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Birmania

La Junta militar busca darle credibilidad a las elecciones

Fuentes: IPS

La junta militar que gobierna Birmania prepara una serie de medidas, como una amnistía a prisioneros políticos, para darle credibilidad a los próximos comicios ante la comunidad internacional. Esto se ha convertido en una prioridad desde que la opositora Liga Nacional por la Democracia (LND), liderada por Aung San Suu Kyi, premio Nobel de la […]

La junta militar que gobierna Birmania prepara una serie de medidas, como una amnistía a prisioneros políticos, para darle credibilidad a los próximos comicios ante la comunidad internacional.

Esto se ha convertido en una prioridad desde que la opositora Liga Nacional por la Democracia (LND), liderada por Aung San Suu Kyi, premio Nobel de la Paz, decidió boicotear las elecciones, cuya fecha de realización aún no ha sido anunciada.

La junta prevé una amnistía de prisioneros políticos, que incluiría a importantes activistas, según una alta fuente militar. «Todo está pronto para que comience luego del Thingyan (Año Nuevo budista, a mediados de este mes)», dijo un alto funcionario del régimen birmano.

A comienzos de mayo será anunciada la formación de un gobierno militar provisional, que dirigirá el país hasta las elecciones y entregará el poder a las nuevas autoridades civiles electas, indicó la fuente.

El partido político que representará al régimen será formado después del Año Nuevo budista.

Pero muchos en Rangún, la mayor ciudad birmana, permanecen escépticos. «¿Por qué debería interesarnos? Nada va a cambiar», dijo Min Thu, un veterano taxista. «Birmania es única», ironizó por su parte el maestro escolar Maung Maung Thein, de 28 años. «Tendremos un presidente, pero un presidente sin poder», dijo entre risas.

Habrá 17 ministros en el gobierno provisional, confió una de las fuentes militares. Algunos de los actuales mantendrán sus carteras, pero la mayoría las abandonarán para dedicarse a la campaña, entre ellos el de Información, Kyaw Hsan, el del Interior, Maung Oo, y el de Agricultura, Htay Oo.

Se menciona que el quinto alto general y jefe de la inteligencia militar, Myint Swe, asumiría el cargo de primer ministro en la administración interina.

«Muchos de los altos generales y coroneles han sido traídos en el último mes para ser capacitados», dijo a IPS el académico Win Min, radicado en la septentrional ciudad tailandesa de Chiang Mai. «Algunos asumirán los ministerios en el gabinete interino y otros se convertirán en políticos».

Veinticinco por ciento de los asientos en el nuevo parlamento bicameral estarán reservados a militares. También hay 14 parlamentos regionales, todos los cuales tendrán a uniformados convertidos en políticos.

Más de 1.000 soldados están alistados en un colegio dirigido por el jefe del Ejército, Thura Shwe Man. «Se les enseña procedimientos parlamentarios y asuntos civiles en preparación para sus nuevos papeles como políticos», dijo Win Min.

Pero la mayoría están insatisfechos por haber sido destinados a tareas civiles, según indicó un investigador que entrevistó a varios oficiales. Después de cinco años, lo que dura el periodo parlamentario, estos militares querrán volver a las filas castrenses, pero temen que para entonces hayan perdido varias posibilidades de ascenso.

«No hice mi curso de oficial para entrar a la política», dijo confidencialmente un coronel. «Estudié para convertirme en general algún día».

Varias fuerzas políticas, incluyendo el Partido Demócrata y el Partido de Unión Nacional, enviaron su solicitud de registro a la Comisión Electoral.

Aunque todavía está por ser formado el partido que oficialmente representará en las urnas al actual régimen militar, se espera que la pro-gubernamental Asociación para la Solidaridad y el Desarrollo de la Unión sea el principal vehículo de los militares en el proceso.

Su líder, Htay Oo, ministro de Agricultura y principal confidente del hombre fuerte de la junta, el general Than Shwe, le ha dicho insistentemente a diplomáticos visitantes que se convertirá pronto en político. Es señalado como el principal candidato a convertirse en nuevo primer ministro.

La ausencia de la LND le resta credibilidad a todo el proceso electoral, pero es lo que Than Shwe quería al fin de cuentas.

A fines de marzo, la LND -ganadora de las elecciones de 1990 pero a la que nunca se le permitió formar gobierno-se negó a registrarse para los próximos comicios en respaldo a su líder, Suu Kyi. La ley prohíbe a cualquiera que cumple una condena en prisión ser miembro de un partido político.

La líder democrática se encuentra bajo arresto domiciliario. Ha pasado más de 14 de los últimos 21 años detenida por orden de la junta. Por esta misma razón no pudo competir en las elecciones de 1990.

«El principal objetivo de las leyes electorales de la junta es claramente coartar a la LND y asegurar que su líder, Daw Aung San Suu Kyi, no tenga ninguna participación en el próximo proceso electoral», dijo Justin Wintle, biógrafo británico de la activista.

«Las leyes ponen a la oposición en una situación muy difícil», opinó Scot Marciel, embajador estadounidense en la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean).

Than Shwe podría lograr cierto rédito electoral liberando a prisioneros políticos en mayo. Ya se le ha entregado una lista de posibles nombres, según dijeron fuentes en Naypyidaw, la capital birmana.

Si bien algunos activistas de la LND están en la lista, la enorme mayoría serían rebeldes de minorías étnicas que participaron en 1988 de un movimiento por la democracia.

Es probable que entre ellos se encuentren el comediante Zarganar, enviado a prisión por sus sátiras al régimen, y el líder de la etnia shan, Khun Htun Oo.

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=95081