Las ONG ACSUD-Las Segovias, Mugarik Gabe, alterNativa Intercanvi amb pobles indígenes y Almáciga han organizado en diferentes territorios del estado español una iniciativa llamada «Diálogos para la cooperación con los pueblos indígenas» dirigida a sensibilizar a distintos actores sobre la situación de los pueblos indígenas, en particular en relación con el reconocimiento y ejercicio de […]
Las ONG ACSUD-Las Segovias, Mugarik Gabe, alterNativa Intercanvi amb pobles indígenes y Almáciga han organizado en diferentes territorios del estado español una iniciativa llamada «Diálogos para la cooperación con los pueblos indígenas» dirigida a sensibilizar a distintos actores sobre la situación de los pueblos indígenas, en particular en relación con el reconocimiento y ejercicio de su derecho al desarrollo a partir de sus propias visiones y necesidades diferenciadas. El pasado 19 de noviembre se celebró en Valencia el diálogo con los medios de comunicación, al que sólo acudieron, medios alternativos entre los que se encontraba Rebelión. Los invitados fueron Irma Alicia Velásquez Nimatuj, directora ejecutiva del Mecanismo de Ayuda a los Pueblos Indígenas Oxlajuj Tz’ikin-CATIE de Guatemala, y Carlos Picanerai, secretario de la CAPI (Coordinadora para la Autodeterminación de los Pueblos Indígenas de Paraguay).
El dialogo estaba enfocado básicamente al tema de la cooperación. Irma Alicia hizo especial incapie en que la cooperación exterior es muy importante para los pueblos indígenas latinoamericanos. Pero que en el caso de Guatemala, es la misma suma la que se ingresa por cooperación que la que se paga por deuda externa. Recordó que el porcentaje de pobreza extrema ha aumentado en los últimos diez años cinco puntos y que la situación económica de la mayoría de la población es peor que durante la guerra civil que asoló su país. La situación de pobreza extrema y de falta de formación permite que durante las últimas elecciones en Guatemala los candidatos compraran el voto de los indigenas regalando materiales de construcción y ropas, incluso de ropa interior, se explotó esa situación de pobreza extresma, por lo que estas elecciones no creen que sirvan para modificar la situación actual. Sin embargo, los pueblos guatemaltecos, ven con asombro como este irregular proceso electoral es aplaudido desde las llamadas «democracias occidentales» y sus respectivos medios de información.
Otra cuestión de actualidad que se trató en el díalogo fue el del «comercio justo». La realidad es que esta forma de comercio tiene muy poca importancia en la economía de las comunidades indígenas. Para estas comunidades ya es díficil el simple hecho de la producción agricola o ganadera, puesto que después de la guerra civil el Fondo Monetario Internacional impuso el libre mercado en la compra-venta de las tierras, lo que hace que estas se concentren en muy pocas manos, el 76% de las tierras pertenecen al 13% de la población.Y, además, los campesinos no tienen la capacitación necesaria para producir, por ejemplo, agricultura orgánica, también llamada ecológica, puesto que se necesitan unos requerimientos de formación a la que no tienen acceso, conseguir todos esos requerimientos le supone una inversión que hace inviable el cultivo. También subrayaron como, en ocasiones, las diferentes organizaciones o cumunidades que tienen canales de comercio justo impiden a otras comunidades acceder a esta vía de comercialización. En Paraguay, comentó Carlos Picanerai, aún hay menos «comercio justo», las producción artesana de gran calidad que producen las mujeres de las comunidades no tienen acceso, ni siquiera, al mercado interno dirigido al turismo.
En la misma linea, de críticas a las condiciones estructurales, se debatió sobre los «microcréditos» que tan buena acogida tiene entre los grandes medios de comuniación y la banca. La compañera Irma Alicia aseguró que han supuesto la ruina para muchas mujeres indigenas, especialmente para las mujeres de los pueblos Ki’che y Kakchikel, las que no encuentran salida para comercializar sus productos. Nos contó a los medios presentes como los intereses eran muy altos y que no habían supuesto la salida de la pobreza extrema a aquellos que habían tenido acceso a ellos. Cuando no se puede devolver el préstamo, los bancos publicitan mediante carteles en la comunidad la morosidad de estas mujeres, algo que en sus poblaciones es una sanción social extremadamente dura. Por ese motivo, nos comentó el representante de Paraguay, que los campesinos no piden ningún tipo de créditos, por miedo a perder sus tierras si no son capaces de pagarlos. Comentaron los compañeros que la solución definitiva a la pobreza y marginación que sufren sus pueblos no son este tipo de medidas, ni el actual modelo de cooperación, sino que debe ser el gobierno de la nación el que se responsabilice en implantar políticas sociales y de redistribución y no delegue en terceros – la cooperación internacional – esta importante competencia suya. Recordó que en Guatemala sólo el 5% del presupuesto está dedicado a los pueblos originarios. Si la educación corresponde al Estado que la haga el Estado, no la cooperación internacional, mostraron su preocupación por que en en los países latinoamericanos están creando una población dependiente sólo preocupada en crear pequeños proyectos para ser subvencionados por la cooperación internacional.
Preguntados por la accesibilidad de los indígenas a los medios de comunicación, comentaron que en Paraguay sólo hay una radio católica en la que han comprado un espacio de media hora cada quince días, por lo que la falta de tiempo hace que se le acumulen muchos programas. En Guatemala, los acuerdos de paz reconocieron que este estado era una nación multicultural, es muy importante por que fue el primer documento oficial que reconocía la realidad guatemalteca. A pesar de ello, muchas radios comunitarias siguen en la ilegalidad y otras han sido tomadas por los protestantes por lo que se han convertido en medios para el enfrentamiento. En la prensa escrita no hay espacio para los indígenas, sólo son noticia cuando hay enfrentamientos severos entre comunidades. Además se les da un trato paternalista, se piensa que los indígenas no saben de economía, de finanzas… Para agravar esta situación sólo hay un columnista indígena en los medios de comunicación. La Radio Nacional, por su parte, es una mala copia de las emisoras norteamericanas. No existen apenas medios alternativos de comunicación.
El diálogo continúo preguntando sobre la perspectivas de futuro de la participación indígena en el poder político en sus respectivos países. En Guatemala, comenta la compañera Irma Alicia Velásquez Nimatuj, queda mucho trabajo por hacer consistente en aumentar la conciencia crítica de los indígenas, recordó como la importante tradición marxista-leninista en la Universidad de su país desapareció por la eliminación física de aquellos profesores y estudiantes de izquierda durante la reciente guerra. En Paraguay, Carlos Picanerai, se mostró pesimista en cuanto al peso de los indígenas en el próximo proceso electoral, a pesar de ser el 50 % de la población.
Se mostraron también preocupados por dos grandes cuestiones que si tienen acceso a los medios de comunicación del primer mundo como es el cambio climático y la inmigración. El aumento de las repatraciones de inmigrantes desde EEUU han supuesto que los jovenes que han sido devueltos a sus comunidades han traido consigo la violencia y toda la cultura de las bandas de los barrios estadounidenses.
Los pueblos indígenas américanos están convencidos que su lucha ha transcendido de lo local a lo nacional y cada vez más a lo internacional, para ellos es un ejemplo el ascenso de Evo Morales y se muestran ofendidos por el trato que recibe de los grandes medios, por el contrario, valoran muy positivamente la labor que se hace desde los medios alternativos. Para ellos las alianzas, con los medios u organizaciones de izquierda, son sumamente importantes, pusieron como ejemplo el caso de la guerra civil de Guatemala, en la que pudieron sobrevivir gracias a la red de alianzas nacionales e internacionales que sustentaba al pueblo resistente. La conclusión es que en este mundo globalizado es esencial confeccionar alianzas entre para luchar contra el capital, la dictadura del mercado o el cambio climático.