Ignatius Banda

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BULAWAYO, Zimbabue – A medida que se acercan las elecciones presidenciales y legislativas en Zimbabue, que tendrán lugar en julio y agosto, los defensores de la libertad de prensa expresan su preocupación por las estrictas condiciones impuestas por el gobierno para informar durante el proceso.

BULAWAYO, Zimbabue – Ante las sequías cíclicas y los bajos niveles de agua en las presas de abastecimiento, Zimbabue está recurriendo a las perforaciones de sondeo en busca de alivio, aumentando la preocupación por los ya precarios niveles de agua subterránea en todo el país.

La OMC acelera el paso para cerrar los 20 años de negociaciones sobre las subvenciones a la pesca, mientras los pescadores artesanales de África, como el que muestra su captura del día en Bulawayo, en la segunda ciudad de Zimbabue, solo pretenden que se les defienda ante la sobreexplotación de las pesquerías industriales, que están acabando con la población de peces en algunas costas del continente.

El irregular suministro de agua en las ciudades de Zimbabue, como Bulawayo, obliga a las mujeres ir a buscar el agua a algunos puntos donde hay dispensadores públicos del recurso. Los estudios demuestran que el agua, el saneamiento y la higiene son competencia de las mujeres en los hogares y muchas comunidades, pero ellas siguen sin participar en la gestión del recurso hídrico.

BULAWAYO, Zimbabue – Ndaba Dube, un residente de Bulawayo, dice que se construyó una casa en un pequeño terreno después de que las autoridades lo mantuvieran en la lista de espera para acceder a una vivienda por más de dos décadas. El terreno que eligió está en un antiguo municipio establecido antes de la independencia de Zimbabue, en 1980.

Antes de que Zimbabue impusiera medidas de confinamiento para frenar la covid-19 en el país, Grace Mashingaidze asistía a talleres en Harare, promovidos por una organización no gubernamental que apoya a mujeres víctimas de la trata de personas, que lograron volver a sus hogares.

Trabajar como periodista en Zimbabue sigue siendo particularmente peligroso para los periodistas de investigación en un país que aparece regularmente en los primeros puestos mundiales de corrupción.

Sarudzai Moyo es un antigua maestra que se ha reconvertido en pescadera. Cada semana recorre los 450 kilómetros que separan a la ciudad de Bulawayo y el distrito de Binga, para adquirir entre 100 y 150 kilos de pescado que luego revende entre clientes urgidos de opciones dietéticas baratas en Zimbabue.

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