Traducido del inglés para Rebelión y Tlaxcala por Germán Leyens
Se ha prestado mucha atención estos días a la nacionalización por el gobierno boliviano de los recursos de hidrocarburos del país. El cambio de política de Bolivia viene después de la sistemática renegociación por el gobierno venezolano de los contratos con las compañías petroleras extranjeras, que aumentó dramáticamente los ingresos disponibles en beneficio del pueblo venezolano. Ecuador refuerza esa tendencia regional al poner fin a los acuerdos con la multinacional petrolera de USA, Occidental Petroleum, como reacción a 43 presuntas violaciones del contrato por esa compañía. Todas esas medidas indican un cambio de actitud de gobiernos latinoamericanos sobre la manera de administrar mejor sus recursos energéticos.
La energía es el tema fundamental que hay que examinar para obtener una visión de la política de la región y de sus relaciones internacionales más amplias, con las que interactúa. Las relaciones energéticas son inseparables de las relaciones comerciales – un hecho que es minimizado en las continuas discusiones sobre el «libre comercio», la «globalización» y la erosión de la soberanía nacional. Dar una mirada a la sustentabilidad de la producción de gas natural y de petróleo es importante para poder comprender esas relaciones. Cuando se piensa en la sustentabilidad es común que se piense en primer lugar en el ptróleo. Pero el gas natural juega un papel que es igualmente esencial en áreas que van de la generación de electricidad al consumo general de energía industrial y doméstica.
El siguiente cuadro resume la información publicada por la Administración de Información sobre la Energía del gobierno de USA (http://www.eia.doe.gov). Ofrece los datos en forma simplificada, incluyendo una mezcla de datos reales y de cálculos de los últimos años. Los datos del petróleo no diferencian entre diferentes tipos de productos petrolíferos. No han sido incluidas recientes reevaluaciones de enormes reservas de crudo extra-pesado que anteriormente no eran económicas. El propósito principal de la tabla es dar una idea general de la sustentabilidad de la producción basada en cifras oficiales del gobierno de USA. Incluye sólo a los principales productores de hidrocarburos de Sudamérica – no incluye a productores del Caribe.
Argentina | Bolivia | Brasil | Chile | Colombia | Ecuador | Peru | Venezuela | |||
Reservas de petróleo (miles de millones de barriles) | 2.30 | 0.40 | 10.60 | 0.15 | 1.54 | 4.60 | 0.90 | 77.20 | ||
Producción de petróleo (barriles por día) | 775800 | 35500 | 1839700 | 18400 | 530000 | 538700 | 111800 | 2855700 | ||
Años de producción a ese nivel | 8.13 | 31.31 | 15.79 | 22.33 | 7.96 | 23.39 | 22.06 | 74.06 | ||
Reservas de gas (billones de piés cúbicos) | 18.90 | 24.00 | 8.80 | 3.50 | 4.00 | 0.30 | 8.70 | 151.00 | ||
Producción de gas (billones de piés cúbicos) | 1400.00 | 200.00 | 310.00 | 35.30 | 215.00 | 1.80 | 19.80 | 1049.00 | ||
Años de producción a ese nivel | 13.50 | 120.00 | 28.39 | 99.15 | 19.05 | 166.67 | 439.39 | 143.95 |
Incluso sobre la base de esas cifras simplificadas se puede ver que Venezuela, aun sin sus vastas reservas recientemente identificadas, es de lejos el principal productor de petróleo y gas en la región, con reservas suficientes para más de 75 y 140 años respectivamente a los actuales niveles de producción. Argentina agota rápidamente sus reservas. Del mismo modo se ve el porqué Brasil y Argentina (así como países totalmente dependientes de importaciones como Paraguay y Uruguay), y en menor grado, Chile, parecen decididos a edificar alianzas estratégicas con Venezuela para asegurar suministros seguros al verse frente a la competencia por recursos energéticos de parte de países imperialistas sedientos de petróleo como Usamérica y los oportunistas políticos extranjeros y multinacionales que están asociados con ellos.
Los datos ayudan a entender los términos energéticos estratégicos, más que los términos políticos ideológicos, que explican los motivos por los cuales el gobierno de USA ha gastado miles de millones de dólares de los contribuyentes usamericanos para reforzar al recién reelegido presidente del narco-terror, Uribe, en Colombia. USA y las multinacionales extranjeras aprovechan al máximo los recursos de petróleo y gas del país. Probablemente Colombia habrá gastado sus actuales reservas de petróleo dentro de una década y su gas dentro de un par de decenios, mientras la mayoría de su pueblo sigue postrada en la pobreza y el hambre. Este hecho también podría explicar los esfuerzos aparentemente paradójicos emprendidos por el presidente Uribe por mantener una buena relación con el gobierno venezolano.
También es obvio lo que está en juego para las multinacionales extranjeras en la próxima segunda vuelta electoral en Perú entre Ollanta Humala y Alan García. La producción de las considerables reservas de gas de Perú debería aumentar apreciablemente con el próximo desarrollo de los yacimientos de Camisea. Es casi seguro que el nacionalista Ollanta Humala negociaría mejores condiciones para Perú por la venta de su gas que el amigo de las multinacionales extranjeras, Alan García. Incluso si Perú aumentara su producción a cerca de los niveles actuales de Bolivia, sus reservas durarían más de 50 años. Eso contrasta con el caso de Chile donde aparentemente un incremento a niveles bolivianos de la producción de gas agotaría sus reservas en unos 15 años.
Para obtener una idea comparativa de la importancia global de las reservas de gas sudamericanas, la siguiente tabla muestra a los países con las mayores reservas del mundo. El total de Sudamérica como región la coloca en el quinto lugar por su importancia. Por lo tanto, cuando voceros del régimen Bush expresan su preocupación por la democracia en Bolivia, Venezuela, Rusia o Irán, se puede yuxtaponer directamente esa hipocresía a su silencio ensordecedor sobre la democracia en países como Qatar, los Emiratos Árabes Unidos, o Arabia Saudí, todos los cuales son leales proveedores de energía al imperio de USA y a sus subsidiarias corporativas. (Nótese que con sus nuevas reservas publicadas, Venezuela desplazará a Arabia Saudí entre los mayores proveedores de petróleo del mundo.)
El gobierno de USA se preocupa por el acceso a, y el control de, suministros de energía. Esa preocupación impulsa a, e interactúa con, la política comercial, agrícola y de ayuda, para definir las estrategias diplomática, militar, y de propaganda, de los medios de comunicación corporativos. El gobierno de USA también sigue dominando a las instituciones financieras internacionales, cooperando estrechamente con sus socios europeos para mantener el control de esas instituciones. Pero ahora, hasta la más hábil manipulación de la deuda, el comercio y la ayuda en la que USA hace de poli malo, y la UE de poli bueno, con el respaldo de campañas propagandísticas globales de los medios de comunicación corporativos y la amenaza del uso de la fuerza militar, han fracasado ante la negativa de las mayorías empobrecidas en muchos países latinoamericanos de aceptar una pobreza sin fin.
Ecuador – contra las cuerdas
Desde la expulsión del presidente Lucio Gutiérrez a comienzos de 2005, el pueblo ecuatoriano ha agudizado su conciencia sobre las realidades de sus dilemas energéticos y la contradicción entre la riqueza natural de su país y su miserable desarrollo económico. A pesar de ser exportador de petróleo, Ecuador importa cerca de 1.500 millones de dólares por año en productos petrolíferos porque tiene capacidad insuficiente de refinación para satisfacer las necesidades interiores. La mayor parte de sus exportaciones petroleras son de petróleo crudo. Su vulnerabilidad a la protesta social y política de la mayoría pobre que exige una vida decente fue subrayada claramente durante la huelga petrolera de agosto pasado cuando áreas empobrecidas productoras de petróleo insistieron en obtener más medios del gobierno central.
En esos días, el gobierno venezolano ayudó a su homólogo ecuatoriano entregando los tan necesitados suministros de petróleo – contradiciendo totalmente las afirmaciones del gobierno de USA de que el gobierno venezolano sería una influencia desestabilizadora en la región. Esa ayuda condujo a discusiones exploratorias hacia un acuerdo de cooperación que terminó por ser firmado esta semana en Quito durante una rápida visita del presidente de Venezuela, Hugo Chávez. El ministro de economía, Diego Borja, declaró que el acuerdo debería ahorrar a Ecuador hasta 300 millones de dólares al año al refinar crudo ecuatoriano en Venezuela para ser devuelto a Ecuador como productos terminados de petróleo. El acuerdo incluye una futura colaboración en proyectos relacionados con la energía, como la expansión de la capacidad de refinación.
El acuerdo tiene lugar después que el gobierno ecuatoriano puso fin a los contratos en el país del gigante del petróleo de USA, Occidental Petroleum. La decisión permitió que Petroecuador, la compañía petrolera estatal, recuperara campos capaces de generar más de 1.000 millones de dólares en producción de petróleo, beneficiando al pueblo de Ecuador. El gobierno de USA reaccionó de inmediato suspendiendo las negociaciones para un acuerdo de «libre comercio» que había estado proponiendo para reemplazar acuerdos de comercio preferencial con los países andinos que expiran el próximo año. Aprovechando esa expiración, el acuerdo de venta de la soberanía ofrecido por USA era fundamentalmente desventajoso para Ecuador en áreas clave como los servicios agrícolas y la propiedad intelectual.
Para aumentar la presión sobre el gobierno centrista de Ecuador, Occidental Petroleum presentó una demanda por más de 1.000 millones de dólares en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones [ICSID, por sus siglas en inglés], subsidiaria del Banco Mundial, dominado por el gobierno de USA. La posición inicial del gobierno ecuatoriano es rechazar la competencia del ICSID para tratar el caso. Pero la lección central de la disputa es que el gobierno de USA considera el comercio, la energía y la inversión, como un solo cuerpo de una pieza que representa sus intereses estratégicos. En ese contexto, el acuerdo de Ecuador con Venezuela es una pequeña señal más de que la influencia de USA en Latinoamérica declina.
La guerra global contra los pobres
Los medios corporativos de comunicación minimizan esa realidad, quitando importancia a temas fundamentales con comentarios infantiles sobre el avance de una «marea rosa» en Latinoamérica. Una tontería semejante oculta la brutal realidad en la que viven sociedades saqueadas por corporaciones extranjeras bajo la pancarta de los «mercados libres». En Ecuador, eso se traduce en noticias de un hospital local en la localidad de Chone, donde 26 bebés recién nacidos murieron por falta de instalaciones y cuidados adecuados. (1) El escándalo provocó la renuncia del ministro de salud, Iván Zambrano. Pero sólo fue un desventurado chivo expiatorio para el profundo fracaso anti-humanitario de la economía neoliberal impuesta durante decenios a un Ecuador con inmensas deudas por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Para dar una idea del fracaso total de esas políticas, en el contexto nacional más amplio, se podría considerar lo que significa que un 54% de las mujeres en las áreas rurales de Ecuador no reciban atención profesional cuando dan a luz.
A pesar de discrepancias ocasionales, los poderes imperialistas de Norteamérica y Europa y sus aliados del Pacífico como Australia y Japón, ven sus intereses como un solo cuerpo de una pieza. Sus dirigentes políticos hablan hipócritamente de «mercados libres», pero intervienen constantemente como gobiernos para amañar estructuras internacionales a favor de las corporaciones que representan sus intereses comerciales nacionales. Sus esfuerzos por globalizar su dominación en un sistema supranacional coherente, vinculante desde el punto de vista legal, ocultan temores de depender de países ricos en recursos energéticos como Irán y Venezuela. Las mayorías empobrecidas en países ricos en recursos en Latinoamérica ven con más claridad que nunca que a menos que sus países reaccionen con alianzas estratégicas coherentes propias, no se beneficiarán jamás de su inmensa riqueza natural.
Sus niños seguirán pasando hambre, mal educados e innecesariamente enfermos. Sus párvulos continuarán muriendo miserablemente de hambre y de desidia gubernamental impuestos a través de instituciones financieras internacionales por USA y sus aliados. La gente en toda Latinoamérica quiere un ajuste político que le garantice una vida decente. El objetivo contrario de las potencias imperialistas y de sus corporaciones es tener acceso a, y controlar, los recursos latinoamericanos al menor coste posible. La propugnación de más «ayuda» es tan irrelevante que llega a ser absurda. Las confesiones de preocupación de los países ricos son inverosímiles en extremo.
En Latinoamérica, ha aumentado el apoyo a políticos como Hugo Chávez, y Evo Morales, y el reconocimiento de los logros de Cuba. Proviene de la conciencia de la gente de a pie de temas fundamentales de justicia y de la vital importancia de la solidaridad entre los pueblos. En Colombia, la reelección militarizada del presidente del narco-terror, Álvaro Uribe, significa que la mayoría empobrecida local enfrentará otros cuatro años de presión y violencia para asegurar que las corporaciones extranjeras y sus gobiernos puedan apropiarse de los recursos del país bajo las condiciones más ventajosas. Venezuela y Bolivia son atacadas porque sus gobiernos rechazan esas condiciones e insisten en asegurar una vida decente para sus pueblos.
En la base, la gente está cada vez más decidida a imponer la verdad, sea mediante elecciones o a través de campañas y protestas extraparlamentarias. Los votantes en Perú tomarán su decisión en los próximos días, México vota en julio. La gente en Ecuador y Brasil lo hará en octubre. Nicaragua sigue en Noviembre, Venezuela en diciembre. Aunque las elecciones podrán definir los principales actores políticos, los políticos elegidos pronunciarán líneas intemporales que ya han sido escritas y re-escritas por el antiquísimo drama latinoamericano subyacente: ¿deben beneficiar los recursos de la región a sus pueblos o a codiciosos extranjeros asesinos?
Nota
1. «La muerte de bebés descubre la grave situación de la salud», Argenpress, 27/05/2006
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Toni Solo es un activista basado en Centroamérica – contactos a través de: www.tonisolo.net
Germán Leyens es miembro de los colectivos de Rebelión y Tlaxcala (www.tlaxcala.es), la red de traductores por la diversidad lingüística. Esta traducción es copyleft