La organización internacional cifra en 199,4 millones las personas sin trabajo remunerado que se contarán durante este año y apunta como razones los factores macroeconómicos y las políticas públicas implementadas por los gobiernos. Más desempleo y más desigualdad a nivel mundial. Éstas son las previsiones hechas por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para 2016, […]
La organización internacional cifra en 199,4 millones las personas sin trabajo remunerado que se contarán durante este año y apunta como razones los factores macroeconómicos y las políticas públicas implementadas por los gobiernos.
Más desempleo y más desigualdad a nivel mundial. Éstas son las previsiones hechas por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para 2016, según explican en su informe ‘Perspectivas sociales y de empleo en el mundo – Tendencias 2016’, presentado el pasado martes. Unas previsiones nada halagüeñas que tendrían como principal origen factores macroeconómicos, como la bajada en precios de las materias primas y la disminución del comercio mundial, pero también en las políticas públicas implementadas por los gobiernos.
Si en 2015 se contaron, según datos de la OIT, 197,1 millones de personas en situación de desempleo -casi un millón más que el año anterior y 27 millones más que antes de los años previos a la crisis-, en 2016, la cifra de parados llegará a los 199,4 millones -2,3 millones más que este año- y la tendencia para 2017 seguirá el mismo camino, con 1,4 millones más. Este aumento del paro, según la OIT, tendrá lugar en países «emergentes y en desarrollo», sobre todo Brasil (0,7 millones) y China (0,8 millones).
Por su parte, los países del sur de Europa, como España, Portugal o Grecia, mantendrán, según el informe, unas altas tasas de desempleo, aunque menores que las registradas en los años previos, y otros países europeos continuarán en sus máximos históricos.
Trabajador y pobre
El informe también apunta al aumento de la desigualdad. El índice Gini -que mide la tasa de desigualdad- en los países con economías más desarrolladas del G20 ha aumentado, sobre todo en Estados Unidos, donde ha pasado del 0,31 en 1980 hasta el 0,4 en 2015. El informe de la OIT muestra que, en 2015, 327 millones de trabajadores (12,5%) vivían en situación de extrema pobreza -menos de 1,90 dólares al día- y otros 967 millones (27,9%) estaban en situación de pobreza moderada -entre 1,90 y 5 dólares al día. «Los ricos siguen haciéndose más ricos y los pobres, más pobres», sentencia la OIT. Aunque entre el año 2000 y 2015, el número absoluto de trabajadores en situación de pobreza extrema ha bajado un 4,9%, ha subido un 0,7 en el caso de la pobreza moderada o casi moderada.
La OIT también señala que «la mala calidad del trabajo continúa siendo un problema urgente en todo el mundo». Según su informe, el 46% del empleo total a nivel mundial es por cuenta propia y familiar no remunerado. «Esto implica un acceso limitado a los sistemas de protección social contributiva, además de unos ingresos escasos y volátiles», apunta el estudio. En el caso de las mujeres, la situación es aún peor, al tener entre un 25% y un 35% más de posibilidades de tener empleos precarios.
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En 2015, la proporción de empleos a tiempo parcial sobre el total llegó al 23%, tres puntos más que en 2007. En la mayoría de los casos, este tipo de jornada laboral no fue voluntad del trabajador, como en Grecia (71,1%), España e Italia (64%) o Portugal (50%). También los contratos temporales suponen aún un alto porcentaje sobre el total, un 15% a nivel mundial en 2015, cifra que supera el 20% en Portugal, España y Países Bajos, aunque en este último país sólo el 44% de los trabajadores temporales citaban la falta de oportunidades de trabajo por tiempo indefinido, mientras que en el caso de Portugal, la cifra llega al 83% y en España al 91%.