Seguramente lo que más recordarán los indios de la visita reciente del presidente ruso, Dmitri Medvédev, es su parte final, es decir, la reunión con los estudiantes en la ciudad de Bombay, a la que asistieron también numerosos periodistas. Parece que se ha ido formando una especie de tradición: cualquier jefe de Estado que visita […]
Seguramente lo que más recordarán los indios de la visita reciente del presidente ruso, Dmitri Medvédev, es su parte final, es decir, la reunión con los estudiantes en la ciudad de Bombay, a la que asistieron también numerosos periodistas.
Parece que se ha ido formando una especie de tradición: cualquier jefe de Estado que visita India, procura visitar un colegio o a alguna Universidad, para que la nueva generación del país asiático conozca sus rostros. Seguramente porque para el resto del mundo India será un país importante en el futuro y todo político previsor debe tener en cuenta esta circunstancia.
En India existe todo tipo de colegios y Universidades y el presidente ruso optó por visitar los estudiantes y profesores de la Universidad Tecnológica de India, y no por casualidad, sino confirmado el carácter estratégico de su visita.
Las palabras clave -«cooperación para la modernización»- fueron pronunciadas por Medvédev incluso antes de la visita a la Universidad, durante una rueda de prensa celebrada el pasado martes. «Tenemos mucha esperanza en la componente de la modernización de nuestra cooperación, y por está razón este tema siempre los tenemos sobre la mesa. El intercambio comercial entre Rusia y otros países tiene una composición propia y debo reconocer que dicha composición no siempre nos satisface, porque con frecuencia ese intercambio en gran medida se basa en los productos energéticos», manifestó el presidente de Rusia.
Esta situación es característica con «diferentes países»; sin embargo, con la India se ha obrado un pequeño milagro: más del 50% del volumen del intercambio comercial ruso-indio son productos de innovación, maquinarias o equipos.
Es lo que Rusia no ha conseguido en sus relaciones con China y con otros países, incluso con países miembros de la Unión Europea (UE). A propósito, la orientación del comercio hacia los productos con alto contenido tecnológico se reveló sólo antes de la visita de Medvédev a la India, bien porque antes nadie se había dado cuenta, bien porque no era tan evidente.
Altas tecnologías como alternativa al comercio tradicional
Este carácter «modernizador» de la cooperación ruso-india surgió sin intervención alguna, de una manera completamente natural. Al respecto, merece la pena recordar al respecto la histórica visita a la India del entonces presidente de Rusia, Vladimir Putin, realizada en 2000, entonces, Moscú y Delhi tenían una noción confusa sobre las posibles bases de la nueva etapa de su cooperación.
El esquema anterior de «petróleo y armas a cambio de café y té» se vino abajo y el futuro se perfilaba bastante incierto. El plan «Putin – Vajpayee» (primer ministro indio en aquel momento) estableció el desarrollo simultáneo de todos los aspectos de la cooperación, lo que se plasmó en una primera etapa únicamente en el suministro a la India de armas rusas. Por esta razón, a las relaciones ruso-indias se las llegó a calificar de «cojas».
Ahora en Delhi se habló de numerosos temas y se firmaron importantes documentos, como por ejemplo el nuevo Programa a largo plazo de cooperación gubernamental en las esferas de la ciencia, la tecnología y la innovación, el borrador del documento para la institución de un Centro tecnológico ruso-indio, el memorándum de entendimiento entre la Corporación Estatal Rusa «Rosatom» y el departamento para la energía atómica del Gobierno indio para la ampliación de la cooperación científico-técnica en la esfera del uso pacífico de la energía atómica.
Sin olvidar los memorandos sobre cooperación en la esfera de las tecnologías de la información y sobre la cooperación en las esferas farmacéutica y de las biotecnologías. Ni falta que hace mencionar a estas alturas el contrato para el diseño técnico de un proyecto de un caza multifuncional.
Además, se decidió pone en marcha el proyecto ruso-indio para el uso conjunto del sistema de navegación por satélite GLONASS, creado por Rusia. En la esfera de la exploración conjunta de la Luna se está fabricando el satélite artificial «Chandrayan-2» y se ha tomado la decisión de incorporar en la estación un mini-vehículo lunar de fabricación india.
Resulta, pues, que la visita estuvo dedicada casi exclusivamente a la cooperación con objetivos de modernización. Y casi pasó desapercibida la noticia de que el intercambio comerciales entre los dos países en 2010 llegará a 10.000 millones de dólares. El resto de los acontecimientos le quitaron importancia a este hecho.
¿Occidente u Oriente?
El desarrollo orientado a la modernización parece haberse convertido en el objetivo clave del mandato de Medvédev y en la esfera de la política exterior su gobierno se conoce de momento únicamente por la idea de la «alianza modernizadora» entre Rusia y los países de Occidente, es decir, la Unión Europea y Estados Unidos.
Por supuesto, muchos desearían dar un matiz ideológico al mencionado concepto. Estas personas dan por sentado el hecho de que las tecnologías innovadoras tan necesitadas por Rusia se hallan exclusivamente a disposición de los europeos y los norteamericanos y, por lo tanto, Moscú habría de orientarse hacia Occidente en la política, la ideología y demás aspectos.
Sin embargo, dicha «alianza» podría ser enfocada de otra manera: Moscú propone a Europa y Estados Unidos cooperar en el campo de la modernización de la economía rusa, ya que ello representa una mutua ventaja para las dos partes y sería una salida aceptable al anterior atolladero político. De momento Estados Unidos ha reaccionado a la propuesta formulada de una manera meramente declarativa y los europeos se han contentado con «haber mejorado» la sociedad y el sistema político rusos.
El documento pertinente enviado a Moscú por los funcionarios europeos les fue devuelto con la cortés explicación de que no era esa la cooperación que se pretendía.
Pero esta alineación con los países occidentales no es ni mucho menos la única salida posible para Rusia: la alianza con la India existe y se fortalece desde hace ya años.
Por otra parte, las innovaciones no son ningún cofre mágico que oculta un tesoro escondido bien en Occidente bien en Oriente: las nuevas tecnologías son múltiples y variadas y tanto podría algún país compartir algo con Rusia como tomar algo prestado de ella.
En los últimos años, distintas investigaciones han señalado cómo el epicentro industrial e innovador del desarrollo de la economía mundial se está desplazando de Occidente a Oriente: incluida la India, que apuesta activamente por la modernización y coopera en este campo con muchos países y no sólo con Rusia.
El mencionado desplazamiento está ocurriendo, entre otros factores, debido a la presencia en la India de numerosas empresas y laboratorios extranjeros. El mismo principio es aplicable también a la política. La visita de Medvédev, lejos de percibirse por los indios de manera aislada, es vista como parte de toda una serie de recientes visitas de Jefes de Estado: el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, el primer ministro británico, David Cameron, el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, el primer ministro de China, Wen Jiabao.
Actualmente China es, de hecho, el socio más importante de la India con unos 100.000 millones de dólares de intercambio comercial y no 10.000 millones como en el caso de Rusia. Así que la «alianza modernizadora» en el terreno indio, sin lugar a dudas, impresiona.
Fuente: http://sp.rian.ru/opinion_analysis/20101224/148115648.html