Denunciamos a los gobiernos del G8, en especial a los de Estados Unidos y Gran Bretaña, por permitir a estos fondos operar de manera pública y legal, comprando barato a las naciones del Sur reclamos de deuda cuando estén desvaluados y luego aprovechándose de los sistemas legales en el Norte para demandar el valor pleno […]
Denunciamos a los gobiernos del G8, en especial a los de Estados Unidos y Gran Bretaña, por permitir a estos fondos operar de manera pública y legal, comprando barato a las naciones del Sur reclamos de deuda cuando estén desvaluados y luego aprovechándose de los sistemas legales en el Norte para demandar el valor pleno de esos reclamos, más intereses. Las proclamas de los líderes del G8 a favor del «alivio» de la deuda, se muestran aún más vacías dado su pasividad frente al accionar de estos fondos buitres que son además muy bien vinculados políticamente en el Norte. Tienen ellos incluso el poder, después de todo, de cumplir con la anulación de esos mismos préstamos.
Saludamos las campañas iniciadas por Jubileo EE.UU. y el movimiento contra la deuda en el Reino Unido, para exigir que se ponga fin a esta forma especialmente rapaz del sistema capitalista con sus «mercados libres» e «iniciativa privada». Los casos de Zambia, Perú, y el Congo son los mejor conocidos, donde estos fondos han logrado enormes ganancias al utilizar los tribunales en el Norte para forzar a gobiernos empobrecidos en el Sur a pagar, asegurando a estos llamados fondos de inversiones, supuestamente legales, un retorno varias veces mayor que su inversión inicial. En el caso de Nicaragua y de otros países, el FMI asegura que sea los bancos locales e internacionales los primero en cobrar de los supuestos ahorros generados por el «alivio de la deuda», convirtiendo a los tenedores de bonos -de por sí enriquecidos- en los verdaderos beneficiarios de semejante «alivio de la deuda». Tan flagrante mercantilismo es sintomático de un desorden estructural más profundo.
Recordamos a los gobiernos en el Sur que tienen el poder y que de hecho, es su deber y obligación moral, poner fin a esta forma tan cínica de capitalismo. Les reclamamos que tomen las medidas necesarias de inmediata. Los gobiernos en el Sur deberían desestimar directamente tales reclamos o dictámenes legales – repudiando no solo la manipulación jurídica de los fondos buitres sino al conjunto de la deuda por ser ilegítima. Deberán abolirse estas prácticas odiosas junto a la deuda odiosa en sí.La realización de auditorías integrales y participativas de las deudas reclamadas a los países del Sur, contribuirían pruebas y apoyo público para fortalecer tales acciones.
Jubileo Sur llama a los movimientos y campañas populares, tanto en el Norte como en el Sur, a respaldar el derecho de los pueblos del Sur a exigir la anulación y repudio de una deuda ilegítima. Debemos luchar juntos para poner fin a los fondos buitres y al sistema buitre que sigue utilizando la deuda como instrumento de esclavitud colonial, explotación y sumisión.