El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el miércoles nuevas sanciones contra Irán por su sospechoso plan nuclear, una serie de medidas que apuntan contra la Guardia Revolucionaria, los misiles balísticos y las inversiones relacionadas con asuntos nucleares. La resolución, que impuso una cuarta ronda de sanciones contra Irán, fue aprobada por 12 votos […]
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el miércoles nuevas sanciones contra Irán por su sospechoso plan nuclear, una serie de medidas que apuntan contra la Guardia Revolucionaria, los misiles balísticos y las inversiones relacionadas con asuntos nucleares.
La resolución, que impuso una cuarta ronda de sanciones contra Irán, fue aprobada por 12 votos a favor, con los votos en contra de Brasil y Turquía. Líbano se abstuvo.
Turquía y Brasil, que no son miembros permanentes del consejo, actuaron semanas atrás como mediadores para un acuerdo de intercambio de combustibles con Irán, con la esperanza de responder a los temores occidentales de que Teherán está enriqueciendo uranio para armas nucleares y así evitar nuevas sanciones.
La embajadora brasileña Maria Luiza Ribeiro Viotti dijo que las sanciones provocarían «penurias» al pueblo iraní, demorarían el diálogo y frustrarían los intentos de Brasil y Turquía de negociar con Teherán.
En Brasil, el ministro de Relaciones Exteriores, Celso Amorim, criticó a las potencias occidentales por insistir en tales medidas sin dar a Irán la oportunidad de cumplir con el acuerdo pactado por el país suramericano y Turquía.
Recordó que Irán dirigió el 24 de mayo una carta a la Agencia Internacional de Energía Atómica en la que manifestó su intención de cumplir con ese acuerdo.
La secretaria de Estado norteamericana Hillary Rodham Clinton ha dicho que las sanciones son las más duras hasta el momento, pero distan de constituir un castigo capaz de paralizar la economía, como sería un embargo sobre el petróleo, la principal fuente de ingresos del país.
El Consejo de Seguridad impuso sanciones limitadas en diciembre de 2006 y luego las endureció con la esperanza de que Irán cedería a la presión para suspender el enriquecimiento e iniciar negociaciones.
Sin embargo, Irán ha incrementado sus actividades con el enriquecimiento de uranio al 20% y planes para construir nuevas instalaciones.
Teherán insiste que su programa sólo intenta generar energía eléctrica, pero Estados Unidos y sus aliados creen que el verdadero objetivo es producir armas nucleares.
La nueva resolución prohibe a Irán realizar «cualquier actividad vinculada con misiles balísticos capaces de transportar armas nucleares y veda inversiones en minería de uranio, así como la compra de helicópteros y misiles de ataque, entre otras armas pesadas.
Impone sanciones a 40 compañías y organizaciones, 15 de ellas vinculadas con la Guardia Revolucionaria. Hasta ahora eran 35 las empresas sujetas a congelamiento de sus activos.
A la lista de 40 individuos iraníes sujetos a congelamiento de sus bienes, la nueva resolución agrega Javad Rahiqi, jefe de energía atómica del Centro de Tecnología Nuclear de Isfahan.
En lo financiero, pide -pero no obliga- a los países a bloquear las transacciones financieras con bancos iraníes si existen «motivos razonablemente fundados» para creer que contribuyen a las actividades nucleares del país.
Por su parte, el ex presidente cubano Fidel Castro estimó que Israel podría usar su poder nuclear contra Irán.
«Naciones Unidas no tiene tampoco forma alguna de cambiar el curso de los acontecimientos y muy pronto los archirreaccionarios que gobiernan Israel chocarán con la indoblegable resistencia de Irán», expresó Castro en una de sus habituales Reflexiones, sus columnas de opinión.
«Irán no se plegará ante las amenazas de Israel», agregó.