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Una carta desde el Partido de la Colación del Pueblo

La dictadura gobierna Tailandia

Fuentes: Interlocals.net

Traducido para Rebelión por Carlos Martínez


Ayer por la noche los militares dieron un golpe de estado contra el electo, aunque polémico, gobierno de Taksin Shinawat. Como de costumbre y en la tradición de todos los golpes militares tailandeses durante los últimos sesenta años, los dictadores manifiestan que han sido reclamados «para reformar la política» y «salvar la democracia», que no tienen «ningún interés en tomar personalmente el poder» y que van a «devolver cuanto antes el poder al pueblo». Y siguiendo con la tradición de muchos golpes anteriores buscaron y recibieron la ayuda de la monarquía. Los militares han asumido el control de todos los canales de las televisiones tailandesas y han bloqueado los canales extranjeros de noticias, tales como CNN y BBC. La televisión emite fotografías de la familia real junto con diversas declaraciones del supuesto «comité democrático para la reforma».

Los movimientos sociales tailandeses tenían buena razón para oponerse al gobierno de Taksin, que cometió graves abusos contra los derechos humanos en el sur del país y en la supuesta guerra contra las drogas y ha forzado una política neoliberal con privatizaciones y adhesión a los acuerdos de libre comercio. Con todo, el gobierno de Taksin conservó una enorme popularidad entre los pobres. El 2 de abril de este año 16 millones de ciudadanos votaron a favor del gobierno, en comparación con los 10 millones que lo hicieron por la oposición.

La razón fue simple. El gobierno Rak de Taksin había iniciado muchas políticas favorables a los pobres, tales como un sistema de sanidad universal y medidas para eliminar la pobreza.

Con todo, muchos de quienes se integraron en el movimiento contra el gobierno a principios de este año criticaron al electorado por su ausencia de cultura política y desinformación. Por desgracia, muchos líderes sociales también adoptaron esta posición y en vez de respetar a los pobres y al electorado, exigieron que el rey tomara las riendas del gobierno. A pesar de que el rey se negó a tomar el poder, la posición adoptada por el movimiento contra el gobierno de Taksin ha ayudado a allanar el camino hacia este golpe.

Ahora tenemos que luchar de nuevo por la democracia en Tailandia. Puede que esta lucha sea el único y auténtico camino para alcanzar la tan necesaria reforma política y social hacia una sociedad tailandesa más justa y pacífica.

En un futuro próximo deberemos asegurarnos de que el Thai Social Forum (Foro Social Tailandés) tenga lugar este año a finales de octubre y constituya un núcleo en favor de la democracia y la justicia social.

Giles Ji Ungpakorn
Peoples Coalition Party (Partido de la coalición de los pueblos), Turn Left newspaper and Workers’ Democracy, Thailand
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El texto siguiente es un correo electrónico del grupo de discusión sobre los movimientos sociales de Asia, que se ha publicado como noticia en el sitio web interlocals.net por la importancia de las informaciones que contiene:

Estimados amigos, desde hace varios meses Tailandia se encuentra en un estado de convulsión política, a causa de la campaña contra P. M. Thaksin, presidente del gobierno de ese Estado. Los rumores de un golpe militar existían desde hace un mes. Los militares dieron ayer el golpe de estado: los tanques salieron a las las calles y rodearon la casa del gobierno. Thaksin (que está en Nueva York) ha asegurado en la Asamblea General de la ONU que todo está bajo control, pero éste no parece ser el caso.

El Comandante en Jefe del Ejército ha hecho públicas varias declaracione; la tercera de ellas indica que: 1) La Constitución de 1997 (autoproclamada la Constitución del Pueblo) qu edacancelada; 2) el Senado, el Parlamento, el Gobierno y el Tribunal Constitucional se cierran; 3) El consejo Privy y 4) los Tribunales, excepto la Corte Constitucional, deben continuar funcionando como de costumbre.

La primera declaración del golpe (23:50 horas) indicó que las razones de éste eran las divisiones sin precedentes en el seno de la población como resultado de la corrupción gubernamental, el intervencionismo gubernamental que obstruye las instituciones independientes y su deslealtad al rey.

Las razones dadas por los líderes del golpe pueden ser válidas, pero su acción es desleal a las aspiraciones políticas del pueblo. El pueblo tailandes ha demostrado ya que la democracia popular no será derrotada.

Noticia original:
http://www.interlocals.net/?q=node/382