Estos grupos se reúnen en los barrios bajo una consiga: llevar información alternativa ‘casa por casa’ para que sus vecinos conozcan la ‘otra cara de la moneda’ sobre el TLC, un rostro distinto al que promueve una millonaria campaña en los medios de comunicación que impulsa el ‘Sí’ al acuerdo comercial. Los comités patrióticos no […]
Estos grupos se reúnen en los barrios bajo una consiga: llevar información alternativa ‘casa por casa’ para que sus vecinos conozcan la ‘otra cara de la moneda’ sobre el TLC, un rostro distinto al que promueve una millonaria campaña en los medios de comunicación que impulsa el ‘Sí’ al acuerdo comercial.
Los comités patrióticos no sólo visitan las casas de sus vecinos: realizan vídeoforos, discusiones, debates, llevan a cabo actividades culturales, fiestas para recolección de fondos, cocinan diversos platillos para vender, realizan rifas, visitan iglesias, clínicas del seguro social y hasta las pulperías y tiendas del barrio para conversar sobre el TLC.
Es un trabajo ‘hormiga’, casi invisible, brazo a brazo, hombro a hombro. Son hombres y mujeres, jóvenes, adultos y de la tercera edad que despertaron de una especie de ‘letargo político’ en el que se había sumido la sociedad costarricenses hastiada de tanta mentira y tanta corrupción.
‘Estamos ante una nueva etapa de la evolución histórica de nuestro país, donde se están sentando las bases del cambio de una democracia representativa a una democracia participativa’, explicó el rector del Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR), Eugenio Trejos.
Trejos, quien de forma natural se ha convertido en el coordinador de la oposición al tratado comercial, celebró el surgimiento ‘espontáneo’ de los comités patrióticos contra el TLC en todo el territorio nacional.
Aún antes de la decisión del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) de llevar el TLC a consulta popular mediante un referendo, empezaron a surgir estas agrupaciones de personas interesadas en informarse e informar a otros vecinos acerca del polémico tratado.
Así, muchos ciudadanos y ciudadanas, por su propia iniciativa, se han ido agrupando para realizar en sus comunidades este trabajo comunal contra la aprobación del acuerdo.
En ese sentido, si bien, existe un movimiento articulado por el ‘No’ de carácter nacional, curiosamente la mayoría de estas agrupaciones han surgido por la iniciativa de grupos de personas de la comunidad y no por una directriz nacional que las haya organizado de forma sistematizada.
Dar información veraz sobre el TLC es el objetivo central de los comités patrióticos (Foto: Alonso Fonseca).
Según señaló Trejos, el movimiento contra el TLC se ha caracterizado por ser un espacio particularmente diverso, donde figuran muchos tipos de agrupaciones y personas.
‘Este movimiento abarca el arte, la ciencia, la cultura, la academia, la micro y mediana empresa (…) Se trata de una muestra de la riqueza en capital social de nuestro país’ señaló.
El rector consideró que el surgimiento de los comités patrióticos constituye un fenómeno sin precedentes en nuestro país.
Un frente azucarero en Turrialba
Un ejemplo de dicha espontaneidad y diversidad se da en Turrialba, una zona con grandes problemas sociales y caracterizada por el desempleo.
En esta región, las primeras reuniones de su actual comité patriótico se dieron a inicios de junio por iniciativa de algunos sindicatos y partidos políticos. Sin embargo, a medida que la agrupación se fue constituyendo se convirrtió en un compendio de las más diversas personas.
Bajo el nombre de Frente Azucarero Contra el TLC (FAC-TLC) el comité patriótico ya comenzó a visitar comunidades y a organizar eventos con la intención de informar a la mayor cantidad de personas acerca de la decisión que los costarricenses tomarán en octubre próximo cuando acudan a las urnas en el marco del referendo.
Actualmente, la coordinadora de dicha agrupación es Laura Guido Pérez, estudiante de cuarto año de la carrera de Ciencias Políticas en la Universidad de Costa Rica así como de flauta traversa en la Etapa Básica de Música de la Sede del Atlántico.
Según señaló la estudiante de 21 años, su vínculo con el FAC-TLC empezó cuando fue invitada a una reunión para constituir una oposición al TLC.
‘Un grupo de amigos y amigas fuimos invitados a un grupo que se estaba formando. Ahí encontramos que había representantes sindicales, miembros de partidos políticos, amas de casa, estudiantes universitarios y de secundaria’, relató.
Guido explicó que luego de su conformación, el comité recibió el apoyo de gran cantidad de sectores y se le dio el nombre de ‘azucarero’ por la producción de caña de azúcar que caracteriza a la localidad turrialbeña.
‘Actualmente somos un grupo con integrantes muy jóvenes, predominantemente estudiantes, y por tanto tenemos poca experiencia. Pero, ante todo, estamos muy anuentes a hacer lo que podamos en contra del tratado’, añadió.
La joven dijo que, al igual que en el resto del país, el movimiento contra el TLC en Turrialba se caracteriza por la gran diversidad de sus integrantes y por la iniciativa de las personas de unirse a la agrupación de forma voluntaria y sin fines de lucro.
Guido destacó que el surgimiento de movimientos como el FAC-TLC deja claro que las iniciativas contra el TLC vienen ‘desde abajo’.
‘Se trata de una estructura en la que muchos somos parte y por eso precisamente es que ha sido tan difícil establecer formar una médula central. Todo esto ha implicado una nueva adaptación para nosotros’, agregó.
Sergio Velásquez es otro miembro del comité patriótico de Turrialba. Es estudiante cuarto año de la carrera de ingeniería química y además es el vocalista de la agrupación de thrash metal ‘Necrólisis’.
‘Yo deseaba informarme, quería saber la forma en que el tratado podía afectarme a mí y a las personas que me rodean, por eso me acerqué al movimiento. Una vez que tuve conocimiento, saqué mis conclusiones y me apunté a trabajar a favor del no’, relató el joven, quien hace un mes forma parte del FAC-TLC.
Por su parte, Karla Calvo, de 17 años, explicó a Informa-tico que ‘me acerqué más que todo para ver en que podía ayudar’.
‘Conozco las consecuencias del tratado y todas las mentiras que nos han querido meter y por eso es importante que todos ayudemos’, aseguró Calvo, quien está en quinto año de secundaria.
Pero no todos los integrantes del comité son tan jóvenes. Jesús Alfaro Casasola, de 53 años, trabaja en proveeduría de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) en Turrialba.
El confiesa que se apuntó a trabajar por el ‘No’ cuando conoció acerca de las implicaciones del tratado por medio de la Unión Nacional de Empleados de la Caja y la Seguridad Social (UNDECA).
En todo Costa Rica
Al igual que en Turrialba, en todo el país han surgido más de 100 iniciativas similares que reúnen a personas de todos los orígenes, oficios, color político y tendencia religiosa.
Sarapiquí, El Guarco, Coronado, Nicoya, Naranjo, Grecia, Moravia, San Pedro, Curridabat, Pejibaye, Puntarenas, San Rafael de Heredia y Talamanca son sólo algunas de las comunidades que ya se organizaron con comités patrióticos y están activas trabajando en contra del TLC.
En Sarapiquí se llaman el ‘Frente Sarapiqueño: una Costa Rica para todos’ y según detalló uno de sus integrantes, Alfonso Gätjens, la agrupación se formó por iniciativa de los ciudadanos de la zona. Actualmente cuentan con maestros, estudiantes, profesionales, amas de casa y personas muy diversas.
En Naranjo, el comité patriótico surgió luego de una asamblea a la cual asistieron personas de muchas ideologías y sectores.
La antropóloga Elena Arce explicó que actualmente no son el único comité de la zona, pues existen otros comités distritales.
Sin duda, la lucha contra el TLC se ha construido desde una iniciativa popular espontánea, la cual, en palabras de Eugenio Trejos, es muestra de ‘un pueblo que clama por un modelo alternativo al neoliberal que se ha venido implementando en nuestro país desde hace 20 años’.