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Al acercarse las elecciones en Bolivia

La atención se centra en las tropas estadounidenses en Paraguay

Fuentes: DissidentVoice

Traducido para Rebelión por Felisa Sastre

El reciente deslizamiento hacia la izquierda de los gobiernos latinoamericanos es motivo de preocupación para la Administración Bush por lo que la Casa Blanca ha intentado en vano controlar esta tendencia. Las elecciones del 18 de diciembre en Bolivia es probable que desafíen más aún la hegemonía estadounidense ya que se espera que Evo Morales, indígena y diputado socialista, gane las elecciones. ¿Hasta dónde llegará Estados Unidos para impedir la victoria de un izquierdista en Bolivia? Algunos bolivianos se temen lo peor.

Desde el año pasado, operaciones militares en la vecina Paraguay han complicado si cabe más el turbulento clima político en la región. Funcionarios de la Casa Blanca afirman que se trata de operaciones de ayuda de carácter humanitario, sin embargo los analistas políticos en Bolivia y Paraguay indican que la actividad desarrollada va dirigida a asegurarse el gas y las reservas de agua de la región y a la intervención en Bolivia si gana Morales.

El 1 de julio, llegaron a Paraguay quinientos soldados estadounidenses con aviones, armas y munición. Los informes de un periodista del periódico argentino Clarín, demuestran que existe una base aérea en Mariscal Estigarribia, Paraguay, que se encuentra a 200 kilómetros de la frontera con Bolivia y puede utilizar el ejército estadounidense (1).

A principios de este año, los legisladores paraguayos concedieron la inmunidad total a las tropas estadounidense y permitieron al acceso del Pentágono a la base de Estigarribia, construida por técnicos de Estados Unidos en los años 80 y que es más grande que el aeropuerto internacional de Asunción, la capital del país (2).

Además de la actividad militar, el FBI también tiene proyectos para Paraguay. El 26 de octubre, su director, Robert Mueller, llegó al país para «comprobar los preparativos para el establecimiento de una oficina permanente en Asunción…con el fin de cooperar con las organizaciones encargadas de la seguridad en la lucha contra la delincuencia internacional, el tráfico de drogas y los secuestros (3).

Bruce Kleiner, agregado de Prensa en Asunción, declaró que las maniobras militares conjuntas de Estados Unidos y Paraguay se venían realizando desde 1943 y añadió que los actuales ejercicios militares normalmente cuentan con menos de 50 soldados y sólo durante dos semanas (4).

«No creo en las explicaciones presentadas por el secretario de Defensa o por la embajada en Asunción», afirma Jorge Ramón de la Quintana, ex oficial del ejército boliviano y en la actualidad analista político. «La presencia militar en Paraguay refleja la percepción que tiene el Comando del Sur estadounidense de una serie de amenazas… es decir, de la vuelta a la teoría del dominó» (5).

Orlando Castillo, un activista paraguayo del grupo para la defensa de los derechos humanos, Servicio, Paz y Justicia, implicado en la lucha contra la presencia militar estadounidense en su país, cree que el objetivo de los militares de Estados Unidos en Paraguay es asegurarse las enormes reservas de agua de la región, «debilitar el bloque meridional, establecer sedes de las agencias estadounidenses de seguridad para vigilar la zona, y tener la posibilidad de desestabilizar desde Paraguay a los gobiernos de la región, especialmente si Evo Morales gana las elecciones en Bolivia» (6).

Funcionarios paraguayos y estadounidenses afirman que la mayor parte de la reciente colaboración militar tiene un carácter sanitario y humanitario. Sin embargo, un artículo del Washington Times publicado recientemente informaba de que «de las trece maniobras militares realizadas en Mariscal, sólo dos de ellas se dedicaron a la formación médica» (7).

Los informes del Departamento de Estado no mencionan financiación alguna para actuaciones sanitarias, sino que lo que reflejan es que en 2005 se duplican los fondos para el Programa de cooperación contra el terrorismo (Counterterrorism Fellowship Program. CTFP, en su sigla en inglés). El informe expone que «las relaciones entre Estados Unidos y Paraguay son sólidas ya que Paraguay está prestando una colaboración magnífica en la lucha contra el terrorismo… el CTFP facilita financiación a Paraguay para asistir a cursos sobre la dinámica del terrorismo internacional y sobre la importancia y utilización de los servicios de inteligencia en la lucha contra el terrorismo» (8).

¿Terrorismo en la región de la triple frontera?

La analista política, Milda Rivarola, dice que las actuaciones estadounidenses en Paraguay van dirigidas a «estar más cerca de la frontera en la que coinciden Paraguay, Brasil y Argentina, donde Estados Unidos cree que existen focos terroristas»(9).

Las alegaciones sobre la existencia de actividades terroristas en la región se hicieron públicas el 19 de noviembre cuando los fiscales identificaron a Ibrahim Hussein Berro, miembro del grupo militar islámico Hizbollah , como el kamikaze que voló un centro comunitario judío en Argentina en 1994, matando a 85 personas. Uno de los fiscales del caso, Alberto Nisman, declaró que los investigadores creían que el kamikaze entró en Argentina por la zona de la triple frontera. El comunicado se hizo público tras años de investigación de los servicios de inteligencia argentinos y del FBI. Hizbollah ha negado las acusaciones (10).

Tras los atentados del 11 de septiembre, la policía llevó a cabo, apoyada por Estados Unidos, una operación de limpieza en la que detuvo a unos 20 sospechosos de terrorismo en Ciudad del Este, Paraguay, una ciudad que se encuentra en la frontera de los tres países. De acuerdo con un informe del Washington Post, asimismo, investigaron el origen de 20 millones de dólares depositados en 40 cuentas bancarias que se sospechaba tenían alguna relación con grupos terroristas (11).

Gustavo Moussa, portavoz de la Organización Islámica de Argentina, con sede en Buenos Aires, aseguró que muchos musulmanes sudamericanos consideran que Washington es injusto al etiquetar a la frontera de los tres países como un aliado de los terroristas. «Ellos denuncian esa situación sin tener pruebas», declaró (12).

Luis Moniz Bandeira, analista brasileño de las relaciones exteriores entre Brasil y Estados Unidos, afirmaba «yo no descartaría la hipótesis de que los agentes estadounidenses filtran a los medios de comunicación historias sobre terroristas árabes en la triple frontera para provocar acciones terroristas que justifiquen su presencia militar (13).

En una entrevista en la televisión brasileña, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, dijo que la Administración Bush se vale de su guerra contra el terrorismo como pretexto para eliminar a los movimientos de izquierda en la región.

Las elecciones en Bolivia

Las operaciones militares estadounidenses en Paraguay han provocado polémicas en la carrera presidencial en Bolivia. El dirigente del sindicato de trabajadores boliviano, Jaime Solares, ha advertido de los planes estadounidenses para dar un golpe militar que frustre las elecciones. Solares dijo que la embajada de Estados Unidos apoya al derechista Jorge Quiroga en su intento de llegar al poder y que hará lo que sea necesario para impedir la victoria de cualquier otro candidato (14).

Jim Schultz, director del Centro Democrático en Cochabamba, Bolivia, afirma que «una fuente propia asegura que el gobierno estadounidense ha estado cultivando con sumo cuidado las relaciones con fuerzas contrarias a Evo Morales en el ejército boliviano, presumiblemente para la preparación de un golpe de Estado apoyado por Estados Unidos» (15).

Los dos candidatos que va en cabeza de la carrera presidencial son Evo Morales y Jorge Quiroga, un empresario de derechas que mantuvo estrechos lazos con la dictadura de Hugo Banzer y cuyo programa electoral incluye la privatización de las reservas de gas del país y mano dura contra los manifestantes de izquierdas.

Se presentan a las elecciones ocho candidatos de los que Morales en la actualidad lidera la carrera con unos índices de apoyo en las encuestas del 32%, mientras que Quiroga le sigue con un 27%. La Constitución de Bolivia exige que el vencedor obtenga más del 50% de los votos para asegurarse la presidencia. En caso contrario, el Congreso decide entre los dos candidatos más votados.

Quiroga ha asegurado que si no obtiene la mayoría se retirará. Si Morales gana por un solo voto encabezará manifestaciones para que el Congreso ratifique su victoria. Pero incluso si Quiroga gana de manera contundente se espera que se produzcan protestas contra su presidencia y las políticas que se seguirían.

El socialista Evo Morales es impopular entre los inversores internacionales y, cuando se presentó a las elecciones de 2002, el embajador estadounidense en Bolivia advirtió de que Estados Unidos podría cortar los vínculos económicos si ganaba. La consecuencia fue que se produjo un enorme apoyo a los votantes que le dejaron en segundo lugar, sólo un 1,5% por detrás del ganador, Gonzalo Sánchez de Losada.

Morales se ha referido al ALCA que apoya Estados Unidos como «un acuerdo para legalizar la colonización de la Américas». No está dispuesto a proteger los intereses estadounidenses porque considera que «han fracasado en resolver los problemas de la mayoría en nuestro país» Morales declaró que la guerra de Estados Unidos contra las drogas en Bolivia es un pretexto, y que lo que realmente quieren los estadounidenses son las reservas de gas de Bolivia que son las segundas en Latinoamérica. Como presidente, trabajaría para despenalizar el cultivo de la coca y nacionalizaría el gas del país.

Si gana, Morales se sumará a las filas crecientes de líderes latinoamericanos de izquierda o centro izquierda que en lugar de inclinarse ante los intereses de las multinacionales extranjeras que explotan al país, el Fondo Monetario Internacional y la Administración Bush, tienen como prioridades atender a las necesidades de la gente mediante programas sociales en educación, reforma agraria y atención sanitaria.

En una entrevista que mantuve con Morales, le pregunté sobre la presión que podría recibir del gobierno estadounidense si se le elegía presidente. «Nosotros, el pueblo indígena, tras 500 años de resistencia, estamos retomando el poder», contestó, «(Estamos) cambiando presidentes y modelos políticos y económicos. Estamos convencidos de que el capitalismo es el enemigo de la tierra, de la humanidad y de la cultura. El gobierno de Estados Unidos no comprende nuestra forma de vida y nuestra filosofía pero defenderemos nuestros objetivos, nuestra manera de vivir y nuestras necesidades con la participación del pueblo boliviano».

Benjamin Dangl ha viajado y trabajado como periodista en Bolivia y Paraguay, y es el editor de UpsideDownWorld.org ,, revista en Internet que se ocupa del activismo y de la política en Latinoamérica.

Fuentes:

(1) Benjamin Dangl, » US Military in Paraguay Prepares to Spread Democracy Upside Down World, 15 de septiembre de 2005.

(2) Kelly Hearn , » Patrolling America’s Backyard? AlterNet.org, 4 de noviembre de 2005.

(3) » FBI Sets Up Permanent Office in Paraguay, 8th in Latin America Prensa Latina, 26 de octubre de 2005.

(4) Adam Saytanides, » U.S. Military Eyes Paraguay In These Times, 10 de noviembre de 2005.
(5) Ibid.

(6) Benjamin Dangl, » Gringo, Go Home! Upside Down World, 16 de octubre de 2005.

(7) » Duarte: There will be no U.S. military base in Paraguay EFE, 8-30-05. Kenneth Rapoza, » U.S. Inroads Raise Alarm The Washington Times, 25 de octubre de 2005.

(8) US State Department, Bureau of Political-Military Affairs, Foreign Military Training: Joint Report to Congress, Fiscal Years 2004 and 2005 , Aril 2005.

(9) Véase nota n.º 2.

(10) AP, » Hezbollah ID’d en 1994 ataque de Argentina , » CNN, 9 de septiembre de 2005. » El bombardero de Buenos Aires ‘se identificó’ , » B.B.C., 10 de noviembre de 2005.
(11) Véase nota n.º 2.

(12) See Note 2.

(13) Rapoza, Note 7.

(14) «US Encouraging Military Coup in BoliviaPrensa Latina, 13 de septiembre de 2005.

(15) Jim Shultz, » Democracy Center’s Blog From Bolivia,» 22 de octubre de 2005.


Enlace original:

http://www.dissidentvoice.org/Nov05/Dangl1121.htm