios del mercado inmobiliario. En su lugar, se trata de reforzar herramientas tales como la figura del Relator Especial sobre el derecho a la vivienda, el Comité Consultivo sobre los desalojos (AGFE) y el protocolo adicional del PIDESC.
Nosotros apoyamos la legitimidad y la legalidad de todas la iniciativas heroicas de resistencia, de lucha y de alternativa de las comunidades y de las organizaciones de habitantes, de inquilinos y de los sin techo para impedir los desalojos y reivindicar el pleno respeto del derecho a la vivienda. Así apoyamos el valor de los alcaldes progresistas que declaran sus territorios «libres de desalojos» mediante actos administrativos legítimos y respetuosos con la legalidad y que desarrollan políticas públicas y participativas de urbanismo y vivienda.
En definitiva, apreciamos el compromiso creciente de las redes internacionales y de los organismos de defensa de los derechos humanos y subrayamos la necesidad primordial de unificar este frente, a través de campañas coordinadas y la participación en el proceso de la Asamblea Mundial de Habitantes
Por estos motivos y tras los compromisos unitarios tomados durante el Foro Social Urbano 2010, lanzamos las Jornadas Mundiales Cero Desalojos con decenas de iniciativas en todos los continentes durante todo el mes de octubre, invitando a todas las entidades implicadas a la construcción de un nuevo Pacto Social Urbano fundado en el respeto a los derechos humanos y al ritmo y las exigencias de los habitantes, así como en el desarrollo de políticas públicas alternativas para detener la crisis y la invasión del sector por el mercado.
Un Pacto solidario entre organizaciones de habitantes, poderes públicos y profesionales del sector en el que se pongan de acuerdo sobre el control público y participen en la construcción y la gestión de las ciudades integradoras y sostenibles.
En el centro, la reivindicación unitaria hacia todos los niveles de gobierno para obtener urgentemente lo siguiente:
* Una moratoria mundial inmediata de los desalojos forzados por embargo o impago de alquiler, con motivo de proyectos de urbanismo y mega proyectos, de ocupación extranjera o sobre la base de la discriminación racial y sexista;
* La inclusión de la financiación de la vivienda y del habitat en el marco de un «New Deal Verde» para mejorar las condiciones de vida, por lo menos, de mil millones de personas que viven en la inseguridad y bajo condiciones de alojamiento inhumanas e indecentes;
* La inversión de una parte importante de la ayuda al desarrollo en las viviendas sociales, las cooperativas de y hábitat, sobre todo a través de la transformación de una parte de las deudas externas en Fondos Populares para la tierra y la vivienda.
Movilizaciones y luchas entonces, en una nueva etapa unitaria hacia la Asamblea Mundial de Habitantes (FSM Dakar, 6-11 febrero 2011) y más allá, hacia la Vía Urbana.
Fuente: http://esp.habitants.org/campana_cero_desalojos/jornadas_mundiales_cero_desalojos_20102