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Estrategias del nuevo gobierno en Afganistán y Pakistán

La guerra de Obama

Fuentes: Peace Reporter

Traducido para Rebelión por Gorka Larrabeiti

Mientras en Washington Barack Obama estaba jurando como 44º presidente de los Estados Unidos, en el valle afgano de Tagab, 50 km. al norte de Kabul, veinticinco civiles morían bajo las bombas lanzadas por cazabombarderos estadounidenses.

En Islamabad, a esa misma hora, el jefe del Mando central de EEUU, general Petraeus, ordenaba a los pakistaníes que se emplearan a fondo contra la retaguardia talibana en las áreas tribales. Dicho y hecho: a las pocas horas, en las montañas de Mohmand, en las cercanías de la frontera afgana, sesenta presuntos talibanes resultaban muertos en una ofensiva terrestre y aérea masiva de las fuerzas armadas pakistaníes. Soldados de Islamabad prendieron fuego a unas treinta casas de civiles «simpatizantes» de la guerrilla para arrasarlas después.

El frente afgano. El nuevo presidente de EEUU dijo sin tapujos antes de ser elegido que Afganistán, junto con Pakistán, sería el frente de guerra en que se concentraría su gobierno. Obama -siguiendo indicaciones del general Petraeus y de su consejero de política exterior, Zbigniew Brzezinski- dio luz verde al «despliegue» afgano: un aumento de tropas sin precedentes. En pocos meses los soldados de EEUU que combaten en Afganistán pasarán de 30.000 a 60.000. Una estrategia de «guerra total» duramente criticada por el propio presidente afgano Hamid Karzai, según el cual cuanta más guerra, más muertos y destrucción habrá y, por ende, mayor respaldo popular a los talibanes. Lo único es que poco vale su palabra actualmente: no es un misterio que en Washington andan buscando un hombre más «de fiar» para sustituir a Karzai con vistas a las próximas elecciones afganas a finales de año. En Kabul, circula ya un nombre: el del actual ministro del Interior, Mohamad Hanif Atmar.

El frente pakistaní. En cuanto a Pakistán, los proyectos de Obama son igualmente belicosos. Las áreas tribales pakistaníes en la frontera con Afganistán serán consideradas de ahora en adelante parte del escenario de guerra afgano, pues se consideran -no sin razón- retaguardia estratégica de la guerrilla talibana que combate en Afganistán contra las tropas EEUU y OTAN ya que es ahí donde tienen sus centros político-militares de alistamiento, instrucción, armamento y financiación. La estrategia militar de Obama en esta región prevé un aumento de bombardeos misilísticos de EEUU (ya en marcha) acompañada de una intensificación mayor aún de la ofensiva militar «subcontratada» a las fuerzas armadas pakistaníes (tal vez «asesoradas» por consejeros militares y fuerzas especiales de EEUU).

Algunos analistas militares vislumbran un paralelo histórico entre esta estrategia y la decisión del presidente Richard Nixon en 1969 de bombardear la retaguardia del Vietcong en Camboya. Para EEUU la aventura no terminó en buen puerto entonces. A lo mejor Obama tiene más suerte.

Fuente: http://it.peacereporter.net/articolo/13844/La+guerra+di+Obama