El director de la Agencia Central de Intelgencia (CIA), Michael Hayden, declaró este martes al Congreso estadunidense que la agencia utilizó la técnica de interrogación conocida como waterboarding o ahogamiento simulado, en tres ocasiones poco después de los atentados del 11 de septiembre de 2001. El procedimiento es ampliamente considerado un método de tortura. «El […]
El director de la Agencia Central de Intelgencia (CIA), Michael Hayden, declaró este martes al Congreso estadunidense que la agencia utilizó la técnica de interrogación conocida como waterboarding o ahogamiento simulado, en tres ocasiones poco después de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
El procedimiento es ampliamente considerado un método de tortura. «El ahogamiento simulado se utilizó sólo con tres detenidos», dijo Hayden al Comité de Inteligencia del Senado, especificando públicamente el número de individuos e identificándolos por primera vez, mientras el Congreso considera prohibir la técnica.
Los afectados fueron los sospechosos de pertenecer a Al Qaeda: Khalid Sheikh Mohammed, Abu Zubaydah y Abd Rahim Nashiri, dijo Hayden.
El director de la CIA declaró que el waterboarding no se ha utilizado en cinco años, pero que entonces se usó ante la preocupación de que se produjeran de forma inminente ataques catastróficos en Estados Unidos y porque las autoridades tenían un conocimiento limitado de Al Qaeda.
«Las circunstancias son diferentes de las que eran a finales de 2001 y principios de 2002», dijo. Hayden indicó que se oponía a limitar a la CIA a usar las técnicas de interrogación permitidas en el manual de campo del ejército, que prohíbe el ahogamiento simulado.
Los interrogadores de la CIA están mejor entrenados y este método funciona con un rango más limitado de sospechosos, indicó.
«El waterboarding es tortura, y la tortura es un crimen», declaró Joanne Mariner, jefa del departamento especializado en terrorismo de Human Rights Watch.
De otro lado, los servicios de inteligencia estadunidenses advirtieron que la red Al Qaeda ha mejorado su capacidad para reclutar, entrenar y ubicar agentes, lo que supone una mayor amenaza de ataques contra Estados Unidos. Sin embargo, el mismo informe indica que la actual inestabilidad política en Pakistán tras el reciente asesinato de la candidata presidencial opositora, Benazir Bhutto, «no es una amenaza».
Por último, el londinense Instituto de Estudios Estratégicos dijo en su informe sobre la situación militar mundial que Estados Unidos va a tener cada vez más dificultades para encontrar aliados para intervenciones militares, pues al prolongarse las misiones en Irak y Afganistán, será ya imposible proponer nuevas operaciones a corto o mediano plazo.